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Lagos escuchó a detractores y pone freno al AUGE

La introducción gradual del proyecto central de la Reforma sanitaria fue bien acogida por el senador Mariano Ruiz-Esquide (DC), quien sostuvo a este medio que la decisión permitirá «descomprimir el ambiente y agilizar la tramitación de los textos que se discuten en el Congreso».


Los 150 mil millones de pesos que costaría financiar las 56 enfermedades contempladas en el Plan AUGE, terminaron por echar por tierra las pretensiones del Presidente Ricardo Lagos de poner en marcha, el año 2004, la totalidad del proyecto estrella de su administración: la Reforma de la Salud.



Hasta ayer al mediodía, el Mandatario había hecho oído sordo a la postura de parlamentarios y autoridades del sector que habían planteado las dificultades que hacían imposible aplicar el paquete completo el plan el próximo año.



El miércoles pasado, incluso, Lagos salió a defender públicamente la reforma, llamando a los parlamentarios a que agilizaran la tramitación de los cinco textos de ley que, actualmente, se discuten en el Congreso. Ese día reiteró que el AUGE partiría el 2004 con las 56 patologías predefinidas bajo la conducción del ex ministro Osvaldo Artaza.



Sin embargo, 48 horas más tarde, el Presidente terminó por escuchar y hacer propia la postura defendida por los parlamentarios y miembros de la comisión reforma. en La Serena, Lagos echó pie atrás en su idea inicial, al afirmar que el plan comenzaría a aplicarse de manera gradual el 2004.



«Así como aquí introdujimos gradualidad [refiriéndose a la reforma procesal penal], es perfectamente posible introducir gradualidad en al ámbito de la salud, y decir que las 56 patologías operarán en un período de dos o tres años. Lo importante es atreverse a dar el primer paso», dijo la máxima autoridad.



«Casi estamos haciendo una gran reforma»



El cambio presidencial fue aplaudido por el senador DC Mariano Ruiz-Esquide, quien sostuvo a El Mostrador.cl la gradualidad en la adopción del plan de salud permitirá descomprimir el ambiente y agilizar la tramitación de los textos en el Congreso.

«El Presidente se ha dado cuenta de que se puede realizar una buena reforma. Si el Mandatario ha considerado que el planteamiento nuestro es lógico, y así lo está insinuando, sería fantástico porque dejamos de tener un conflicto», afirmó el senador que integra la Comisión Salud.



Para el parlamentario la gradualidad que tendrá el plan AUGE no debería generar grandes trastornos a la reforma: «En el fondo todo el AUGE era una gradualidad porque siempre hay que ir avanzando para tener más. Lo único que el punto de partida en vez de ser 56 será menor», sostuvo.



Ruiz-Esquide recalcó que la discusión ahora se centrará en el número de patologías que se incluirá en la primera parte del AUGE y no descartó que se fije en 12 o 13. «Esto dependerá del costo y la capacidad económica», dijo.



«Al disminuir considerablemente el número de patologías que contemplara en su primera etapa el plan, podremos entrar a considerar alternativas que tengan financiamiento completo para todas las prestaciones y en su costo real. Esto último nos permitirá mejorar la atención primaria. Si financiamos todo en el primer instante creo que es una gran reforma, aunque no sea la totalidad de lo que queremos», explicó.



En tanto, el cambio de opinión del Ejecutivo generó molestias al interior del Colegio Médico. «Esto demuestra que no hemos sido escuchados, nosotros hemos planteado en reiteradas oportunidades a las autoridades de gobierno que era imposible comenzar en una año con las 56 patologías», espetó el presidente del gremio, Juan Luis Castro.



Hechos que marcaron la decisión



La decisión de aplicar de manera progresiva del AUGE se produce en medio de planteamientos que realizaron parlamentarios oficialistas y de oposición sobre la imposibilidad de despachar los cinco textos de ley en junio próximo, plazo fijado por el Mandatario y luego que se conociera que las autoridades estudiaban tres alternativas para modificar el AUGE: Recortar las prioridades, reducir las garantías y modificar el modelo.



Finalmente, el gobierno se inclinó por la primera iniciativa -recorte de prioridades- que plantea dar cobertura, según el presupuesto disponible, a sólo 10 o 12 enfermedades prioritarias.



La segunda alternativa apuntaba a entregar cobertura a las 56 patologías, pero con una merma considerable en las garantías originales, es decir alargar los tiempos de espera, diagnósticos y tratamientos.



La última postulaba establecer prioridades por problemas de salud. No se discriminaría en atención primaria y secundaria. Si un paciente tenía una patología AUGE se le daría prioridad, en cambio si no debería esperar más tiempo.



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