El alto costo de los seguros para inmuebles hospitalarios, instrumental médico o vehículos de emergencias, exponen a grandes pérdidas materiales y económicas a los centros sanitarios estatales ante siniestros o desastres.
El incendio que afectó al mediodía de ayer al moderno Centro de Diagnóstico y Tratamiento del Hospital Barros Luco, no sólo provocó el traslado de los 32 pacientes críticos a otros recintos asistenciales de la capital, sino que también dejó en evidencia lo desprovisto que están las cuantiosas inversiones que ha realizado el Estado en el sector salud.
Las autoridades del ramo tras informar que los pacientes de la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI), cuidado intermedio y convaleciente de cirugías, no sufrieron ninguna complicación durante la evacuación, pese a la gravedad en la que se encuentran, dieron a conocer que no existían «seguros comprometidos» dado el alto costo que tiene este tipo de instrumentos.
«El análisis financiero que se hizo hace cuatro años arrojó que no podíamos adquirir ningún tipo de seguro. Esto último se justifica por la complejidad en la construcción de los recintos asistenciales y sobre todo en centros de atención que cuentan con unidades complejas», reconoció a este medio el director del Servicio de Salud Metropolitano Sur, Osvaldo Salgado.
La decisión de adquirir una póliza depende de cada servicio de salud. Pero los limitado recursos financieros con que cuentan los directores de los servicios de salud hacen imposible asegurar los establecimientos, instrumental, e incluso, las ambulancias.
Uno de los pocos recintos dependientes del Ministerio de Salud que contaría con un seguro es la Central Nacional de Abastecimientos (Cenabast), unidad encargada de adquirir y administrar una gran cantidad de fármacos y productos sanitarios o alimentarios que debe acopiar en sus bodegas.
«Cada servicio es responsable de sus instalaciones y de su presupuesto. Hasta donde yo sé, el grueso de los hospitales -y me atrevo a decir todos- no tienen seguros», afirmó Salgado.
Este ‘desamparo’ en que están las inversiones en salud, contrasta con las del mundo privado. Consultados diferentes centros asistenciales particulares, la mayoría señaló poseer seguros. «Las clínicas tienen seguros sobre la propiedad ante siniestros», señaló la subdirectora de la Clínica Las Condes, May Chomalí.
Arde el Barros Luco
El incendio en el centro hospitalario comenzó en el entre piso que aloja a los equipos de aire acondicionado, controles de ascensores y tuberías de redes eléctricas. Bomberos y Carabineros no han logrado determinar qué motivó la inflamación del lugar. Paralelamente a estas investigaciones, el Servicio de Salud Metropolitano Sur inició un sumario administrativo.
Producto del siniestro las autoridades del recinto decidieron suspender diversas actividades del recinto como las cirugías selectivas, atención diarias de consultas y de urgencias. Las urgencias suspendidas se llevarán a cabo en la Posta Central, servicios de urgencias del Pino (de San Bernardo) y a los Servicios de Atención Primaria de Urgencias (SAPU). También se habilitarán, de manera transitoria, otras unidades en el sector antiguo del recinto.
