Señor Director:
Escribo después de hablar con don Carlos, dirigente del Agua Potable de Rangue. Muchos aquí ignoran esto, pero quienes sufren más con la escasez hídrica no son aquellos que no pueden pasear en sus lanchas o regar sus plantaciones, sino quienes siempre han vivido aquí. Ver la laguna seca es para ellos un inmenso dolor que no tiene descripción en palabras, y simplemente no es justo.
Nuestra querida laguna se secó y no es culpa ni de los grandes agricultores, ni de las parcelas de agrado, ni de la población en general; es culpa de todos. Quién consume y cuánto, eso se verá este año, pero lo importante no es buscar culpables, sino trabajar en una solución, pues todos queremos lo mismo, ver la laguna de nuevo con agua. Para esto, es fundamental que todos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad y de cómo hemos derrochado nuestra agua en la última década, sin tener conciencia que esta podía agotarse. Las soluciones están, primero que nada, en valorizar el agua de nuestro pequeño acuífero mediante la disminución del consumo a nivel familiar y predial. En otras palabras, necesitamos un fuerte cambio de cultura del agua y entender que simplemente no es correcto desperdiciar el agua en una cuenca que no la tiene. Debemos adaptarnos a la nueva realidad y ser responsables con nosotros mismos y con quienes vendrán a habitar este paraíso en el futuro.
Como verán, si no actuamos unidos, jamás volveremos a ver nuestra querida laguna. El futuro está en nuestras manos. Aquí algunos consejos para comenzar, siendo así parte de la solución y no del problema:
1. Tenga un jardín inteligente y eficiente. Utilice especies de bajo consumo y elimine el pasto (o instale pasto sintético). El césped en esta zona climática consume 5-7 litros por metro cuadrado cada día. Si no riega su pasto, gozará de al menos seis meses de pasto verde (el cual revive cada año), y si además aplica semillas de especies nativas con flores, se sorprenderá de los resultados. Además, riegue sólo al atardecer o de noche, para no desperdiciar agua que se evapora. Use mangueras con freno, para evitar desperdicios entre que riega una planta y la siguiente. Por último, aplique mulch (es decir, cubra el suelo cercano a sus plantas con restos vegetales) para evitar pérdidas por evaporación y, sobre todo, aplique geles, los que disminuyen el riego en 90%.
2. Desvíe las aguas grises (ducha, lavatorio y lavadora) hacia sus plantas, y así ahorrará agua y tiempo en riego.
3. Capture y almacene las aguas lluvia en estanques instalados junto a su huerto.
4. Instale o convierta su inodoro en eficiente. Iintroduzca una botella llena de agua en el estanque, para disminuir el volumen perdido en cada lavado. Un inodoro normal consume más de 50 mil litros al año.
5. Dúchese sólo un par de minutos. Cada minuto de ducha son 15 litros de nuestro pequeño acuífero.
6. Si tiene piscina, llénela con agua proveniente de una cuenca sin problemas de escasez (con camiones aljibe) y compártala con sus vecinos y amigos que no tienen, para así evitar que se construyan más piscinas en la cuenca.
7. Lávese los dientes con un vaso de agua y use un balde o tapón para lavar su loza, para luego regar sus plantas en macetas con esa agua. También lave su auto con un balde.
8. Nunca barra las hojas con la manguera (para eso están las escobas).
9. Eduque a su familia y amigos a cuidar el agua de nuestro valioso acuífero.
Pablo García Chevesich, hidrólogo, Universidad de Chile
