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La burla del tribunal constitucional

El tribunal se mofa de la única restricción formal que tenía, la de ser sólo un “legislador negativo”, y de este modo se mofa del orden que reclama proteger y de los ciudadanos que votan en las elecciones. Con la excusa de que está borrando, lo que hace es arrogarse directamente poder legislativo positivo y decidir no sobre si una regla debe ser excluida, sino sobre qué regla debe ser dictada. Es evidentemente usurpación de funciones.


“El tribunal Constitucional no es una tercera cámara porque es un legislador negativo”, decían. Esto quiere decir que no tiene competencia para incorporar al sistema jurídico una regla en particular, sólo puede impedir que una regla que cree inconstitucional forme parte del sistema jurídico.

En su decisión rol 3729, el Tribunal debió pronunciarse sobre una regla que disponía “la objeción de conciencia es de carácter personal, y en ningún caso podrá ser invocada por una institución”. Como legislador negativo, el Tribunal sólo podía pronunciarse sobre si esta regla era contraria a la Constitución, y en caso que lo fuera eliminarla del proyecto de ley.

En vez de hacer lo que tiene competencia para hacer, el Tribunal eliminó las palabras “y en ningún caso” para de ese modo crear una regla totalmente distinta que la que había aprobado el legislador. En efecto, ahora la regla dispone, incoherentemente, que “la objeción de conciencia es de carácter personal, y podrá ser invocada por una institución”.

Esto es una vergüenza. El tribunal se mofa de la única restricción formal que tenía, la de ser sólo un “legislador negativo”, y de este modo se mofa del orden que reclama proteger y de los ciudadanos que votan en las elecciones. Con la excusa de que está borrando, lo que hace es arrogarse directamente poder legislativo positivo y decidir no sobre si una regla debe ser excluida, sino sobre qué regla debe ser dictada. Es evidentemente usurpación de funciones.

Sólo por razones de dignidad democrática la presidenta debería vetar el proyecto y eliminar todas esas reglas que reflejan no la voluntad del legislador, sino la de la tercera cámara.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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