La revolución online es un fenómeno social, pero no como la idea tradicional de revolución. Esta revolución, es de un nuevo tipo. Una que nació sola, sin ningún sesgo ideológico. Pero que al igual que las demás revoluciones, rompe con los antiguos paradigmas, los que nos dicen cuales son taxativamente las instancias de participación ciudadanas y democráticas. Estos nuevos ciudadanos online no se quedan sólo en el derecho al sufragio o en la elección de representantes, sino que además opinan libremente acerca de las acciones de sus representantes acciones y también sobre sus omisiones.
Hoy en día y más que en ninguna otra vez en la historia podemos observar el particular fenómeno de la expresión ciudadana en el pleno ejercicio democrático del debate público. Redes sociales como Facebook, Twitter, Tumblr y los blogs de opinión, entre otros han abierto un campo libre a la opinión de las personas. Y es este un ejercicio muy sano desde el punto de vista de la dinámica de la discusión pública, porque las personas hoy en día están más empoderadas y cada vez más conscientes de sus derechos.Y esto es en razón de que las nuevas tecnologías han abierto muchas puertas para facilitar el acceso a gran cantidad de contenidos, textos, libros, videos , audios, blogs, legislación,etc. que han contribuido de manera decisiva a crear un nuevo tipo de ciudadano que conoce sus derechos y no teme expresar su descontento frente a la actividad legislativa o de gobierno, cuando las considera poco pertinentes o abiertamente injustas.
A través de las nuevas herramientas digitales el nuevo ciudadano focaliza sus preocupaciones, genera debate, tendencias de opinión y realiza también una especie de fiscalización de la actividad pública.
Lo que antiguamente se realizaba a puertas cerradas, fuera del escrutinio público, hoy es cada vez más evidentemente transparente. Los actores del mundo político no pueden esconder sus actos bajo la alfombra tan fácilmente, pues las alarmas se encienden rápido.
Y es muy importante que el ciudadano de a pie, tenga una opinión y que busque maneras de representar esa opinión. Porque las decisiones de las personas que detentan el poder nos afectan tarde o temprano en nuestra vida cotidiana.
La política no sólo se ejerce desde los escaños del congreso o desde la moneda, los cambios se gestan primero que todo en nuestro interior, con un pensamiento crítico, reflexivo y sobre todo libre de poder expresarse. Al transformarnos en ciudadanos conscientes y reflexivos, moldeamos también la realidad de nuestras conciencias, cambiamos el switch que nos mantiene normalizados frente a las situaciones que nos afectan y nos convierte en agentes de cambio. La revolución online pretende de esa forma abrir esas mentes a través de la libertad. Sacarnos del letargo y convertirnos no sólo en lectores y observadores de noticias y de la cultura. También en actores activos y críticos que tienen una opinión.
Lo revolucionario tiene que ver con el cambio, uno de paradigmas, uno en que las personas cambian su modo de ver y de pensar. Su forma de sentirse parte del debate, de sentirse identificadas con las reformas y nuevas leyes. Es parte del proceso democrático el que debe ser inclusivo y no excluyente de las opiniones de los ciudadanos.
Dany Quezada Lara
Alumno 5to año de Derecho
