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Luces y sombras en el proyecto de migrantes

Por: Eduardo Contreras Díaz


Señor Director:

Actualizar la legislación migratoria es una necesidad de hace varios años, considerando que la normativa vigente se promulgó hace más de 40 años, y cuando en Chile los extranjeros no superaban las cien mil personas. Hoy, superan el millón de extranjeros.

No obstante, creemos que la forma de proceder con este proyecto no ha sido óptima, ya que se ha optado, por un lado, de un aggiornamento de un proyecto que fue presentado en el primer gobierno del presidente Piñera, y por otro, la dictación de un instructivo presidencial que mira a los actuales inmigrantes del país de forma sesgada, selectiva y discriminatoria (por no decir, racista). Muestra de ello, es que un formulario en línea del MINREL para la tramitación consular exige indicar el color de piel u ojos, entre otros criterios.

Desde mañana (lunes 23) comienza el proceso de regularización extraordinario, el cual permitirá registrar y ordenar a todos aquellos que no cuentan con su documentación en regla. Sin embargo, de plano elimina el visado por motivos laborales, principal camino de regulación de la población migrante que ingresaba hasta hace unos días al país (cerca del 70%), y a quienes se sometan a ese proceso, no podrán optar a trabajos de manera regular (como lo habían hecho hasta ahora). Se crean también varios tipos de visas, los que entraran en vigencia en distintos momentos. Además, no se conocen los criterios que utilizará la Administración para decidir finalmente a quien se concede (o no) el permiso de residencia.

Lo más réprobo han sido los nuevos requisitos para los ciudadanos de Haití, porque les exige, antes de pisar suelo nacional, que soliciten visado en los Consulados chilenos (ya sea de turista o la con fines humanitarios), los cuales serán más exigentes y limitadas en cuanto a número. Por otro lado, en Venezuela, se creó la visa de Responsabilidad democrática, que también requiere un trámite previo en el Consulado nacional ubicado en Caracas, lo que ha provocado grandes aglomeraciones en aquella oficina.

Hay luces y sombras en este nuevo proyecto, que dejan más dudas que certezas. No olvidemos que la migración es un derecho latamente consagrado por el Derecho Internacional: “libertad”, un término tan usado por el actual Gobierno, debe ser comprendido no solo como libertad de mercado o de emprendimiento, sino que en todo su esplendor, como también en la libertad de movilidad.

Eduardo Contreras Díaz
Asistencia Jurídica Migrante de Valparaíso

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