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El liderazgo como servicio colaborativo Opinión

El liderazgo como servicio colaborativo


En respuesta a lo planteado por el Rector Juan Manuel Zolezzi en La Tercera sobre los liderazgos en la Educación Superior. Las universidades estatales están llamadas a recuperar su rol republicano, para convertirse en el centro de la generación del conocimiento; en un modelo de sociedad democrática, solidaria y sustentable, para construir el futuro con innovación y excelencia. Tienen un compromiso inalienable con los grandes ejes estratégicos de desarrollo del país y con la permanente transformación de la sociedad.

Para recuperar ese rol y cumplir su compromiso, la Universidad de Santiago de Chile, requiere  un nuevo estilo de liderazgo: participativo, inclusivo, con equipos centrados en la meritocracia, atento a la diversidad, eliminando el paternalismo y el autoritarismo, colocando el aparato administrativo al servicio de la academia. En otras palabras, un liderazgo que se entiende no como jefatura sino como servicio, asociado a una gestión eficiente, transparente y descentralizada.

El actual nuevo marco legislativo (leyes de Educación Superior y de Universidades Estatales) y el compromiso de financiamiento complementario para los próximos diez años, contribuyen a paliar en parte la deuda del Estado de Chile con sus universidades. Es urgente aprovechar esas oportunidades y liderar con rigurosidad y profesionalismo la elaboración de los reglamentos que las leyes exigen, como también el diseño de un nuevo Estatuto Orgánico. Sin embargo, no hay que hipotecar los próximos 4 años de gobierno en un simple y solo ejercicio de reacción ante el nuevo contexto jurídico y financiero.

[cita tipo=»destaque»]Para liderar a la Universidad de Santiago de Chile y enfrentar con éxito estos grandes desafíos, he puesto a disposición de la comunidad académica mi candidatura a Rector, para el período 2018-2022. Como elemento consustancial del sentido de Universidad, vamos a abrir los espacios para discutir y hacer converger ideas que nos permitan ser actores claves de una red de universidades nacionales e internacionales. Y lo haremos con respeto, con tolerancia a la diversidad, ejerciendo plenamente nuestra libertad de expresión, en un ambiente de pluralismo, pilar fundamental de un plantel académico, estatal y público.[/cita]

La excesiva centralización y la larga duración de las autoridades en sus cargos, no permiten la creación de un proyecto que trascienda. El temor al cambio y la autocomplacencia no son buenos indicadores para los desafíos que nos esperan. La crítica, el respeto, la honestidad y la empatía son valores que reunidos en equipos transversales pueden ayudar a la Universidad no sólo a resolver los temas de gestión institucional de una nueva juridicidad, sino que además convertirnos en modelo de la nueva educación pública que Chile y el mundo requieren.

Necesitamos impulsar un proceso de renovación interna de liderazgos y de colaboración externa, para reconstruir el sentido de la universidad Estatal y Pública, y reconectarla con la sociedad. Para ello, es necesario terminar con la lógica de competencia entre universidades, orquestada en base a rankings y a anhelos personalistas de figuración nacional, inaugurando un paradigma de colaboración, entre todas las mejores universidades del país y de América latina.

Los desafíos que nos imponen el manejo cuidadoso del medio ambiente, la explotación sostenible de la riqueza natural, los desafíos del cambio climático, la exigencia de eficiencia energética, el imperativo de la industrialización 3.0 y 4.0, el descontrolado crecimiento de las ciudades, la transformación del modelo económico, los cambios culturales, la educación no sexista, el avance del conocimiento y el progreso tecnológico, no dejan lugar para mezquindades autocomplacientes de una institución. Solo con un trabajo colaborativo amplio, serio, riguroso y eficiente, podremos dar respuesta a estos grandes desafíos.

Para liderar a la Universidad de Santiago de Chile y enfrentar con éxito estos grandes desafíos, he puesto a disposición de la comunidad académica mi candidatura a Rector, para el período 2018-2022. Como elemento consustancial del sentido de Universidad, vamos a abrir los espacios para discutir y hacer converger ideas que nos permitan ser actores claves de una red de universidades nacionales e internacionales. Y lo haremos con respeto, con tolerancia a la diversidad, ejerciendo plenamente nuestra libertad de expresión, en un ambiente de pluralismo, pilar fundamental de un plantel académico, estatal y público.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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