Si bien los norteamericanos guardan herméticamente silencio al respecto, el Ejército estadounidense está entrenando a miembros de la oposición iraquí para que desempeñen diversas tareas de mantenimiento de la paz en Irak tras el derrocamiento de Saddam Hussein.
La base militar, situada en la pequeña población húngara de Taszar, ha sido herméticamente aislada del resto del mundo. El oficial norteamericano Bob Stern desafía los helados vientos y la temperatura polar para salir a hablar Radio Nederland.
El mayor Stern nos revela que los voluntarios provienen de todo el mundo y de todo estrato y condición sociales. Una vez que completen el programa de entrenamiento, serán trasladados fuera de Hungría.
Como parte del programa de autodefensa, los voluntarios practicarán con armas de corto alcance construidas en la base, pero con estricta observancia de las normas de seguridad norteamericanas. Los voluntarios serán equipados con pistolas semiautomáticas de 9 milímetros, que podrán utilizar para defenderse en caso de hallarse en situaciones difíciles.
El oficial norteamericano se niega a revelar el origen de los voluntarios y a mencionar cantidades. Sin embargo, según informaciones de otras fuentes, actualmente unos cincuenta voluntarios recibirían entrenamiento en la base, cifra que aún no se aproxima a los mil que, supuestamente, recibirán instrucción allí. Al parecer, el actual medio centenar de voluntarios iraquíes es entrenado por unos 500 instructores militares norteamericanos.
Voluntarios iraquíes
László Faragó, periodista de la radio regional húngara en Kaposvár, está convencido de la presencia de voluntarios iraquíes en medio de los habitantes de Taszar y de la vecina ciudad de Kaposvár. El informador húngaro dice que no ha hallado signos de temor o preocupación entre la población local, ni ha comprobado que los padres mantengan a sus hijos en casa, o que teman hallar bombas en la calle. En cambio, los habitantes de ambas localidades están indignados por la reacción histérica de los políticos ante este asunto.
No es la primera vez que la base militar de Taszar es utilizada por militares norteamericanos, explica el periodista húngaro. Sólo hace algunos años, aviones de la Fuerza Aérea estadounidense despegaban de allí cargados de bombas que posteriormente lanzaban sobre Belgrado y Kosovo. Además, durante años, el Ejército norteamericano utilizó la base como cuartel intermedio para las fuerzas de estabilización de la OTAN en Bosnia.
Efectivamente, la población local se muestra bastante indiferente ante lo que sucede dentro de los muros de la base. ¿Acaso estos impasibles húngaros son los representantes de la Nueva Europa a la que hace alusión el ministro norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld? Según el jefe del Pentágono, los países del antiguo pacto de Varsovia, que ahora integran la Nueva Europa, tales como Polonia, la República Checa y Hungría, manifiestan más valor y están más dispuestos a luchar que los de la Vieja Europa, como Alemania y Francia.
Sin embargo, los habitantes de Taszar y Kaposvár no parecen estar muy al tanto en materia de estrategia geopolítica. La primera pregunta que formularon muchos de ellos cuando se les informó acerca de las actividades que se despliegan en la base en torno a Iraq fue: ¿habrá trabajo para nosotros? Y cuando se enteraron que esto era poco probable, perdieron todo el interés en el tema.
Eurodiputados en Bagdad
En tanto, un grupo de 37 europarlamentarios, acompañados de Hans von Sponeck, ex responsable humanitario de la ONU en Irak, estuvieron en este país entre el 2 y el 6 de febrero.
La delegación hizo el viaje de manera extraoficial pero con el respaldo de una declaración reciente de Parlamento Europeo que condenó la eventual guerra preventiva contra el régimen de Saddam Hussein.
Los europarlamentarios se entrevistaron en Bagdad con funcionarios de gobierno, representantes de organizaciones humanitarias y recorrieron las calles de la ciudad, donde se respira una atmósfera de pre-guerra.
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