Señor Director:
Leí con asombro el artículo de su diario “Crisis del Sename: la notoria ausencia de la primera amiga de la nación”, pues está titulado de manera tendenciosa al vincular esa crisis con el actuar de Estela Ortiz. Pretende que Estela Ortiz está ausente de la crisis del Sename y sugiere que la crisis de esta institución es responsabilidad de Estela Ortiz. Y frente al lector desprevenido, esto genera un vínculo. Además, alude en forma irónica a la Presidenta de la República, ensuciando su imagen.
Para aclarar, Estela Ortiz está a cargo del Consejo Nacional de la Infancia y no del Sename. Luego, el artículo se hace eco de rumores que denigran la imagen pública de una persona. Su diario recoge supuesta información, la hace anónima, y pretende fabricar una verdad con ello. Su única fuente citada es Karla Rubilar, y la define como independiente, pretendiendo hacer pasar al artículo como imparcial y objetivo.
Hubiera querido recibir información respecto de cuáles son los inconvenientes de fondo de las leyes tramitadas, y cómo en el Congreso se cruzan diferentes sensibilidades políticas, todas legitimadas por votación, que es probablemente la verdadera causa de la lentitud de los trámites parlamentarios acerca de los derechos de los niños.
Isabel Ropert Contreras
