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Silvio Caiozzi: «Nuestro cine necesita promoción fuera de Chile»

El realizador, reconocido a nivel mundial, habla sobre el presente y el futuro del cine chileno. Admite que aunque la producción cinematográfica ha mejorado bastante en nuestro país, la falta de dinero y de promoción es evidente y propone una interesante alternativa para combatirla.


Silvio Caiozzi es una de las voces más autorizadas para hablar de cine en nuestro país. Su curriculo habla de diversas participaciones en una gran cantidad de cintas. Fue el productor y director de la internacionalmente aclamada Julio comienza en julio, de 1977, seleccionada en la Quincena de Realizadores de Cannes, elegida «mejor película iberoamericana» en el Festival de Huelva (España 1979), y nominada como la mejor película chilena del siglo.



Sus trabajos tienen directa influencia con la literatura de José Donoso, comenzando con el video Historia de un roble solo, basado en un texto del escritor. Luego escribieron juntos La Luna en el espejo (1990), con la que Caiozzi ganó una serie de premios internacionales, entre ellos, «mejor actuación femenina» en el Festival de Venecia de 1990, que fue para Gloria Munchmayer. La cinta Coronación (2000) fue su tercera película vinculada a la obra de Donoso.



Silvio Caiozzi ha sido presidente de la Asociación de Realizadores Cinematográficos de Chile y jurado en numerosos festivales y recibió en 1997 una condecoración a la Orden Nacional al Mérito otorgada por el presidente de Francia.



Entonces, qué mejor que este aclamado cineasta nacional para analizar el presente y avisorar el futuro del cine chileno.



– ¿Cómo ve el nivel actual del cine chileno?
– En general yo veo que hay muchas ganas de producir, tengo entendido que hay una cantidad de proyectos bastante importantes, ha aumentado muchísimo la producción, el prejuicio que existía sobre el cine chileno ha desaparecido. Hoy, si una película funciona, lo hace de la misma manera que una internacional, antes no, que fuera película chilena era un prejuicio a priori, lo que es un salto brutal, y por eso se explican éxitos del cine chileno que han gustado a la crítica y al público. Antes esa situación pasaba una vez cada 10 años.



«Actualmente todos los años estamos teniendo éxitos masivos, de crítica y premios internacionales, entonces ha habido un salto notable en la producción de cine chileno».



– ¿Comparte la opinión de aquellos que piensan que en comparación con los grandes mercados internacionales en nuestro cine suplimos la falta de recursos con una importante cuota de talento?
– Yo diría que Chile es un país que se destaca por su talento artístico, por algo tenemos dos premios Nobel. Si nos comparamos con otros países tenemos ese plus. Los actores chilenos se destacan, lo digo porque me ha tocado viajar mucho y lo que te comentan afuera es «que buenos actores son los chilenos». Es un país particularmente creativo y artístico.



– ¿Y en cuanto a la diferencia de producción?
– Diría que contamos con enormes desventajas, pero hay un plus que tenemos, que se refiere a una cierta libertad para producir, porque todavía no estamos metidos en el esquema industrial de producción de cine, donde se manejan grandes cantidades de dinero, donde predomina el marketing antes de la película, donde los realizadores se encuentran con un margen bastante rígido. Entonces si existe una ventaja, yo diría que es la libertad de crear.



«En Chile cada realizador a su vez es productor, recibe apoyo de la familia, de los amigos, del gobierno, entonces va haciendo su película y muchas veces sin siquiera pensar si su película se va a dar o no se va a dar, se hace por amor, por pasión, entonces la ventaja para hacer es evidente. Esto no sucede afuera, donde tienes que regirte por lo que dice el productor, por ejemplo».



– ¿El público en Chile apuesta realmente por las películas nacionales?
– Por supuesto. El éxito del Chacotero Sentimental te lo demuestra, una cinta que le hizo el peso a la mismísima Titanic, con casi un millón de espectadores. También está Taxi para Tres, que llegó casi a los 300 mil espectadores, que para nuestro país es harto, o Coronación, que sobrepasó los 100 mil espectadores. Teniendo en cuenta que lo habitual en Chile son 30 mil espectadores, estamos bien.



– ¿Hay ayuda para promover el cine chileno?
– Creo que en Chile se puede lograr una buena promoción de las películas, los medios de comunicación están muy dispuestos a saber lo que tú estás estrenando, entonces el cine nacional se defiende. Y a los espectadores ya se les quitó el susto por ir a ver películas chilenas.



– Entonces…
– La desventaja más grande es que Chile es muy pequeño, entonces la cantidad de público es pequeña. Cuando hablamos de 800 mil espectadores, que es un hito histórico en Chile, es muy pequeño para los otros países. En Argentina 300 mil espectadores es habitual, para qué hablar de Brasil donde 800 mil espectadores es normal, y por eso ellos pueden tener su propia industria donde normalmente recuperan los costos, porque el mercado interno da para eso, lo que está lejos de suceder acá. La única posibilidad es que la película se venda fuera de Chile y eso cada vez es más factible porque hay cada vez más interés por el cine latino fuera de Chile, pero el problema es que no tenemos cómo promocionar nuestras películas afuera, y esa es nuestra desventaja más gigante.



«Si te fijas en el cine americano, un año antes están hablando de la película y eso vale fortuna. Ellos están gastando en promedio 14 millones de dólares para dar a conocer una película antes de su estreno, mientras nosotros no gastamos ni un solo dólar. Entonces si se estrena una película nuestra en otro país es muy difícil que la gente vaya a ver una cinta con actores desconocidos para ellos, hecha en un país tercermundista. La falta de recursos nos sigue penando».



Lo importante es resolver el problema de la promoción fuera de Chile, asegura Caiozzi.



– ¿Y me imagino que usted tiene una idea de cómo solucionar este inconveniente?
– Claro. Si todos los gobiernos de Latinoamérica y España llegaran a un acuerdo en que obligaran a sus canales públicos a que entregaran tres minutos diarios en un buen horario a la exhibición de un micro programa dónde se muestre qué es lo que se está filmando en España, qué es lo que se está filmando en Latinoamérica, qué es lo que se acaba de estrenar, qué actriz está teniendo éxito, yo te garantizo que ese problema se resuelve.



– Por ejemplo…
– Imaginate que en canal 7 a las diez de la noche te enteraras que en México una determinada actriz está teniendo un gran éxito. Cuando esa película llegue a Chile, la reconocerás de inmediato e irás a ver la película. No habiendo promoción, es muy difícil que haya interés.



– ¿Entonces el problema es la promoción?
– Desde mi punto de vista así es. No se saca nada con hacer una película y ganar muchos premios si no existe forma de promoverla. Entonces cuando se estrena la cinta, la gente no tiene idea, la desconoce, para qué te vas a meter la mano al bolsillo y pagar plata por ir a ver una película de la cual no has oído hablar nunca y con actores que nunca has visto. Eso no sucede en el cine «yanqui». Ahí tu vas porque oyes hablar de ella y muchas veces son bodrios, pero fuiste.



– ¿Superando esta barrera que nos limita con respecto del concierto internacional, podremos estar a la altura real de lo que son las grandes producciones?
– Chile está preparado para hacer una cosa, tecnológicamente hablando, de igual a igual, de hecho la terminación de las películas se manda a hacer acá. Lo que falta es un desarrollo de hacer más producciones para llegar a tener una cantidad importante de personal técnico con mayor especialización. En Europa no es fácil llegar a ser un buen sonidista de cine, por ejemplo. Cuando se logra eso, entonces ya tenemos una base completa, tanto de técnicos como de equipamiento, con la capacidad de hacer super producciones. Llegado ese momento podría suceder que grandes producciones se interesen en co- producir o filmar en Chile. Ha pasado con Australia y Canadá.



«Creo que nuestro desarrollo va por el lado de apoyar la promoción de tal forma que se sepa del cine hablado en español, el cual está adquiriendo una gran importancia dentro de Estados Unidos, y podemos llegar a tener un mercado incluso más grande que el de habla inglesa. Es decir, en el futuro nuestras posibilidades son gigantescas. Lo que falta es que el mundo de habla hispana se entere de lo que se está haciendo en Chile como nosotros nos enteremos de lo que se hace en Argentina y se cree un gran mercado con el que se hagan grandes producciones. En ese momento podemos gastarnos 20 0 30 millones de dólares en una película».



– ¿Cuánto cree que falta para eso?
– Yo creo que eso dependerá mucho de la voluntad de las autoridades culturales de Iberoamérica. Hoy podemos llegar a soñar de que es posible- no se cuándo- tener un importante desarrollo iberoamericano del cine hablado en español.



Su Filmografía



1974: A la sombra del sol
1979: Julio Comienza en Julio, con Pablo Perelman. Ganadora de la categoría «mejor film iberoamericano» en el V Festival de Huelva, España; y «mejor film chileno del siglo».
1990: La Luna en el Espejo, basada en el texto de José Donoso y ganadora de varios premios internacionales.
1998: Fernando Ha Vuelto, documental.
Ganador «mejor documental» del Festival de Cine de la Habana.
2000: Chi-chi-chi-le-le-le, Martín Vargas de Chile, documental.
2000: Coronación



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