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Declaraciones del Cardenal Medina sobre Carolina Goic Boroevic

Por: Alexis Ceballos


Señor Director:

Dirijo esta carta a Usted tras las misiva publicada, en primer lugar, por Jorge Medina, Cardenal de la Iglesia Romana, arzobispo y prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el diario El Mercurio, en relación a la actual Presidenta del Partido Demócrata Cristiano PDC y candidata a la Presidencia de Chile Carolina Goic Boroevic. En segundo lugar, a la respuesta publicada en el mismo medio de comunicación escrito por don Percival Cowley, ex capellán de La Moneda y sacerdote de la Congragación de los Sagrados Corazones, intervención pública de por medio del jesuita don Felipe Berríos, Capellán y fundador de las organizaciones Un Techo para Chile e Infocap.

Le escribo no como militante del Partido Demócrata Cristiano de Chile, sino como ex alumno del Colegio San Ignacio, centro educacional perteneciente a la Compañía de Jesús, de cuyas filas es el actual Pontífice Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio. Próximo a realizar su primera visita oficial a nuestro país, invitado cordialmente tanto por el Estado de Chile como por la Iglesia nacional, las opiniones públicas vertidas por el Sr. Medina han resultado, cuanto menos, a juicio personal y creo yo, de toda la comunidad ignaciana y jesuita, de una maldad, virulencia, misoginia e irrespetuosidad que no tiene ninguna clase de justificación, muchísimo menos de apoyo, en lo que a la comunidad ignaciana respecta.
Jorge Medina, en su misiva titulada “¿Coherencia?”, ha establecido duras críticas contra la Sra. Goic (mujer, chilena, hija, hermana, esposa y madre de familia), donde el religioso llama a los cristianos a no votar por la Senadora debido a su apoyo al proyecto de despenalización del aborto en sus tres causales. Medina ha cuestionado su calidad de católica, a quienes, como en la época de la Inquisición, condena como graves pecadores, que no están en condiciones de poder recibir los sacramentos de la Iglesia, a no ser que manifiesten públicamente su arrepentimiento. Sin bastarle, ha condenado a la actual candidata presidencial a no tener derecho a un funeral público según los ritos litúrgicos de la Iglesia Católica. Sus palabras impresas no han hecho más que escandalizarnos, y no solamente a la comunidad ignaciana, sino a gran parte del país y sus ciudadanos.

Evidentemente, las voces del Sr. Cowley y el Sr. Berríos no se han hecho esperar. Cowley le ha respondido con algunas preguntas, ciertamente incómodas para el Cardenal Medina: ¿Hubo algún cardenal galo que, en su momento y públicamente, condenara al Primer Ministro francés y católico por aprobar la ley de aborto?, ¿Por qué no pensar primero en que la persona aludida está actuando desde su propia conciencia?, ¿Debe ser siempre respetada la conciencia madura del otro?, ¿Qué hizo y qué dijo el señor cardenal Jorge Medina cuando se violaban sistemáticamente los Derechos Humanos en nuestro país durante la dictadura militar?, ¿No deberíamos, al menos los católicos (y más aún en este mes de la solidaridad) preguntarnos acerca del “aborto social”; es decir, aquel provocado por los ingresos injustos, provenientes de empresarios injustos, que impiden las familias numerosas?, como demuestra el último informe de la OCDE, donde aparecemos tristemente como los pioneros dentro de los países más desiguales de la tierra?

Por su parte, el jesuita Felipe Berríos (capellán y guía espiritual de quien le escribe, en el Colegio San Ignacio durante su juventud y etapa escolar) respondió al Sr. Medina tildando su comunicación de “la típica pastoral del terror”. Y tiene razón. Como bien sostiene, la carta de Medina es de una agresividad propia de él, donde no ve el alma de las personas en las situaciones y por supuesto, uno no puede dejarla pasar. Sería igual de intolerable. “Los congresistas hacen un juramento de votar en conciencia y nosotros tenemos que respetar esa conciencia, es sagrada”, indicó. Si bien Berríos no está a favor del aborto, es enfático en señalar que “ese mismo respeto a la vida me hace respetar la conciencia de las personas. No puedo decirle yo como tiene que votar, o un cardenal o los obispos, a un congresista”. Y vuelve a tener razón. “Si yo tomo al pie de la letra la carta del monseñor Medina, está obligando a pecar a los congresistas porque no los está haciendo votar en conciencia, sino haciéndolos votar como él quiere que voten (…) se aleja del pensamiento de la misma iglesia”. El jesuita llama también a los candidatos presidenciales, de todos los partidos, a que “si son cristianos o católicos, que sean maduros y libres en usar su conciencia y que no se sientan amenazados por una pastoral del terror”, porque claramente, la pastoral de nuestro actual pontífice Francisco I dista muchísimo de aquello. Lo hemos visto claramente esta última semana al bendecir al pequeño hijo de una pareja homosexual brasileña.

No es desconocido para nadie que la Compañía de Jesús es el brazo más intelectual y revolucionario de la Iglesia Católica, con un rol fundamental en la historia no solo de nuestro país, sino de toda América Latina desde la época del descubrimiento de América y la conquista. Pero no es igual de conocido por todo el mundo, que dentro de la comunidad ignaciana, existe una máxima que nos inculcan desde pequeños. La llamamos “Magis”, y no es más que buscar la excelencia, independientemente del área donde uno se desarrolle, vital o profesionalmente. Y claramente, el ataque a una mujer, de su discurso, posición o decisión, está muy lejos de esa cualidad, sobre todo viniendo de un hombre, y más aún de un hombre de la Iglesia Católica. Y no quiero dejar pasar esta carta para recordar, en lo posible, al Señor Cardenal Jorge Medina, que debe absoluta lealtad al Santo Padre de la Iglesia Católica Romana, Sr. Jorge Mario Bergoglio, jesuita, el Papa Francisco I que estoy seguro, estará encantado de compartir en camaradería con la Sra. Carolina Goic Boroevic. Como siempre.

Atentamente,

Alexis Ceballos
Militante PDC y Exalumno Colegio San Ignacio

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