Mientras sus aliados se desangran en un nuevo conflicto interno que les impide abocarse a los desafíos electorales, la UDI no descuida ningún flanco. Sin perder de vista los retos que deberá enfrentar en las elecciones parlamentarias del 2005, ya tiene a varios de sus posibles candidatos trabajando.
Aunque todavía queda tiempo para comenzar a preocuparse por las elecciones parlamentarias del 2005, para la UDI esto es relativo. La colectividad de Pablo Longueira ha dado pruebas suficientes de trabajar para adelantarse a los hechos de tal manera que estos no la tomen por sorpresa. Es sabido que entre los gremialistas nada se improvisa y con este argumento, diputados como Cristián Leay y Víctor Pérez ya han comenzado a trabajar en sus eventuales campañas.
Las Parlamentarias 2005 tienen una característica especial. Este proceso se efectuará en conjunto con las presidenciales, para las que la UDI se ha venido preparando desde que Ricardo Lagos venció a Joaquín Lavín en 1999. Esta vez, el gremialismo está convencido que cumplirá su objetivo de llegar a La Moneda.
En este contexto es que han surgido facetas antes desconocidas de la UDI, como dar mayor realce a la política de los consensos, que a mediados de los ’90 era exclusividad de Renovación Nacional en la oposición, y tomar una postura activa en materia de derechos humanos.
Dentro de este escenario, la confección de la plantilla parlamentaria es un aspecto importantísimo para la tienda de Longueira, considerando que aspira -a lo menos- a estructurar un Senado empatado y a aumentar de manera significativa el número de diputados de la Alianza por Chile en el Congreso. De allí que el conflicto interno que atraviesan sus socios se haya convertido en una preocupación para la UDI.
La crisis de RN, que tiene su origen en la intención de la directiva de modificar el sistema binominal, afecta al pacto porque en la UDI están ciertos que el actual mecanismo electoral es propicio para conseguir sus metas y asegurar a Lavín un Parlamento que le permita gobernar sin mayores contratiempos. Argumento con el que discrepa la mesa de Piñera, que además, teme que sus aliados aprovechen las ventajas del binominal para reducir a RN a su mínima expresión.
Pese a que el resultado de las elecciones municipales del 2004 influirá en la confección de la plantilla parlamentaria para el siguiente año, y que en la UDI hay quienes aseguran que es necesario llegar a un acuerdo en ese plano antes de abocarse a lo otro, lo cierto es que en el gremialismo está claro que en primera instancia todos sus senadores van a la reelección.
Más aún, ya hay candidatos para dos circunscripciones en las que la UDI actualmente no tiene senadores. La Segunda Región y una circunscripción de la Octava -la número 13-. En ambas, los representantes de la alianza son de Renovación Nacional, Carlos Cantero y Mario Ríos, respectivamente. Sin embargo, esto no es nuevo ya que los senadores de RN están sobre aviso desde hace meses, aunque el más afectado parece ser Cantero, quien incluso el año pasado había comenzado a mostrar presencia en la región, a través del rayado de murallas.
Cantero versus Leay
Los temores de Cantero no son infundados. Su eventual contrincante, en caso de tener que llegar a competir con sus socios, sería el diputado Cristián Leay. Este legislador, cuenta entre sus méritos el nada despreciable de ser amigo de Lavín. Pero, además, ha tomado con bastante entusiasmo la posibilidad de ser senador por la Segunda Región. Luego de ser diputado por cuatro períodos consecutivos.
Por otra parte, la región no es ajena a él, ya que vivió muchos años en Antofagasta y ejerció allí su carrera de ingeniero en Minas, por lo que no es un desconocido, argumentan quienes defienden su eventual postulación.
De hecho, desde el año pasado comenzó a incursionar por la zona y hace unos cuatro meses viaja regularmente al norte, donde ya está formando equipos de trabajo. Cercanos al diputado explican que esto se debe a que Cantero no es un candidato fácil de desbancar. Entre otras cosas, por su carrera parlamentaria, ya que fue electo diputado durante dos períodos consecutivos por Calama y, posteriormente, senador por la Segunda Región.
No obstante, la disputa se dará sólo si RN y la UDI no llegan a acuerdo en esa y otras circunscripciones, ya que de lo contrario, por "el bien de la unidad de la alianza" se le podría ‘solicitar ‘ a Leay que baje su opción, acepte ir por otra circunscripción o continúe siendo diputado en su actual distrito -19- u otro que la UDI quisiera disputarle a la Concertación.
La otra dupla pendiente
En similar circunstancia se encuentran el senador de RN Mario Ríos y el diputado de la UDI Víctor Pérez. El primero, con la ventaja de haber sido reelecto senador, es decir, va a cumplir 16 años ocupando un escaño en el Senado. A pesar que su imagen pública no es tan llamativa como la de su eventual contendor, que ostenta el calificativo de diputado ‘fiscalizador’ del gremialismo.
La trayectoria parlamentaria de Pérez es tan notoria como la de Ríos, pues ha permanecido en la Cámara Baja cuatro períodos consecutivos. Y, al igual que Leay, ha asumido su opción a ser senador por la Octava Región Sur con mucho entusiasmo. Tanto que asegura no tiene problemas ni temores de enfrentar una competencia, en caso de ser necesario. A su juicio, competir es la esencia de una elección política.
Pérez explicó que a partir de este año ha incrementado su trabajo en la región, a lo que dedica gran parte de las semanas distritales y está en proceso de formación de equipos. Asimismo, es optimista y está convencido que de tener que competir con Ríos, puede ganarle al senador de RN. Si no lo creyera -dice- mejor no embarcarse en una tarea de esta magnitud.
El gran reto de la UDI
En esta pasada la UDI enfrenta un reto considerablemente mayor que Renovación Nacional, en materia de senadores. El gremialismo deberá defender siete circunscripciones, mientras que sus ‘socios’ sólo deberán ocuparse de no perder las actuales dos que ostentan, aunque no pierden la esperanza de aumentar el número de parlamentarios que los representen en la Cámara Alta.
La tienda de Longueira cuenta con representantes en las circunscripciones de la Cuarta Región, Evelyn Matthei; Sexta, Andrés Chadwick; Décima Sur, Rodolfo Stange; Décima Norte, Marco Cariola; Décimo Segunda, Sergio Fernández; Metropolitana Oriente, Carlos Bombal; y, Metropolitana Poniente, Jovino Novoa. Y, aparentemente, aspira a aumentar dos.
Renovación Nacional, en tanto, tiene senadores en la Segunda Región, Carlos Cantero y Octava Sur; Mario Ríos. De haber competencia con sus aliados, los dos primeros corren serio riesgo de perderse. Si, en cambio, ambos partidos logran llegar a un acuerdo, RN podría aspirar al cupo de la Octava Región Norte, donde actualmente la Concertación dobla a la derecha, pero en el que la UDI aspira a romper tal doblaje para, por lo menos, quedar con un Senado empatado y quitarle la mayoría al oficialismo, en el próximo período presidencial.
Por otra parte, la tienda de Longueira deberá enfrentar definir al candidato para la Décima Sur. A pesar que, en primera instancia, todos los senadores van a la reelección, en el partido existe la convicción que Stange ya está demasiado mayor -para las elecciones del 2005 tendrá 80 años- para enfrentar otro período. No obstante, el ex general de Carabineros tiene historia por su carácter terco y ya habría manifestado que "no-se-va" de su cargo, lo que, créase o no, tiene complicada a la colectividad.
Si finalmente se impone el criterio que Stange debe permitir que se le dé "tiraje a la chimenea", la UDI tiene dos opciones que -según ha dicho el propio Longueira- podrían ser consideradas para reemplazar al ex general director de Carabineros, pues por ser diputados de la zona tienen derecho a aspirar a llegar al Senado. Los diputados Carlos Recondo y Claudio Alvarado podrían ser candidatos por derecho propio, ya que la posibilidad que el empresario José Yuraszeck -quien también le expresó a Longueira su deseo de ser senador por esta circunscripción- acceda al Congreso a través de la Décima Región parece haberse descartado.
