Publicidad

PS y PPD: el desembarco de la generación internet

En las últimas semanas, un recambio generacional está teniendo lugar en las directivas nacionales del PS y del PPD. Si la penúltima hornada había sido la de los grandes líderes universitarios de los 80, ésta es la de quienes son, netamente, "hijos de Pinochet" porque nacieron en dictadura. Esta generación se estrena con Arturo Barrios en la secretaría general del PS y, si todo sale como está previsto, Alicia Barrera entrará a igual cargo en el PPD cuando asuma Barrueto.


De 34 y 33 años respectivamente, Barrios y Barrera tienen desafíos complejos: son sus coetáneos los que están más lejos que nunca de la política tradicional y deben ser "reencantados" como potenciales votantes de la Concertación; y por otro lado, serán los responsables de que la orgánica territorial de sus partidos esté aceitada para los eventos electorales del 2004 y del 2005 donde para la alianza y oficialista se gana o se pierde casi todo.



El primer cargo de visibilidad de Arturo Barrios fue la presidencia de la Fech, época en que se ganó una querella por parte del General Pinochet. Hasta hace unos meses, fue el jefe de gabinete de Gonzalo Martner, cuando era subsecretario general de la Presidencia. Alicia Barrera, por su parte, también fue presidenta de una federación universitaria, en su caso, de la Universidad La República. Ahora será la primera mujer en la secretaría general de su partido. Sobre el aporte concreto que puede hacer esta generación de relevo frente al desgaste de los partidos y de la Concertación, sobre los desafíos y valores con que llegan, conversaron con El Mostrador.cl.



Una década de espera



"Soy la cola de la generación de Yerko Ljubetic, de la Carola Tohá, de Gonzalo Rovira. Y soy el comienzo de otra que se hizo a la política para derrotar a Pinochet en el plebiscito, que dimos la pelea en federaciones pero también en las barricadas", explica el nuevo secretario general del PS respecto a los referentes del movimiento político de jóvenes del que él formó parte.



"Creo que la llegada de esta generación significa dotar a la política de los valores de siempre, de las convicciones con que nosotros entramos en política sin tener -por la edad- ninguna expectativa de cargos en el nuevo gobierno. Esperábamos todo de la democracia y no peleábamos por espacios de poder. Mi generación creía en un fuerte contenido ético para la política", dice.



Alicia Barrera lo siente de manera muy similar: "Los de 35 para abajo somos un lote que no tiene ninguna referencia de democracia salvo lo que hemos vivido con la Concertación. Y teníamos unas expectativas demasiado altas de lo que iba a ser esta democracia que aún está en pañales. Jugamos un rol súper importante en la recuperación de la democracia, llevamos las banderas, pero durante trece años los roles estratégicos los han tenido otros. Todo este tiempo hemos estado observando y esperando el recambio".



"Somos parte de un grupo de personas que apenas cumplía 18 años corría a inscribirse para poder votar en el plebiscito o por Aylwin. Muchas de ellas se alejaron, se fueron a lo privado. Y eso marca", agrega Barrera.



Barrios sostiene que hay miradas muy concretas que tienen los dirigentes de su edad y que pueden ser un aporte interesante: "Nosotros siempre peleamos por ganar libertades muy básicas, como que no hubiera guardias dentro del Pedagógico o la censura, por ejemplo, que siguen siendo una lucha para los jóvenes hoy. Y esa cercanía da una mirada distinta. Estamos muy marcados por el tema de los derechos humanos, pero también por los derechos ciudadanos y civiles".



"Estamos también marcados por una causa política común, donde siempre hubo lugar para los afectos. Esas son cosas que nos diferencian de generaciones anteriores que tuvieron historias de más división y confrontación. La gente de mi edad que hoy está en la Concertación valora las diferencias, cree que es bueno que existan sin que pase nada. Nos es muy fácil identificar un camino común en la Concertación", añade el secretario general del PS.



A globalizarse



Si dentro del grupo político que hoy está en el juego del poder los hay más o menos globalizados, Barrios y Barrera son netamente generación internet. También eso generará un cambio dentro de sus partidos del que ellos serán la cara visible, dicen. Barrios, por ejemplo, suele ser panelista invitado al programa "El Termómetro", de Chilevisión, espacio que no piensa abandonar mientras sigan invitándolo.



"La política se desprestigia con el esquema actual de la televisión donde hay unas apariciones esporádicas de dirigentes, donde hablan quince segundos, y nadie entendió nada. Por eso me gusta ‘El Termómetro’: no es un foro habitual donde están los mismos de siempre. Allí hay gente común y corriente que discute temas ciudadanos tal como uno los discute en su casa o en la calle".



"Creo que podremos ser muy buenos intérpretes de lo que hoy pasa en la sociedad, y hacer que fluya oxígeno dentro de los partidos", apunta Barrios. De partida, volver a hacer de los partidos un espacio donde el servicio público sea entusiasta, lúdico, entretenido. "Por favor, a los partidos uno va a tratar de lograr cosas en las que cree, a discutir con gente, a intercambiar. Uno no puede acercarse a los partidos para pasarlo mal. Por alguna razón los mayores esto lo ven así, más serio".



"También hay que comprender que este un minuto en que hay que adaptarse a la sociedad comunicacional que vivimos. Y la política debe tener mensajes que constituyan identidad. Porque uno elige ser socialista. Nadie vota por uno que es igual a otro. Y no estoy hablando de marketing", sostiene el joven dirigente.



Alicia Barrera cree que la médula de este problema está en lo ciudadano. Los partidos deben competir con movimientos ciudadanos por enganchar a la gente. "El PPD es un partido más flexible que los tradicionales porque nació como ciudadano, con gente que estaba harta de la censura, que quería ley de divorcio, cuidar el medioambiente, y peleaba por la no discriminación a la mujer. Esas eran nuestras motivaciones y hay que retomarla».



"Todos los problemas de probidad recientes dañaron el corazón del partido. Y ahora debe resurgir un nuevo PPD que debe recuperar el perfil ciudadano, en vez de abandonarlo, como se ha planteado. Tengo claro que hay que apostar por la identidad, que la gente sepa que no somos la UDI y no es igual votar por la Concertación que por la UDI", dice.



El desafío municipal



El éxito o fracaso de las directivas de las que forman o formarán parte Barrios y Barreras se verá en las elecciones del próximo año, donde a los secretarios generales les cabe un rol fundamental en su organización y en la activación de los votantes.



"Estamos en una situación compleja", admite Barrios. "Hacer política para grandes masas se ha puesto complicado, después del tercer gobierno de la Concertación y de una secuencia de escándalos, dejó de ser bien mirado. Frente a eso qué: pues, humildemente, me gusta navegar contra el viento. Y creo que será posible volver a tener más del el 50 por ciento de los votos. La nuestra es una generación que quiere trabajar. Pero para eso se requiere orden".



Así como están conscientes de las dificultades que enfrentarán respecto a atraer votantes y garantizar la disciplina de sus militantes a lo largo de Chile, también plantean que hay dificultades que radican en el interior de sus colectividades.



"El PPD llegó a ser la suma de liderazgos personales y el partido se atomizó en torno a ellos. Pasamos una etapa en que había líderes tratando de concretar sus proyectos personales párale partido. Esta nueva directiva en la que estoy debe encausar al partido en aprender a valorar los liderazgos pero volviendo a ser un proyecto colectivo, a recuperar la preciosa diversidad que teníamos", dice Alicia Barrera.



Por otra parte, cree que el PPD debe apostar a saldar la deuda con los poderes locales. "La clave de las próximas elecciones estará en volver a comprometerse con la descentralización a impulsar a la gente al empoderamiento, a hacerla activa frente a sus derechos. Por ejemplo, ampliar el sistema de presupuestos participativos que ya hacen dos alcaldes del PPD en Cerro Navia y La Pintana, donde la gente de la comuna decide en que se invierte la plata de la municipalidad", explica.



El tema de los líderes y las jerarquías también es puesto en relieve por Barrios. "Tenemos que abogar por que el PS se abra a una mayor integración, aprender a sentir que cada militante puede entregar algo y debe ser tomado en cuenta. Aprender a que estos son tiempos para ser más horizontales que nunca. Que las jerarquías están bien, pero ya no nos sirve la verticalidad, que los dirigentes, por representantes que sean , son iguales al resto de militantes y están allí solo por circunstancias y nada más. Paso el minuto de los caudillos. Ganar las municipales requiere mayor trabajo colectivo y participación", dice Barrios.

Publicidad

Tendencias