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Gonzalo Martner se está quedando sin la presidencia del PS

La candidatura del subsecretario no sólo era de la Nueva Izquierda: también líderes de las otras tendencias se sumaron a su nombre. Entre quienes lo apoyaban hubo cambio de opinión y ahora están abiertos a aceptar que, por una suerte de razón de Estado, Insulza sería el hombre adecuado para manejar un partido afectado por la crisis.


Los efectos del caso Coimas y de los desafueros siguen extendiéndose por la Concertación como mancha de aceite. Una de las víctimas indirectas de la crisis interna que se han auto-diagnosticado los partidos podría ser Gonzalo Martner, actual subsecretario general de la Presidencia y, hasta hace dos semanas, el hombre destinado a conducir el Partido Socialista a partir de abril.



Desde entonces, la posibilidad de que a Martner le arrebaten el timón del PS para instalar en su lugar al actual ministro del Interior, José Miguel Insulza, son crecientes. Si bien para el entorno de Martner en la Nueva Izquierda -tendencia a la que adscribe dentro del partido tras desvincularse de la Renovación- su bajada no es un asunto que esté oleado y sacramentado, para un buen número de barones del PS la llegada de Insulza como líder del socialismo es inminente.



Todos los elementos que están en juego en este enroque están íntimamente ligados al cambio de gabinete. Los destinos de Martner e Insulza están sujetos a cómo se termine de armar el puzzle de los ministerios, dependen de si Insulza se queda o no en La Moneda y, por eso mismo, de si eventuales nuevas revelaciones del Caso GATE o Coimas agudizan la crisis política e impactan en La Moneda generando nuevos escenarios y requiriendo nuevas decisiones.



De hecho, uno de los personeros del partido más cercanos a Insulza asegura que hasta ayer en la mañana Martner seguía en carrera y que Lagos mantenía a Insulza dentro del gabinete. Esto, unido a que, en un eventual cambio que lo dejara sin cartera, Insulza preferiría emigrar a México o Italia. Otro barón, sin embargo, asegura que el actual jefe de gabinete no podría resistirse a la idea de conducir un partido por aclamación.



En este cuadro "delicado" dentro del PS, ninguno de sus barones quiere contar públicamente cómo se fraguó la cuasi bajada de Martner. La candidatura del subsecretario no era sólo de la Nueva Izquierda sino que también líderes de las otras tendencias se sumaron a su nombre. Se había negociado todos los puntos con prolijidad y por lo mismo, su llegada a la sede socialista era una cosa consolidada.



No era el hombre ni el momento



La visión -benévola- de uno de los barones es que la decisión de que es preferible que Martner no dirija el PS obedece a un diagnóstico compartido por los líderes de todas las tendencias internas respecto a que la crisis del partido es tan honda y tan amplia que requiere de unas espaldas más anchas que las del actual subsecretario.



El diagnóstico multitendencias considera que un escenario de crisis como nunca se ha visto en el PS, con el ministro Carlos Cruz detenido por el Caso GATE, y un diputado emblemático como Juan Pablo Letelier desaforado por el Caso Coimas, no es el momento ni el mejor escenario para probar cómo lo puede hacer Martner.



De acuerdo con esta lógica, sólo un animal político como Insulza podría sortear la crisis con habilidad; sólo Insulza estaría en condiciones de enfrentar a la oposición y a Pablo Longueira de igual a igual; sólo el ministro del Interior puede garantizar que la interlocución del PS con el Presidente Lagos sea la mejor posible; nadie mejor que el panzer para ser el generalísimo de la próxima campaña municipal.



¿Qué Insulza nunca ha sido personaje favorito de la bases del PS y tampoco de buena parte de los dirigentes? Bueno, para eso los barones del partido que han aceptado con mayor o menor entusiasmo su candidatura trabajarán para que de aquí a las elecciones de abril se acepte al actual ministro con la convicción de que es el mejor hombre, incluso, si es posible, que lo eleven a la presidencia del PS por aclamación y sin ruido interno.



El último punto tiene sólo un "pero": es casi seguro que un sector más a la izquierda de Camilo Escalona -por ejemplo la tendencia que en algún momento armaron Pamela Pereira, Edgardo Condezza y Francisco Rivas, entre otros, levante una candidatura alternativa que meta ruido. La única que se ha insinuado hasta ahora, la del ex senador Hernán Vodanovic, no concitaría demasiado apoyo interno, afirman en la colectividad.



Un nombre entre varios



Quienes apoyaban a Gonzalo Martner con mayores grados de convicción, estiman que las cosas son más complejas que un sencillo "diagnóstico común". Para empezar, el análisis no era tan compartido como se pretende, sino que más bien hubo un grupo mayoritario de barones dispuestos a transar a Martner y aceptar que Insulza presidiera el PS por una suerte de "razón de Estado".



Otros estiman que si bien el aterrizaje de Insulza en el partido iba firme hasta la semana pasada, "hoy es sólo un nombre entre varios posibles" y dependiendo del tiempo que haya entre el cambio de gabinete y la elección se puede llegar a otros acuerdos.



De hecho, señalan que este proceso de reemplazar al candidato está "congelado". Cómo se decante, dicen, es algo que tiene que ver con las decisiones que tome Lagos para nombrar sus ministros y subsecretarios. Por ahora, más que hablar de que Martner fue bajado, prefieren considerar que "Gonzalo se queda en el Gobierno".



Frente a todo esto, el entorno más cercano al subsecretario que fue consultado ayer prefirió guardar silencio.



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