Publicidad

La descalificación es el peor argumento para defender las ideas

Felipe Harboe
Por : Felipe Harboe Senador del PPD y ex subsecretario del Interior.
Ver Más


La descalificación personal es una estrategia que divide, retrasa la solución a los problemas de la sociedad y deja mal a quien la emite. Frente a la falta de argumentos en defensa del proyecto de ley de elección de intendentes, que está mal concebido, el ex diputado Esteban Valenzuela, utilizando su tribuna como columnista en El Mostrador, arremetió en contra del suscrito y de un grupo importante de parlamentarios que, en legítimo ejercicio legislativo, optamos por entregar una descentralización de verdad y no aceptar un proyecto “en la medida de lo posible”, lleno de letra chica a favor del centralismo.

Es poco agradable responder a una “bravuconada literaria”, llena de imprecisiones, falsedades y reflejo de odiosidad, probablemente alimentada por alguna frustración personal del ex diputado. Sin embargo, honrando el compromiso que asumí por el país y sus regiones, haré el esfuerzo de acometer algunas, de las múltiples diatribas, que el autor utiliza.

“(…) Harboe sea uno de los tantos santiaguinos de visita en las regiones”. Me permito recordar a don Francisco Bulnes, Salvador Allende, Patricio Aylwin, Gabriel Valdés y tantos otros que ejercieron el cargo de senadores por diversas regiones del país con apoyo ciudadano, y que reflejan la voluntad de servir al país y sus regiones, más allá de los esfuerzos que debemos realizar por ello.

[cita tipo=»destaque»]Respecto a su intento por descalificar mi función, me remito a reproducir lo que la gente de mi distrito piensa, utilizando un extracto de la columna de opinión “Luces en la oscuridad” de un destacado columnista regional, publicada en la página editorial de La Discusión de Chillán, el 27 de marzo 2016: “Un caso aparte fue lo ocurrido en la Circunscripción Biobío Cordillera. El senador Felipe Harboe Bascuñán, abogado y político del Partido por la Democracia, resultó electo a pesar de su condición de “afuerino” (…) El senador se ha mostrado comprometido con las aspiraciones de los habitantes de su territorio, donde destaca el uso de su manejo político y cercanía con el equipo de gobierno, para acelerar la tramitación del proyecto Ñuble Región”.[/cita]

Respecto a su intento por descalificar mi función, me remito a reproducir lo que la gente de mi distrito piensa, utilizando un extracto de la columna de opinión “Luces en la oscuridad” de un destacado columnista regional, publicada en la página editorial de La Discusión de Chillán, el 27 de marzo 2016: “Un caso aparte fue lo ocurrido en la Circunscripción Biobío Cordillera. El senador Felipe Harboe Bascuñán, abogado y político del Partido por la Democracia, resultó electo a pesar de su condición de “afuerino” (…) El senador se ha mostrado comprometido con las aspiraciones de los habitantes de su territorio, donde destaca el uso de su manejo político y cercanía con el equipo de gobierno, para acelerar la tramitación del proyecto Ñuble Región”.

Luego Valenzuela afirma “(…) Harboe busca dilatar la aprobación (de la elección de gobernadores regionales)”. Este es un argumento falaz, que cae por su propio peso. He llamado a legislar aquí y ahora por una descentralización de verdad. Desconozco el grado de participación que el tuvo en la elaboración del proyecto de ley de traspaso de competencias, ni cuánto de su tiempo y sus pergaminos académicos ha utilizado para comprender su alcance y lo mal concebido que está.

Lo único claro es, como lo he señalado en múltiples oportunidades, que el proyecto de ley tal y como está, es una nueva afrenta a la gente de regiones que esperan con estas medidas igualdad de oportunidades, lo que constituye un compromiso explícito en el programa de la presidenta Bachelet y que, tanto el gobierno como quienes lo apoyamos, trabajamos intensamente para cumplir. Ello, tiene que ver con el bienestar de la gente que represento y no con la mediocridad que se quiere validar en un proyecto de ley que  nada contribuye a lograr una real descentralización.

Me imagino que la “experiencia y estudios” del señor Valenzuela le permitirán explicar a los ciudadanos de regiones las razones que lo llevaron a promover una reforma constitucional (aprobada con mi voto en contra) donde se establece que los gobernadores regionales electos sólo podrán tener nuevas competencias cuando el Presidente de la República de turno se las conceda por decreto, y las mantendrán mientras éste no decida quitárselas a su arbitrio y sin derecho a reclamo. Eso sí es una vergüenza centralista, casi monárquica que afecta la dignidad de las regiones y de una autoridad electa por los ciudadanos!

 “(…) Harboe utiliza disonancia cognitiva, tratando de producir nebulosa de la verdad” La única verdad que es tangible y evidente, es que el Senado de la República POR UNANIMIDAD rechazó el proyecto en las actuales condiciones. No puede ser entonces, que todo el espectro político, académicos y Asociación Nacional de Cores, estemos equivocados y el único iluminado sea el ex dirigente PPD-PRI-PRO-VERDE que exige su inmediata aprobación. El proyecto no considera recursos, delegación de poder y/o herramientas para resolver los innumerables problemas que aquejan al territorio.

Lo de la “disonancia cognitiva”, prefiero remitirme a la estructura de la columna que suscribe Valencia, en la cual abundan descalificaciones. Es muy pobre en su aporte a la discusión y rebela un alto desconocimiento al establecer supuestos cuyo cumplimiento está lejos de lo que ocurre en realidad, para aquellas iniciativas descentralizadoras que adolecen de un adecuado traspaso de competencias. La teoría y la práctica no siempre comulgan,  los papers y estudios académicos deben confrontarse con las realidades sociales, culturales para que sean una buena política pública. (transantiago en el papel era fantástico, pero en la práctica estuvo lejos de ello). A la luz de los postulados y argumentos esgrimidos en su columna, tienen un alto componente de retórica y muy poco de realismo toda vez que, llevar a la práctica un proyecto de ley que no se hace cargo de resolver problemas básicos, constituye un ambiente fértil para la generación de conflictos que pueden derivar en problemas de gobernabilidad.

Los ciudadanos están cansados de promesas que al poco andar son sólo humo. La corrupción entre el discurso y la acción es parte de lo que las nuevas generaciones buscan erradicar. Creo en un modelo descentralizado, pero de verdad, creo en la necesidad de transferir poder a las regiones, pero de verdad. Creo en relevar las capacidades intelectuales y políticas de cada región del país, pero de verdad. No creo adecuado que a estas alturas de madurez democrática, el país deba conformarse con iniciativas voluntaristas que no transfieren poder ni recurso alguno, porque a la vuelta de la esquina los ciudadanos se darán cuenta que una vez más, lo que les prometieron, no fue.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias