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Adolfo Zaldívar pone en suspenso el cambio de gabinete

El timonel DC insiste en colocar nombres de su confianza en puestos claves de La Moneda, pero el Jefe de Estado debe preservar en su equipo los equilibrios y la categoría con el fin de mostrar la cohesión del pacto.


Tranquilo y de buen talante se retiró el timonel de la Democracia Cristiana, senador Adolfo Zaldívar, de La Moneda, tras su publicitada reunión con el Presidente de la República para analizó el aplazado cambio de gabinete. Durante el encuentro el senador le expuso a Lagos la posición de su colectividad, pero aseguró que no se le plantearon nombres.



Sin embargo, tanto el propio Zaldívar como los dirigentes de cierto peso de todos los partidos de la Concertación han dedicado las últimas horas a cotejar sus respectivas listas con el esperado «nuevo diseño» de gabinete de Lagos, del cual lo único que se sabe con cierta seguridad, es que tan nuevo no va a ser desde el momento que conserva su pieza principal: José Miguel Insulza.



Hasta el cierre de esta edición, lo más reciente en torno al tema no era un determinado nombre si no la evidencia creciente que Zaldívar había decidido avanzar un paso más en sus demostraciones de poder planteando que no estaba conforme con el esquema que Lagos le presentó. Hasta esta madrugada, su discrepancia mantenía en suspenso la realización del ajuste ministerial. «No será ni mañana, ni el fin de semana, ni el lunes» aseguró anoche una fuente del zaldivarismo.



En todo caso, en este círculo se evitó cuidadosamente la palabra «veto». «Estamos enredados. Esa es la palabra. No sólo la DC. Al final, estamos enredados todos», explicó un colorin de reciente cuño.



Nombres DC



Estando las cosas tan en suspenso como la DC aseguraba, lo menos comprometedor es revisar todos los nombres que ayer se barajab para los distintos cargos.



El timonel DC se negó a dar a conocer los nombres de sus posibles postulantes, aduciendo que en la reunión no se tocó el tema así de específicamente. Para la DC la negociación no ha sido fácil, a pesar de los muchos nombres que han trascendido: Zaldívar ha debido "ser realista" y disminuir sus peticiones que -según se dice- por momentos más parecían imposiciones.



Sin embargo, cabe recordar que una de las molestias más intensas de Adolfo era la permanencia del PPD Francisco Vidal en la Subsecretaría de Desarrollo Regional, lo que impidió, entre otros, concretar el acuerdo alcanzado con la UDI en materia de Rentas Municipales. Subdere es uno de los cargos que tiene entre ceja y ceja tanto como el nombre de Enzo Pistacchio para ocuparlo.



No está claro que el Presidente sea de la misma idea de elevar a Pistacchio a una subsecretaría. Ya objetó esta posibilidad hace unos meses y en cambio, lo relegó a un programa de Mideplan, Orígenes.



En este escenario, Zaldívar sólo habría logrado mantener otros dos nombres más en concurso: Patricio Rojas, Andrés Palma, el primero en Secretaría General de la Presidencia y el segundo en Mideplan. El entrampe -no confirmado, por cierto- radicaría en dónde ubicar a esta terna.



Con esta fórmula se habrían caído Tomás Jocelyn-Holt y Francisco Huenchumilla. Sin ser estrictamente gente de su círculo, el jefe DC contaba como triunfo tener en competencia a René Cortazar en Educación y al actual subsecretario de Transportes, Guillermo Díaz, para asumir este ministerio -que en el nuevo gabinete retomaría el camino propio, separándose de Obras Públicas-. Sumar nombres le da mayor peso al partido dentro del equipo ministerial.



Entre los colaboradores de Gutenberg Martínez que antaño ostentaban el título de «guatones» (hoy la mayor parte se sumó a los colorines) tenían más claro quién se iba que quien llegaba. Estando con las acciones a la baja, se conformaban con conservar a Soledad Alvear. Por si acaso el Presidente tenía la tentación de moverla de su cargo, ella no se ha cansado de repetir en cada ocasión que se le ha presentado con los medios de comunicación que «está muy cómoda» en la Cancillería y que ha logrado tejer allí muchas relaciones «claves».



PS, un cuarto hombre



Por su parte, el Partido Socialista tendría su destino asegurado en el gabinete. La renuncia de Gonzalo Martner sirvió para confirmar al PS que se quedaban José Miguel Insulza en Interior; Michelle Bachelet en Defensa y Ricardo Solari en Trabajo.



La única sopresa que podría haber para ellos era la entrada de un cuarto socialista al equipo, cuestión que al menos en la Nueva Izquierda descartaban. Algunos entusiastas insistían en Juan Gabriel Valdés, y otros nostálgicos aseguraban que Luis Maira y Arrate no se vinieron a Chile en vano.



En tanto, la mejor carta del Partido Por la Democracia es el ex senador Sergio Bitar, quien estaría siendo considerado para el Ministerio de Vivienda, si se produjera el enroque que coloca a Jaime Ravinet en Educación. Nicolás Eyzaguirre (Hacienda) y Javier Etcheberry (Obras Públicas) están confirmados en su cargo.



También podría ocurrir que el sub secretario de Educación José Weinstein ascendiera a ministro. Pero si René Cortazar reemplaza a Mariana Aylwin, se menciona a Weinstein trasladándose a la Subsecretaría General de la Presidencia -que Gonzalo Martner dejó-o al codiciado "segundo piso" de palacio.



Mientras tanto, uno de los rostros emblemáticos de La Moneda, el vapuleado ministro secretario general de Gobierno, Heraldo Muñoz, sería reemplazado por su compañero de partido Francisco Vidal. No queda claro si las versiones que sostiene que haría sus maletas para ir a la ONU o regresaría al Ministerio de Exterior provienen de la propia Segegob.



El Partido Radical perdería su mejor carta en el equipo ministerial con la salida de José Antonio Gómez de Justicia. Pero allí podría llegar Jaime Campos desde Agricultura o el abogado Juan Agustín Figueroa, actualmente ministro del Tribunal Constitucional.



Quienes se van irremediablemente son Mariana Aylwin (Educación), Cecilia Pérez (Mideplan) y Osvaldo Artaza (Salud).



A nivel de subsecretarías, en el transcurso del día entraron al ruedo Felipe Harboe para Interior; Carlos Mackenney en Gobierno; Marcelo Trivelli y Martin Zilic en Salud.

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