Señor Director:
Varias columnas de opinión se han escrito a costa de la venta de Cornershop a la multinacional Walmart. Este hecho ha sido un punto de inflexión que entrega incentivo para continuar por la senda del emprendimiento e innovación, teniendo las universidades, por el rol que cumplen, una gran responsabilidad en la formación y creación de emprendedores.
Sin embargo, algunas de ellas enseñan para el siglo XXI, pero con las ataduras del siglo pasado. Un ejemplo para ilustrar lo señalado. En un postgrado de innovación de una prestigiosa universidad, que figura en los primeros lugares de los ranking nacionales, a los alumnos se les pidió desarrollar un caso de estudio, la totalidad de ellos excepto uno, entregaron una respuesta similar, que incluso se puede encontrar en Google, y fueron bien evaluados por el docente, sin embargo quien entregó un análisis diferente tuvo una deficiente calificación y sin oportunidad de explicar su punto de vista. ¿cómo innovar si mantenemos la mentalidad de rebaño?
Cornershop no fue bien valorado por los inversores nacionales y no le entregaron financiamiento. Entonces, para no caer en los mismos errores, ¿no será hora que también se innove en cómo calificar las ideas e innovaciones en la universidad?
Benjamín Riquelme Oyarzún
