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Gastos injustificados y amiguísmos: la espada de Damocles de Davor Harasic en la Universidad de Chile Opinión sobre el aumento de matrículas en la Facultad de Derecho

Gastos injustificados y amiguísmos: la espada de Damocles de Davor Harasic en la Universidad de Chile

Pablo Ruiz-Tagle Vial
Por : Pablo Ruiz-Tagle Vial Profesor de Derecho Constitucional, Facultad de Derecho Universidad de Chile. Director ejecutivo Corporación Océanos Azules.
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Se propone un populismo irresponsable de pos verdad al aumentar la matrícula para expandir o fortalecer «lo público” y crear una “universidad extendida”, último eufemismo derivado del slogan “universidad para todos”. La verdad, este aumento de matrícula encubre los problemas de financiamiento de la actual administración de la Facultad de Derecho por gastos no justificados en asesorías y remuneraciones. La medida busca satisfacer intereses privatizadores de facciones elitistas y de un “amiguismo” políticamente correcto, que hoy lamentablemente campea al interior de la Facultad.


El Rector y el Consejo Universitario han declarado que apoyan el aumento de matrícula en 200 nuevos cupos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, porque seguramente han sido mal informados por el decano Davor Harasic y sus asesores quienes han perdido credibilidad, por su constante recurso a la pos verdad y porque reprimen a los que no somos obsecuentes. La verdad Sr. Rector y Sres (ras) del Consejo Universitario, es que muchos académicos, funcionarios, estudiantes y egresados nos oponemos a esta medida por las siguientes razones:

1) Procedimiento: es una medida adoptada sin la necesaria reflexión institucional. Contradice y no se ha debatido en el marco del Plan de Desarrollo Institucional (instrumento de diseño y proyección de este tipo de decisiones estratégicas) lo que evidencia el autoritarismo del decano Harasic, quien ha actuado en todo su período con hechos consumados y amedrentando sus adversarios, para infundir el miedo que hoy lamentablemente existe en la Facultad.

2) Condiciones materiales: la Facultad no cuenta con las condiciones de infraestructura necesarias para recibir 600 nuevos alumnos en primer año. Se requieren obras mayores para la habilitación de nuevas salas, ampliación de bibliotecas, baños, casino, etc.

3) Calidad académica y universitaria: las medidas que se han dado a conocer para implementar el aumento de matrícula muestran un desprecio de las autoridades respecto del trabajo universitario. Académicos, estudiantes y funcionarios son usados hasta ahora como entes inanimados que deben sólo acatar órdenes, en la planificación académica, la periodicidad de los cursos y en el cumplimiento de sus funciones.

4) Calidad de los estudiantes: con toda probabilidad un incremento de esta magnitud afecta las vacantes y será inversamente proporcional a la mejoría de nuestros puntajes de ingreso. La calidad de nuestros estudiantes incide en la calidad de los futuros jueces, fiscales, parlamentarios y buena parte de los servidores públicos en la República de Chile.

5) Ejercicio profesional: esta medida no cuenta con un estudio serio que permita justificar el aumento de abogados en los distintos ámbitos y contextos de la profesión. En consecuencia, queda en tela de juicio la fe pública de la Universidad: ¿realmente se requieren más licenciados en derecho? ¿por qué? ¿cuáles son las necesidades del país en esta materia?

6) Legales: Es también pos verdad que el decano de Derecho, promueva una medida que infringe compromisos legales que adquirió la U. de Chile para recibir fondos de gratuidad. La U. de Chile se comprometió con la política de gratuidad que limita por ley un aumento de matrícula que supere el 2,7% de la matrícula del último proceso de admisión de toda la institución universitaria. El aumento de 200 alumnos en la carrera de Derecho significa superar con creces dicha obligación legal.

7) Éticas: se propone un populismo irresponsable de pos verdad al aumentar la matrícula para expandir o fortalecer «lo público” y crear una “universidad extendida”, último eufemismo derivado del slogan “universidad para todos”. La verdad, este aumento de matrícula encubre los problemas de financiamiento de la actual administración de la Facultad de Derecho por gastos no justificados en asesorías y remuneraciones. La medida busca satisfacer intereses privatizadores de facciones elitistas y de un “amiguismo” políticamente correcto, que hoy lamentablemente campea al interior de la Facultad.

Nuestra Facultad ha sabido sobre ponerse en el pasado a su decaimiento y ha recuperado su tradición de excelencia, su pluralismo y su visión de futuro porque es parte consustancial del mejor proyecto en que consiste la República de Chile. Por eso, espero tranquilo el fin de la pos verdad, del asambleísmo piquetero y de la represión de los que pensamos distinto de la actual administración en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.*

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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