La tenaz oposición a la intervención del bosque valdiviano desembocó en un histórico acuerdo entre gobierno y ambientalistas de la región. La rehabilitación ambiental de algunas zonas, los estudios de impacto ambiental y la promoción de ecoturismo son los requisitos para la mínima intervención un entorno único en el mundo.
Cuando el gobierno tomó el acuerdo para minimizar el impacto sobre el ambiente vinculado a la implementación de una ruta que unirá las localidades costeras de la Décima Región, también terminó con una larga disputa ecologista que incluso puso en riesgo la edificación, al menos por el fuerte antagonismo de la ciudadanía.
Pese a ello, la construcción y mejoramiento de la vía, que va desde Bahía Mansa a Pargua y tiene una extensión de cerca de 175 kilómetros, aún genera fuertes discrepancias debido a que su puesta en marcha abriría la puerta a empresas forestales que encontraría caminos accesibles para ejecutar sus negocios, de acuerdo a sectores ambientalistas.
Las denuncias llevaron a que se formara una organización que se transformó en el principal referente de los opositores a la obra, la Coalición para la Conservación de la Cordillera de la Costa (CCCC) que defendía la preservación del bosque valdiviano e interpuso recursos judiciales para detener la construcción, que calificaban como «irregular».
El acuerdo suscrito entre organismos estatales y ambientalistas rompe con las aprensiones, debido a que impondrá un estricto monitoreo ambiental del lugar, tal como reconocieron autoridades de gobierno y entidades ecologistas.
Con el acuerdo se reduciría el impacto sobre la masa boscosa de la Región de Los Lagos, que constituye una reserva de especies en flora y fauna únicas en Chile como el olivillo y el monito del monte.
Monito del monte, especie que habita en el bosque valdiviano [foto: Conaf]
El área situada desde Valdivia hacia la costa ha permanecido prácticamente intacta hasta ahora, salvo pequeñas explotaciones madereras, debido a la reducida disponibilidad de vías de comunicación que también mantienen relativamente aisladas a comunidades huilliches que habitan en la Cordillera de la Costa.
En algunos lugares el bosque es tan espeso y poco explorado que hasta lugareños se han perdido sin dejar rastro luego de internarse en ellos, según relatan quienes conocen la zona.
Comunidades huilliches que se emplazan a lo largo de la zona también han mostrado sus aprensiones respecto al impacto ambiental de la vía, aunque el MOP asegura que los requerimientos de los comuneros serán incluidos a la hora de decidir por qué sector irá la ruta.
Las medidas
Una de las iniciativas más importantes dentro del acuerdo, a la que se comprometió la Dirección de Vialidad, es la implementación de un área de conservación entre las localidades de Corral y Río Bueno, en la vertiente occidental de la Cordillera de la Costa, donde pase una ruta escénica o ecoturística, junto a un mecanismo para la creación de áreas silvestres protegidas.
Las restantes medidas se relacionan con la postergación de trabajos hasta noviembre del 2003 para redefinir el tramo que va desde Chahuín a Hueicolla, y desarrollar la rehabilitación ambiental desde Corral a Chahuín.
Bienes Nacionales también gestionará la permuta de bienes fiscales por áreas de bosque nativo de propiedad privada ubicadas en sectores prioritarias para la conservación.
La organización ambientalista CCCC se comprometió a la puesta en marcha de la ruta escénica, colaborar en el análisis de prefactibilidad ambiental del sector Colún-Río Bueno, participar en proyectos de conservación de los terrenos que se adquieran, y gestionar la obtención de fondos internacionales que permitan el financiamiento de las iniciativas.
Para llevar cabo estas medidas, se formó un Comité de Coordinación Técnica y Legal, integrado por distintas repaticiones públicas y que tiene como objetivo facilitar la conservación biológica de los terrenos y de las áreas silvestres protegidas.
López: «Discusión con ambientalistas era fundada»
El director de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), Gianni López, aseguró en conversación con El Mostrador.cl que el acuerdo permitirá concluir con una de las luchas ambientalistas que se mantenía por años.
«La discusión con los ambientalistas por lo que pasaría con el bosque valdiviano era fundada. Es una de las reservas de vida más importantes del mundo debido a sus características, y por eso requiere un cuidado especial», reconoció.
Agregó que el manejo que se haga es crucial para la conservación de las especies. Para ello «la Conama contribuirá con estudios el diseño de la ruta escénica y la evaluación ambiental de los productos de este proyectos».
López destacó que un férreo opositor al proyecto como la CCCC se haya transformado en protagonista de la implementación de una ruta escénica que formará parte de la iniciativa. «Es importante reconocer que la Coalición pasará de opositora a activa participante en la mantención de áreas silvestres y a ayudar en el estudio de impacto ambiental que se hará de la ruta», recalcó.
CCCC: «Estudios antes que construcción»
El coordinador de la Coalición para la Conservación de la Cordillera de la Costa (CCC), Francisco Solís, consideró que el acuerdo es un precedente para futuras obras que impliquen riesgo ambiental.
«Parece imprescindible que en el futuro las intervenciones se ejecuten después de efectuar los estudios necesarios, y que previamente aseguremos la subsistencia de parte importante del patrimonio natural a través de la creación de nuevas áreas protegidas», explicó.
Solís precisó que el acuerdo «se hace en un tiempo en que la Décima Región todavía cuenta con un patrimonio natural y cultural que constituye su principal activo. Esta zona atrae turistas provenientes en su gran mayoría de países más avanzados, que incluyen a nuestra Cordillera de la Costa dentro de las 25 áreas de mayor prioridad para la conservación a nivel mundial».
El activista aseguró que la oposición de su entidad se basó en que el proyecto de la carretera costera «no era razonable, ni eficiente ni técnicamente viable para esta región. Avalamos nuestros dichos con estudios de costo-beneficio y de ingeniería que demostraron que el actual trazado tenía una rentabilidad social negativa de menos 1,2 por ciento. Además el 90 por ciento del trazado en construcción beneficiaba a una sola empresa dedicada a la sustitución de bosques nativos por eucaliptos».
Agregó que un punto esencial en la discusión sobre el proyecto fue «la participación ciudadana y consulta a los afectados de manera previa a un proyecto de esta envergadura. Para ello realizamos una encuesta en las comunidades huilliches costeras de la Provincia de Osorno y de sus autoridades tradicionales, la cual arrojó que nueve de diez comunidades se oponían al proyecto, prefiriendo mejoras de caminos existentes».
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