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Dejando para mañana lo que había que hacer hoy

Por: Felipe Coloma


Señor Director:

A semanas de terminar el Gobierno, la esperanza de conocer un proyecto de ley para el fortalecimiento y desarrollo de los equipos directivos ha desaparecido. Es incomprensible que una política relativamente barata, que genera alto consenso y tiene un enorme impacto en las escuelas no haya sido priorizada, más aún cuando la evidencia nos muestra que no hay mejora posible en las escuelas sin equipos directivos talentosos, bien apoyados y con facultades para ejercer su liderazgo. Sin ir más lejos, el liderazgo directivo explica el 25% de los aprendizajes de nuestros estudiantes y este porcentaje aumenta en escuelas con altos niveles de vulnerabilidad.

Durante los últimos años, en Educación 2020 hemos sido majaderos con la idea de que el orden de los factores sí altera el producto. El haber aprobado la carrera docente sin proponer una política de fortalecimiento de los equipos directivos es francamente incomprensible. Como consecuencia, hoy los directivos ganan menos que varios docentes de sus instituciones, no poseen una clara trayectoria de desarrollo y las posibilidades de capacitación a las que pueden acceder son escasas y poco vinculadas a las necesidades específicas de sus escuelas. No es casualidad que las tasas de postulación al cargo directivo hayan disminuido durante el último año, revirtiendo una tendencia que el país había logrado.

Esperamos que el próximo Gobierno si le dé máxima prioridad a esta temática, creando una política de liderazgo que involucre a todo el equipo directivo de la escuela (no sólo el director), que favorezca el aprendizaje entre pares y cree una trayectoria clara de desarrollo, facilitando apoyo y capacitación en relación a las necesidades que enfrentan los directivos a lo largo de su carrera profesional. Esperamos también que no se imponga la lógica de la retroexcavadora y, por el contrario, el nuevo gobierno recoja los aportes generados durante los últimos años, trabajando colaborativamente con los Centros de Liderazgo, utilizando los diagnósticos y poniendo en el centro de la política la colaboración y pertinencia territorial.

Si la calidad docente es el techo de los sistemas educativos, la de sus directivos es el de las escuelas. Una política de liderazgo directivo no puede seguir esperando.

Felipe Coloma
Investigador de Política Educativa

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