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La Ultima Tentación de Cristo: 15 años después

Con una década y media de retraso se exhibirá en nuestro país la controvertida película de Martín Scorsese, La Ultima Tentación de Cristo. Protagonizada por Willem Dafoe y Harvey Keitel, este filme -ícono de la censura cinematográfica en Chile- muestra a Jesucristo oscilando entre su destino divino y las tentaciones humanas.


El 15 de noviembre de 1988, el Consejo de Calificación Cinematográfica prohíbe la exhibición de la película en Chile, para cuatro meses después ratificar la resolución.
El 11 de noviembre de 1996 se autoriza la presentación de La Ultima Tentación de Cristo en nuestro país, sin embargo 24 horas más tarde, siete abogados de la agrupación conservadora »El porvenir de Chile» presentan un recurso de protección -aduciendo que el filme atentaba contra la honra de Jesús y la de los cristianos vivos-, el cual es acogido por la corte de Apelaciones de Santiago por lo que la cinta es prohibida nuevamente.



Hace seis años, la definición respecto de la película de Scorsese provocó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA estimara que Chile violó el articulo 13° del Pacto San José de Costa Rica -que protege la libertad de expresión-, es decir, uno de los elementos centrales para la consolidación de cualquier democracia.



El hecho que la Ultima Tentación de Cristo se exhiba comercialmente se transforma en un hito y un paso gigantesco en el camino a la abolición total de la censura en Chile. Este intenso y potente drama sobre la vida de Jesucristo gozando de los placeres sencillos de la vida terrenal, emerge como una apuesta diferente y una mirada mucha más libre que los clásicos del género que han surgido de la gran maquinaria de Hollywood.



Jesús es un carpintero de Nazareth que vive angustiado por su sentimiento de culpa ante las tentaciones, pese a que recibe constantemente la llamada de Dios. Decide averiguar qué es lo éste quiere de él, pero cuando está a punto de completar su misión, la tentación le acecha de nuevo. Una visión de su vida junto a María Magdalena hace que dude del sacrificio que Dios le ha impuesto para salvar al resto de los hombres.



Inspirado en la novela de Nikos Kazantzakis, »Cristo de nuevo crucificado», Martín Scorsese nos plantea un relato intimista que ilustra la humanidad y sensibilidad del personaje a través de una duda permanente sobre su identidad en una interesante especulación de tiempo y espacio. Como cualquier persona, Jesucristo se presenta inseguro, indeciso, temeroso y atormentado por el destino que se le augura: morir para salvar a la humanidad.



Tras rechazar las tentaciones, Jesús predica su palabra junto con los Apóstoles hasta el momento en que es crucificado. En ese preciso instante, un ángel que dice ser enviado por Dios, le hace ver que ya ha realizado su tarea y que su muerte no es necesaria, por lo que puede bajarse de la cruz y hacer una vida como cualquier hombre.



Scorsese, cineasta obsesionado por lo religioso y los conflictos morales derivados de ello, intenta dar una visión de Jesucristo como hombre, -magistralmente interpretado por Willem Dafoe- con dudas, tentaciones y deseos como todo ser humano, sin restar la posibilidad de que mediante el reconocimiento de sus debilidades, pueda alcanzar el manto de la divinidad.



Una escena clave de la película se da en un encuentro entre Pedro y Jesús. Traidor le dice Pedro, "nos abandonaste y te bajaste de la cruz. Nos dejaste solos a predicar en tu nombre, y los romanos nos han perseguido y nos han matado. Abandonaste a tu pueblo y ahora tu pueblo es esclavo de los romanos". "Mientes, Pedro, yo no los abandoné, mi Padre me mandó un ángel porque ya no era necesario que yo muriera". En ese preciso momento aparece una niña de 12 años. Véanlo dice Cristo, "ahí está, pregúntenle si no es verdad". Tonto le contesta Pedro, "eso no es un ángel, es el demonio, y si no nos crees, sal a ver lo que pasa". Cristo se levanta y, fuera de la choza al otro lado de una colina, la noche es roja y las aldeas judías están ardiendo. Cristo observa, cae de rodillas con las manos al cielo y grita, "Padre, qué he hecho, está mal, no puede ser, yo quiero ser el Cristo tu hijo, quiero morir en la cruz".



A pesar de que infinidad de grupos católicos señalaron que La Ultima Tentación de Cristo era una ofensa a los principios bíblicos y sus íconos, esta cinta es bastante menos controversial que la polémica misma. Este drama surrealista, basado en una obra de ficción, se convierte en uno de los trabajos mejor logrados de su director, rozando la perfección tanto en su contenido como en su forma.



Este gran filme además de mostrar una inusual pero novedosa historia, actuaciones espléndidas, una ambientación excelente y una narrativa destacable, juega y se atreve a dar otra mirada, un cambio o una opción diferente a lo establecido, en una propuesta distinta a lo que estamos acostumbrados a oír o ver sobre la figura más debatida y adorada de la cultura occidental.

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