Señor Director:
Hace algunos días atrás, más de 50 millones de personas se enteraron vía Twitter que Siria había sido bombardeada con éxito y precisión por EEUU, Francia e Inglaterra. De forma semejante, otros tantos millones de personas se enteraron del descontento de Rusia, Irán y China, poniendo así al mundo en la tribuna de un conflicto armado global.
La noche del sábado, como en un juego de PlayStation, 105 misiles Tomahawk fueron lanzados al horizonte por gamers que esgrimen las banderas de la civilización y el desarrollo. 75 de ellos fueron virtualmente interceptados por barreras anti misiles de otros gamers que buscan por su parte el respeto a la independencia de las naciones. Desde otro rincón el público mundial aprueba/desaprueba estos sucesos, llenado las redes planetarias con cadenas de oración por la paz mundial o de desagravio frente a la trasgredida independencia nacional.
Pero, ¿alguien tiene claro que es lo que ocurrió realmente en el cielo de Siria? ¿Alguien sabe del miedo y la angustia que deben estar viviendo miles de seres humanos que son parte involuntaria de esta partida? ¿Existirá solo una verdad en este conflicto o la realidad se compone de múltiples matices?
Desde mi terraza en paz, miro el cielo azul que acompaña otra noche de domingo otoñal en Santiago. Y como en un juego de PlayStation, pienso que nos estamos acostumbrando demasiado a esta insoportable levedad de la guerra.
Dr. Marcelo D. Miranda
Profesor Asociado
Departamento de Ecosistemas y Medio Ambiente
Pontificia Universidad Católica de Chile
