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“Ley Cholito” y perros de terapia asistida

Por: Raúl Varela Vial


Señor Director:

El avance que representa la llamada “Ley Cholito” ha invisibilizado una gran preocupación para quienes trabajamos en Terapia Asistida por Animales (TAA), con perros entrenados. Ello, por cuanto la obligación de esterilización que impone la normativa a los criadores, en su artículo 25, impedirá la adecuada selección de ejemplares aptos para apoyar física y psicológicamente, por ejemplo, a niños con necesidades educativas especiales, en especial aquellos del espectro autista.

La experiencia demuestra que los perros entrenados especialmente para este fin son un soporte que rompe las barreras entre terapeutas y pacientes. Las actividades con canes preparados para esta tarea tienen un alto impacto en el plano educativo, afectivo y motivacional de las personas con algún tipo de autismo. Su rol es fundamental para conectar a las personas con su entorno y ayudarles a expresar sus emociones y potencial creativo e intelectual.

Debemos considerar que la selección de perros que intervienen en este tipo de terapias se realiza en base a características físicas y de temperamento canino. La expresión de dichos rasgos se genera a medida que el cachorro va alcanzando su madurez, de la mano con la secreción de hormonas sexuales. Así, la esterilización a temprana edad altera su desarrollo natural y la expresión de las características indicadas.

Asimismo, la cuidadosa preparación de los perros que trabajan en Terapia Asistida con canes requiere de su socialización a partir de temprana edad, iniciándose en torno a los dos o tres meses, cuando comienzan a establecer lazos afectivos con los seres humanos. De este modo, tampoco es posible pensar en retrasar su entrega por parte de los criaderos hasta la madurez, dado que esta se logra a partir de los seis meses dependiendo la raza.

No cabe duda de que la Ley de Tenencia Responsable de Animales responde a una gran necesidad de nuestro país para enfrentar el problema del maltrato y abandono animal, sin embargo, vemos que contiene medidas que no solo contradicen su espíritu, sino que terminarán por afectar a personas que requieren de un apoyo que vemos amenazado con la nueva normativa.

En consecuencia, una medida tan radical como la obligación de esterilizar a los cachorros, previo a la entrega, constituye un retroceso en los significativos avances y el fundamental apoyo de la TAA para quienes requieren de herramientas que les permitan una mejor calidad de vida.

Raúl Varela Vial
Director Corporación Junto A Ti
Terapia Asistida con Animales

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