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Propuesta para corregir el actual sistema electoral Opinión

Propuesta para corregir el actual sistema electoral

Hugo Mena K
Por : Hugo Mena K PhD Economía
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El nuevo sistema proporcional usado en las elecciones del domingo 19 de noviembre en Chile tiene claras ventajas respecto del anterior sistema binominal. Pero todos los sistemas electorales tienen pros y contras. El actual tiene tres problemas que ameritan atención. El primero es que permite que en una misma zona electoral territorial salgan electos candidatos parlamentarios con una cantidad significativamente menor de votos que otros que no salen electos. Segundo, deprecia excesivamente el valor del voto para los candidatos independientes – los que no van en ningún pacto (ni sub pacto) electoral – pues a ellos (as) no puede aplicárseles el “efecto rebalse” de la cifra repartidora que se aplica a los candidatos incorporados a un partido político o a un pacto electoral. Y tercero, deprecia sustancialmente el valor de las preferencias electorales de aquellos que votan más por las características personales de un candidato que por el partido político o pacto que éste representa. Dichos problemas pueden generar una ostensible sub representación de las preferencias de una parte importante del electorado, especialmente entre aquellos que no se identifican con ningún partido político (la inmensa mayoría). Lo anterior cobra especial relevancia en un escenario como el actual, en que el prestigio de los partidos políticos está seriamente cuestionado. En las próximas elecciones los tres problemas antes indicados, de persistir, muy probablemente conducirán a una aún menor participación electoral que la actual, pues la inmensa mayoría del electorado no estaba consciente de estas falencias del nuevo sistema electoral chileno y reaccionaron con sorpresa cuando notaron que, en su circunscripción, no salieron electos diputados y senadores con un volumen de votación sustancialmente mayor que otros que sí resultaron electos.

Estos problemas se deben y pueden corregir – al menos en gran parte- sin que se altere la esencia del actual sistema proporcional, incorporando una restricción que ponga un límite al impacto electoral asociado al método de la cifra repartidora y al “efecto rebalse”, inherente al actual sistema. Al respecto, sugiero se estudie agregar en la actual ley 20.840, en lo relativo a cómo se obtienen los parlamentarios (y Alcaldes, Concejales, CORES, y futuros Gobernadores) electos en un proceso eleccionario, lo siguiente:

“Siempre y cuando el candidato así electo obtenga una cantidad de votos no inferior al 75% de los votos obtenidos por el candidato que obtuvo la mayor cantidad de votos pero que no resultaría electo bajo el actual sistema proporcional. Si ello no se cumple, entonces el cupo correspondiente se asigna al candidato con mayor votación de los que no serían electos. Y así sucesivamente, en orden secuencial de cantidad de votos.”

Dicha modificación al sistema actual daría origen a un “sistema proporcional de cifra repartidora acotada”, donde la cantidad de parlamentarios electos por un partido político o pacto en particular no sólo dependería de la cantidad total de votos obtenidos por dicho partido político o pacto electoral en cada zona electoral territorial, sino también de la votación individual obtenida por cada candidato en dicha zona electoral territorial, independientemente de la lista o pacto a la cual pertenezca el candidato, o de si éste no estuviese adscrito a una lista o pacto de partidos políticos. Este mecanismo – que, entre otras cosas, permite darle un cauce electoral institucional adecuado a las candidaturas independientes – acota el impacto distorsionador sobre las preferencias manifestadas por el electorado en materia de candidatos específicos, derivado del mecanismo de la cifra repartidora y del “efecto rebalse” asociado al actual sistema proporcional contemplado en la Ley 20.840.

El siguiente cuadro ilustra, a modo de ejemplo, cómo operaría esta propuesta en un caso concreto.

Sistema proporcional de cifra repartidora acotada (Propuesta)

Corrige los resultados anteriores, restringiendo los candidatos así electos que obtuviesen menor votación que los candidatos no electos, de la siguiente manera.

De los candidatos arriba electos, el con menor votación resultó ser el candidato 3: tiene 60 votos. Por otro lado, de los candidatos no electos, el con mayor votación es el candidato 8 de la Lista D: tiene 100 votos. Se comparan ambas cifras. En este caso, puesto que la cantidad de votos del candidato 3 es inferior al 75% de los votos obtenidos por el candidato 8, se sustituye el candidato 3 por el candidato 8. Este último puede representar ya sea un candidato independiente o uno perteneciente a algún partido político o pacto electoral.

De los restantes candidatos electos bajo el sistema proporcional actual, el candidato que le sigue en menor votación es el candidato 6 de la Lista C, con 350 votos. Y el que tiene mayor votación de los no electos, es el candidato 5, con 80 votos, inferior a los votos obtenidos por el candidato 6. En consecuencia, no puede haber más sustituciones. Por lo tanto, la situación final quedaría como sigue.

Candidatos electos bajo sistema proporcional de cifra repartidora acotada

Es decir, en este ejemplo no se verían afectadas la Lista B y la Lista C. Pero sí se afectarían las otras dos Listas. La Lista A reduciría la cantidad de candidatos electos, de tres a dos; y la Lista D, que quedaba sin representación bajo el sistema electoral actual, quedaría representada con un candidato electo.

A continuación, se presenta una simulación de cómo habrían cambiado los resultados de las elecciones de senadores del pasado domingo 19 de noviembre, si hubiese estado vigente esta modificación al sistema proporcional actual. Para ello se presentan dos cuadros. El primero (Cuadro 2.A) identifica los nombres de los senadores que se sustituirían en virtud de la corrección al sistema proporcional aquí propuesto. Posteriormente, se presenta un cuadro resumen general- denominado Cuadro 2.B – que cuantifica cuál habría sido el impacto electoral de tales sustituciones de senadores en la elección del domingo 19 de noviembre.

En este último cuadro se pueden fácilmente comparar los resultados actuales con los que se habrían obtenido para los senadores bajo el “sistema proporcional de cifra repartidora acotada” que se propone.

Bajo el sistema propuesto cambiarían 5 de los 23 senadores electos (equivale a un 21, 7 %). En cuanto a la distribución de tales cambios por partidos políticos, el Cuadro 2.B indica lo siguiente:
(a) No saldrían afectados tres partidos: el PPD, el PS y la UDI. Todo el resto se afectaría.
(b) Revolución Democrática pasaría de 1 senador a ninguno.
(c) Amplitud pasaría de ningún Senador a 1 Senador.
(d) Ciudadanos pasaría de ningún Senador a 1 Senador.
(e) El PDC subiría de 3 a 4 Senadores.
(f) EVOPOLI reduciría su representación senatorial: pasaría de 2 Senadores a 1.
(g) Renovación Nacional reduciría sus Senadores de 6 a 4.
(h) Las candidaturas independientes, que actualmente no tienen representación en el Senado, pasarían a tener un Senador.

Invito a estudiar la presente propuesta.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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