Opinión
El 11 de septiembre de 2014, desde el Patio de los Naranjo, una seria y compungida Michelle Bachelet anunciaba el envío al Congreso, “con suma urgencia”, de un proyecto para derogar la Ley de Amnistía de 1978. El proyecto ingresó el 10 de diciembre de 2014 al Senado, desde donde algún día debía pasar a la Cámara, pero el Gobierno de Bachelet, aun teniendo las mayorías parlamentarias, le quitó más de una decena de veces la urgencia. La última vez lo hizo en el simbólico mes de septiembre de 2016, entonces le retiró toda urgencia. Así las cosas, aun hoy está en vigencia la vergonzante Ley de Amnistía. La promesa presidencial, por supuesto, era una farsa, una “acción mediático – comunicacional”, más que nada. Gracias Michelle.
El 30 de julio de 2015, Michelle Bachelet recibía en La Moneda a Carmen Gloria Quintana, sobreviviente de ser quemada viva por militares. La promesa esta vez fue cerrar Punta de Peuco, otro gran anhelo en el campo de los Derechos Humanos . “Ella me comunicó que Punta de Peuco se va a cerrar en septiembre, y que también todas las medidas que yo le pedí, ella las va a hacer llegar como proyecto de ley al Congreso”, decía, confiada, Carmen Gloria Quintana. Como todo Chile sabe, la cárcel militar no fue cerrada. Gracias Michelle.
[cit tipo=»destaque»]En todos los casos lo mismo: anuncios relevantes hechos por Bachelet en el ámbito de la defensa de los DD.HH., pensados como estrategias político-comunicacionales, solo eso, mas nada. Es el uso de los DD.HH como una coartada aparentemente progresista, empática y democrática para contener las presiones de los y las defensoras de los DDHH, mientras socialistas como Bachelet consolidaban la impunidad y profundizaban el neoliberalismo.[/cita]
El 28 de enero de 2005, siendo candidata presidencial, e invitada a inaugurar el XXVII Congreso del Partido Socialista dijo a la militancia socialista: “Yo no lo olvido nunca: esta es la casa de Carlos Lorca”. En junio de 2016, con Bachelet presidiendo el país, el Partido Socialista se auto-margina del proceso judicial por la desaparición de Carlos Lorca, de esta forma, la querella del PS por la desaparición de Lorca y sus compañeros es declarada abandonada por el ministro en visita que investiga los hechos. Sí que se olvidaron de Lorca, máximo dirigente del PS en la clandestinidad, jefe y amigo de Bachelet. Gracias Michelle.
El 17 de enero de 2017, ya en los descuentos, el gobierno de Bachelet anuncia el envío de un proyecto de ley al Senado para eliminar el indulto en casos de crímenes de lesa humanidad. De acuerdo al escrito, no procederá “el indulto particular, respecto de las personas condenadas por crímenes o simples delitos de lesa humanidad, de genocidio o de guerra». Este proyecto, al igual que ocurrió con la Ley de Amnistía, fue ingresado sin urgencia por el gobierno bacheletista, gracias a ello solamente es un papel y así acaban de salir en libertad seis genocidas. Gracias Michelle.
En todos los casos lo mismo: anuncios relevantes hechos por Bachelet en el ámbito de la defensa de los DD.HH., pensados como estrategias político-comunicacionales, solo eso, mas nada. Es el uso de los DD.HH como una coartada aparentemente progresista, empática y democrática para contener las presiones de los y las defensoras de los DDHH, mientras socialistas como Bachelet consolidaban la impunidad y profundizaban el neoliberalismo.
