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PPD integra a disidentes a la institucionalidad partidaria

Uno de los consensos a los que se llegó en el encuentro del fin de semana es la necesidad de fortalecer y unir al partido para superar la crisis que enfrenta, por lo cual se resolvió integrar a los disidentes al directiva nacional.


En el ambiente de acuerdos que se generó durante el Consejo General del Partido Por la Democracia, la mesa encabezada por Guido Girardi decidió integrar a la institucionalidad partidaria a la pequeña disidencia. En este contexto, se decidió sumar a la directiva nacional a Manuel Belmar, quien en adelante ocupará el lugar dejado por el senador Nelson Ávila al abandonar la colectividad.



Con este accionar, la mesa que recibió el sábado -en El Canelo de Nos- un amplio respaldo de los consejeros, se previene de que más adelante se produzcan nuevas fricciones con un sector que, aunque no tiene mucho respaldo al interior del partido, podría importunar la labor a la que se abocará la mesa de la colectividad en cuanto a comenzar a avanzar en su propia agenda progresista.



A pesar de que en el encuentro rondaban los temas del desafuero del diputado Víctor Manuel Rebolledo, actualmente con su militancia y sus derechos partidarios suspendidos, y la expulsión del senador Nelson Ávila, ninguno resultó finalmente ser gravitante en el desarrollo del Consejo General.



Respecto de Rebolledo la mesa mantiene su posición inicial en torno a que la situación del diputado está en manos del Tribunal Supremo de la colectividad, organismo que deberá continuar analizando el tema -lo que está directamente relacionado con las decisiones judiciales-, por lo cual el consejo no emitió pronunciamiento alguno.



En este tema, el PPD no cambia su posición y junto con el mea culpa efectuado durante el encuentro y expresado en la petición de perdón al país, se insiste en que los hechos ocurridos en materia de corrupción, en los que está siendo investigada la responsabilidad de parlamentarios y funcionarios del gobierno de la Concertación, no son justificables en modo alguno, como no lo son las coimas ni las empresas de papel.



El caso del senador Ávila, tampoco fue importante. De hecho nunca se leyó la anunciada carta, pese a lo cual, en la directiva se admitió que existe la posibilidad de su regreso si cumple con los requerimientos que se le han planteado. Peo el díscolo senador no parece estar dispuesto a aceptarlos. Por su parte, la directiva y en particular Girardi, insisten que los debates que sean necesarios se deben efectuar, y así se hará en adelante, al interior del partido.



Sin embargo, el mayor resentimiento con Ávila no es que sólo haya tomado una actitud de crítica hacia el gobierno y la Concertación, sino que en situaciones como la que atraviesa el pacto oficialista sus sostenedores deben respaldar al gobierno y no escoger el camino propio para salvarse solos -dicen-.



Por sobre intereses personales



Asimismo, el PPD evade la confrontación con su permanente rival intraconcertación, como es el presidente de la Democracia Cristiana Adolfo Zaldivar, reiterando -a pesar de las poco amistosas declaraciones del colorín que los insta a efectuar una "asepsia" interna- que el adversario de la colectividad no es la DC sino la derecha.



Junto con ello, el timonel del PPD invitó a la DC a trabajar para fortalecer el proyecto "progresista" y construir juntos una mejor "oferta" democrática para Chile. Para Girardi la diversidad de la Concertación es la fortaleza del pacto y las relaciones internas de la Concertación están por sobre las personas y los intereses personales.



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