Opinión
Los últimos acontecimientos relacionados al relleno de humedales en Valdivia sin duda motivan a hacernos una simple pero fundamental pregunta. ¿Cómo conservar los humedales urbanos? Según datos del Min. de Medio Ambiente, casi un 37% de la superficie de esta comuna son humedales, algo poco usual en Chile. Poseemos un capital natural valiosísimo -que existe por razones hidrológicas naturales- en ocasiones comprometido por la demanda de construcción de viviendas e infraestructura que una ciudad emergente requiere.
Pero ¿qué pasa con estos humedales? Recientemente hemos sabido de cómo varios de estos sistemas a lo largo del país están siendo rellenados o son degradados a tal punto que se terminan secando, o son amenazados por especies introducidas y/o la contaminación. No existen soluciones fáciles a estos problemas. Sin embargo, no tenemos más alternativa que realizar esfuerzos efectivos, como individuos y como comunidad, para enfrentar estas amenazas y mitigar los daños a los humedales. Sería imperdonable no tomar esta oportunidad para ordenar nuestro territorio para así no hipotecar el imponente capital natural que poseemos. Como CEHUM, trabajamos en propuestas que buscan aportar al análisis legislativo así como en iniciativas concretas para asegurar su protección.
[cita tipo=»destaque»]Esperemos que, tanto el Plan de Protección de Humedales anunciado por el Gobierno en el marco del día Mundial del Medio Ambiente, como el proyecto de ley de protección de humedales urbanos, que esta semana se comenzó a discutir la Comisión de Medio Ambiente del Senado traigan consigo avances y acciones concretas y efectivas para asegurar la conservación de humedales generando además conciencia de la importancia que tienen para la calidad de vida de todos los ciudadanos.[/cita]
La necesidad de áreas verdes para proveer salud mental y esparcimiento, además la necesidad cada vez más creciente de mitigar el cambio climático colocan a los humedales en un rol estratégico. Nos estamos enfrentando a una situación de lluvias cortas pero intensas y el efecto de absorción de agua que tienen los humedales por el efecto “esponja” que producen serán clave para evitar inundaciones, entre otros beneficios. En el caso de las sequías, los humedales liberan agua paulatinamente asegurando una distribución constante. Su mal manejo y sobreexplotación ha generado problemas de escasez de agua en zonas tan lluviosas como Chiloé.
Esperemos que, tanto el Plan de Protección de Humedales anunciado por el Gobierno en el marco del día Mundial del Medio Ambiente, como el proyecto de ley de protección de humedales urbanos, que esta semana se comenzó a discutir la Comisión de Medio Ambiente del Senado traigan consigo avances y acciones concretas y efectivas para asegurar la conservación de humedales generando además conciencia de la importancia que tienen para la calidad de vida de todos los ciudadanos.
