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Generales competentes

Por: Carlos René Galdames Gaytán


Señor Director:

En relación a la columna de doña Eda Cleary, en la que expresa una fundamentación para afirmar la incompetencia del alto mando del Ejército a propósito de continuar entregando información referida a eventuales violaciones de los derechos humanos durante el Gobierno Militar, quisiera aportar algunos antecedentes que ayuden a formar una opinión tal vez algo más justa y completa.

Como primeras ideas, resulta importante precisar que actualmente en distintos penales del país se encuentran ex miembros de las Fuerzas Armadas cumpliendo condenas, no me referiré a ello en particular, por no ser el tema de fondo en esta ocasión; no obstante rescataré que en una relación matemática e irrefutable, su número constituye un porcentaje que no permite bajo circunstancia alguna generalizar las eventuales prácticas vinculadas a sus condenas.

Dicho lo anterior, es preciso conocer y comprender algunas consideraciones asociadas a los procesos que orientan el ejercicio de la profesión militar, en particular de la Función Primaria Inteligencia. Al respecto, entiendo y justifico que la señora Cleary pudiere no tener un cabal conocimiento.

Las operaciones militares, cualquiera sea su naturaleza, exigen de información válida y útil para cumplir con los propósitos perseguidos, de ese proceso se obtiene inteligencia, siendo esto en términos muy simples la resultante de un análisis, condición que permite desestimar su infundado carácter demoníaco.

Considerando las innegables ventajas que representa disponer de una apropiada información para cualquier fin en la vida, pero particularmente para organismos castrenses derivado de sus funciones, existen algunos principios elementales para ello.
En esa línea de ideas, la inteligencia consta de dos características fundamentales: reserva y compartimentaje. La comprensión en su estado más abstracto de los conceptos citados, permite comprender que los antecedentes vinculados al tema de derechos humanos, hoy a más de 40 años del Pronunciamiento Militar, son difíciles de encontrar y de acceder, justificándose así las declaraciones que afirman que el Ejército ha agotado su oportunidad de colaboración.

En consecuencia, las labores de inteligencia no fueron una actividad masiva que incluyó a toda una organización, la fragmentación de los antecedentes dificulta su simple asociación; sumado a ello, el inexorable paso del tiempo que hoy nos enfrenta a un escenario en el que la ausencia de algunos actores, marcan un punto de inflexión.

Es injusto e inexacto afirmar que el ejercicio del mando de los generales es o ha sido incompetente, porque ello generaliza su actuar desconociendo las diversas funciones que desarrollan, también omite aspectos propios de la Función Inteligencia, cuyo impacto es directo en el cometido de incrementar la información disponible respecto a los hechos que se pretende perseguir.
Finalmente, empatizando con el sentir de las familias que aun y por distintas motivaciones continúan en la búsqueda de antecedentes que permitan contener su dolor; estimo que fijar sus esperanzas en instancia inequívocamente agotadas, no contribuirá a logra su genuino fin, en tanto cuanto que, el Ejército y las Fuerzas Armadas han realizado ya su aporte y las actuales generaciones probablemente no tienen más información que la registrada en fuentes públicas.

Carlos René Galdames Gaytán
Director de G&S Consultores Asociados

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