Las reformas constitucionales están generando una crisis en la derecha. Pero a pesar de este nuevo desencuentro, en ambos partidos se estima que la sangre no llegará al río.
La Alianza por Chile enfrenta una nueva crisis. Pese a ello, la directiva de Renovación Nacional no pretende ser la que nuevamente dé su brazo a torcer, porque su meta de "legitimar" y "democratizar" la Constitución de 1980 ha sido adoptada como bandera de lucha por los dirigentes de la colectividad.
La fórmula propuesta por el timonel del partido, Sebastián Piñera, al Presidente de la República para reemplazar a los senadores designados, es lo que generó el conflicto al interior de la alianza opositora. Esto, porque aunque no elimina el sistema binominal en su totalidad, sí le introduce modificaciones que la UDI no esta dispuesta a patrocinar.
En el gremialismo sostienen que Piñera está pasando por alto el acuerdo suscrito entre ambos partidos el 21 de junio del año 2000, en el que se comprometen a no respaldar cambios a la Carta Fundamental de mutuo propio, cosa que RN habría desconocido al plantear la fórmula de aumentar un senador en cada una de las circunscripciones más grandes del país -Metropolitanas, Octavas, Quintas y Sexta-.
El documento de seis puntos, suscrito por las directivas de ambas colectividades de la época y por sus respectivos senadores, encabezados por Pablo Longueira y Alberto Cardemil, sostiene que "cualquier modificación al proyecto, (de reforma a la Constitución) sea para agregarle nuevas modificaciones o para eliminar parte de ellas, requiere de la voluntad conjunta de todos los integrantes de la Alianza por Chile".
Añade que "en particular, se confirma que los cambios en el Senado, destinados a suprimir los senadores designados que tienen fecha de duración, tendrán lugar luego de terminado su período. Cualquier modificación constitucional que procure una nueva conformación del Senado se deberá adoptar de común acuerdo, para regir a contar del año 2006"
Renovación Nacional se defiende recordando los primeros en romper el acuerdo fueron sus aliados, ya que habiéndose acordado por ambos partidos un período presidencial de cuatro años, la UDI votó por seis en la comisión de Constitución.
En este contexto, Piñera instó a la UDI a "reflexionar" sobre los beneficios de la propuesta de su partido y advirtió que las "bravatas" del gremialismo no amedrentarán a RN, porque el país necesita un Congreso democrático con todos los senadores electos por voto popular, ya que el actual no considera la opinión de la ciudadanía.
Recordó, además, que el año 1993 fue el propio Pablo Longueira quien advirtió que el sistema binominal es "perverso", según quedó plasmado en un diario de circulación nacional y destacó que "cuando una cosa es perversa, los años no la cambian".
El dirigente está convencido de que el país no le perdonaría a RN no llegue a un acuerdo con el gobierno en materia de sistema binominal sólo por un problema de plazos y advirtió que "no vamos a dejar que lo enemigos de siempre de perfeccionar la Constitución y la democracia lo echen abajo (el acuerdo con el gobierno)".
Por otra parte, no faltan los diputados de RN que estiman que Longueira defiende ahora el sistema binominal porque éste "favorece a los partidos grandes" e insisten en que cuando la UDI no estaba en las condiciones actuales "lo criticaba".
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