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Calidad de vida y salud en Chile: Gordos pero felices

Por: Nelly Alvarado


Señor Director:

En abril de 2017 el Ministerio de Salud presentó resultados de la encuesta realizada a 7.041 adultos para escrutar la percepción de los individuos de su posición en la vida, en el contexto de la cultura y de los sistemas de valores en que viven y en relación con sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones[i].

Los resultados fueron reveladores en el sentido de que 67,4 % de la población autocalificó de buena y muy buena su calidad de vida, y la nota obtenida ante la pregunta ¿cómo se siente usted con su vida en general? fue de un seis en los hombres; ante la consulta de ¿cómo se siente con su salud? el promedio de ambos sexos fue de 5,6.

Más aún, las notas fueron superiores a las puestas ante las mismas preguntas el año 2000, donde la nota para la vida en general fue de 5,5 y para la salud fue de 5,3. Esto contrasta con la Encuesta Nacional de Salud (ENS) presentada en noviembre, que explora condiciones de salud y factores de riesgo en 6.233 personas adultas, la que en general no es nada promisoria en la detección de factores de riesgo para producir enfermedades.

Mientras la encuesta de calidad de vida detectó un 83.5% de las personas que dice estar muy feliz y bastante feliz y un 75% de las personas que percibe su salud como excelente, buena y muy buena, la ENS encontró una alta prevalencia de factores de riesgo y una preocupante situación sanitaria que sólo augura más enfermedad y muy probablemente más muertes.

Claro, si en Chile 33.3% de las personas acusa consumo diario de tabaco, 11,7% declara consumo riesgoso de alcohol, 86,7% dice no haber practicado deporte o haber realizado actividad física durante al menos 30 minutos tres o más veces por semana. Lo que resulta alarmante es el estado nutricional -medido por el índice de masa corporal[ii]- que detecta un 74,2% de población con sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida.

¿Cómo entender la diferencia entre la autopercepción ciudadana y la medición objetiva de problemas de salud?. ¿Es acaso que los chilenos somos gorditos felices? Y que los placeres en la vida como compartir un trago o un cigarro entre amigos, comerse un buen asado no son transables a la hora de decidir pasarlo bien… y es que todo lo celebramos comiendo y bebiendo. Y ante esto no cabe política de promoción alguna o prohibición legal que valga si en la intimidad del hogar y en el dormitorio el soberano es cada uno.

Las políticas de salud pública en este sentido deberán reenfocar sus estrategias y repensar a la sociedad. Más aún si ya hemos declarado que las personas son autónomas y ellas deciden en todo lo que tiene que ver con su asistencia en salud, es válido plantearse hasta dónde los Estados pueden seguir forzando aspectos que están en la frontera del ejercicio propio de las libertades humanas.

[1] Definición de Calidad de vida, según OMS

[1] IMC: peso en kg./ estatura (mts.)

Dra. Nelly Alvarado

Coordinadora de Salud Pública

Facultad de Medicina – Universidad Diego Portales

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