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Petróleo y antiterrorismo, la fórmula de la acción preventiva

No es sólo afán de cooperación, altruismo en pro de la lucha contra el SIDA o la simple búsqueda de aliados para la guerra al terrorismo, lo que ha impulsado al presidente Bush en la primera etapa de su viaje a África. También están presentes los intereses de la energía y, sobre todo, los del petróleo. Las empresas que lucran con este precioso contaminante energético han invertido suculentas sumas en su exploración, sin aún lograr resultados rentables en ese continente. Todo, en una zona -Africa


La crisis energética de los EEUU -que lo llevó a incursionar en Irak- necesita de amplios escenarios para superar el déficit actual. Según el informe de la página Equity Research del 22 de mayo 2003, la Energy Information Administration (EIA) de EEUU, órgano rector de los recursos energéticos de ese país, existe un fuerte déficit en el stock de reservas de gas natural para el próximo invierno. Estando así las cosas, los precios tenderán al alza y, lo que es más grave, si no se vuelve pronto a los niveles de stocks de reserva de los años anteriores, la oferta de gas natural podría entrar en una fase de crisis permanente.



"Hoy en los EEUU el metraje cúbico de gas almacenado para distribución es de 990 mil millones, mientras que a la misma fecha del año pasado era de 1.775 mil millones", señala el informe de Raymond James.



Los datos que provee la EIA no son promisorios y no se observa una reversión de tendencia a futuro, porque simplemente hoy todo se ha hecho más interdependiente, especialmente en lo que se refiere al petróleo. Si hay algo que puede desesperar a una población es el frío. El calor, las cucarachas, los insectos de Bagdad se pueden tolerar. El ser humano se adapta a estas condiciones. En cambio, con el frío no se puede jugar.



Según ese informe, lo mismo está ocurriendo en Canadá. A la larga también Europa podría sufrir el impacto, por las consecuencias futuras de un alza del precio del petróleo.



Si bien Africa sub-sahariana no representa una solución a corto plazo y sus reservas petrolíferas han sido siempre subestimadas, en el largo plazo esta región puede llegar a suministrar aquella cuota de petróleo que descongestione los nudos energéticos de los EEUU, Canadá y Europa, las zonas donde más se consume energía.



Para aquellos que aún sostienen que la ocupación aliada de Irak fue más que una arremetida en una zona energética clave, una señal política, estas cifras deberían provocarles una vuelta de tuerca en el análisis.



La primera etapa de la gira de Bush en el continente africano contempló la entrega de un paquete de medidas para abordar varios problemas de Africa sub-sahariana, con el objetivo de transformarla en una zona "estable", para usar los códigos de la globalización.



No por casualidad uno de los países visitados por el presidente Bush fue Senegal, país con el cual EEUU ha mantenido siempre relaciones particulares. Esta visita llama especialmente la atención ya que Senegal es uno de los países más apegados a la tradición francófona de la región, el más "francés" de los países africanos. Es como si el presidente Chirac viajara al más estadounidense de los países latinoamericanos para inyectar ahí capitales y otras energías.



Sin embargo, hay que tener presente que EEUU y Senegal mantienen, desde su independencia bajo el líder histórico Leopold Senghor, una nutrida ruta de intercambios. Curiosamente, es el país africano que más cerca está -en horas de vuelo- de EEUU. Y esta proximidad no se ha desaprovechado.



Senegal es un país que siempre ha transitado en la moderación política. Si no fuera por sus niveles de pobreza -no ha logrado superarlos a pesar de la benevolencia que siempre ha tenido el Banco Mundial y el FMI con su deuda externa-, Senegal tiene certificado de "buena conducta" en todas aquellas áreas que son valoradas en EEUU y Europa. Su pool de recursos humanos ha ofrecido copiosos candidatos a puestos de jerarquía en los organismos internacionales y sus gobernantes han estado siempre dispuestos a colaborar en misiones de paz en la región.



Por su moderación, es poco plausible que Senegal pueda albergar células terroristas o redes desestabilizadoras. Otro tema muy diferente es que Senegal aún no haya podido superar el conflicto territorial histórico con Guinea Bissau en torno a la zona más fértil del país, la región de Ziguinchor, ubicada al occidente de Dakar, su capital.



Senegal, la punta de la lanza de un viejo plan



Desde su independencia, Senegal se destaca por ser el país africano con la estabilidad política y social más consistente a lo largo de los años. No necesariamente ha sido el más democrático, ya que sus presidentes han permanecido largos años en el poder. Sin embargo, en contraste con Costa de Marfil, Ghana, Nigeria y las desastradas Liberia y Sierra Leona, Senegal es considerado "la perla" de Africa Occidental. Entonces, el viaje de Bush es más que simbólico: marca un hito para el futuro rol que jugará Senegal respecto a EEUU y Europa.



Senegal ejerce una influencia militar regional importante en una zona que abarca la República de Guinea (Conakry), Malí, Sierra Leona, Liberia, Guinea Bissau y Mauritania. La entera zona ha sido permanentemente objeto de focos de inestabilidad. Sierra Leona y Liberia especialmente, pero también Guinea Conakry y Guinea Bissau han tendido dramáticamente a la desestabilización en los últimos años.



La República de Malí, relativamente más estable, también ha pasado por períodos de agudas fricciones sociales, aunque nunca alcanzando los niveles de fractura y de permanente guerra interna de países como Liberia y Sierra Leona. Mauritania es otro país donde la estabilidad de Senegal puede ejercer influencia, pero este es un caso aparte. Más ligada al Magreb, esta nación está siendo directamente impactada por el tema no resuelto de la independencia de la República Sarahui o el "Sahara Español", como aún lo prefieren llamar en Madrid. Mauritania recibe permanentemente refugiados y combatientes de esa zona, lo mismo que Guinea Bissau.



En medio de todo esto entran en juego los intereses de España, país que apoya intermitentemente la independencia Sarahui, con la inconsistencia propia de un país colonial que no quiere perder su "cuña" en el territorio africano. Con el tema de la independencia Sarahui se cierra otro de los círculos de la modernidad en la política internacional.



Aquí se destaca James Baker, el antiguo secretario de Estado de Bush padre, quién por años ha estado negociando un acuerdo entre las partes. Habría una conexión que no ha sido del todo descifrada respecto a las ventajas comparativas de este negociador. Más de alguna sospecha -infundada o no- se ha lanzado, que dice que James Baker, con su indudable habilidad diplomática, estaría construyendo el gran puente para el ingreso de EEUU a Africa desde el norte. O sea, la penetración desde el Magreb. Si se lograra superar el último bastión de intra colonialismo entre Marruecos y la República Sarahui, un subproducto del colonialismo, se completaría la etapa de la descolonización total de Africa, "porque la situación existente con la República Sarahui, es impresentable frente al mundo", nos dice un funcionario de Naciones Unidas.



El lento y duro camino hacia el petróleo en el Africa



No es casual que en toda esta zona, tanto en el interior como en la franja costera y también off shore, o sea, mar adentro, haya una larga historia -de más de dos décadas- de exploraciones de petróleo.



En la costa de Ziguinchor, el territorio senegalés disputado por Guinea Bissau, escenario de varias guerras cortas, enfrentamientos y foco de conflictos, las exploraciones han avanzado al punto de que se está entrando en la fase sucesiva, la de las instalaciones para iniciar una explotación de una cierta envergadura.



En Guinea Bissau las exploraciones tuvieron su peak en la década 1985-1995. Luego la intensidad disminuyó por razones más políticas que técnicas. Los que están asociados a la industria del petróleo conocen bien que una vez lanzadas las vías de explotación, después de la fase exploratoria, el proceso es casi irreversible. El standard de perfomance debe ser lo más cercano al 100 por ciento. En otras palabras, tiene que salir petróleo y en abundancia.



Toda la zona costera que va de Mauritania hasta Liberia es rica en petróleo. Algunos especialistas consultados, con años de experiencia en exploración, nos confirmaron que su potencial no es diferente al de la zona de Cabinda, al norte de Angola. Los iniciados en el negocio del petróleo suelen no entregar demasiada información al público.



"Aunque las compañías que pueden sostener pérdidas económicas de ‘intentos fallidos’ en exploración y explotación inicial no son más de 20 en el mundo, igual se mantienen en secreto los lugares en que estas reservas podrían estar", nos dice una fuente.



En este sentido, Africa Occidental se ha mantenido como una "caja negra". Los pocos que saben, guardan tenazmente el secreto.



«Abrir más compuertas de petróleo en el continente africano, demuestra el grado de desesperación en que se encuentra EEUU respecto a sus stocks de petróleo y reservas de otras fuentes de energía, como por ejemplo, el gas", nos dice el especialista."Si bien la gira de Bush no es sólo por el petróleo, me extrañaría que este tema estuviera fuera de su agenda".



Africa y el terrorismo



De acuerdo al mapa estratégico global antiterrorista, la zona sub-sahariana de Africa islámica no está fuera de los territorios que pueden llegar a albergar o incubar redes terroristas.



Situaciones crítica como las de Arabia Saudí, Yemen o Pakistán, no existen en esa zona del continente africano visitada por Bus en la primera etapa de su visita a Africa, en el sentido de que ahí se estén anidando redes terroristas.



Sin embargo, el reciente frustrado golpe en Mauritania demostró que esto es parcialmente cierto. Es más que viable que la vastedad de Africa sub-sahariana pueda cobijar fuerzas desestabilizadoras o personajes enigmáticos que alguna vez tuvieron o puedan tener conexiones con historias de anarquía y terror.



Están las obras de Conrad y Graham Greene para ilustrar la fantasía y descubrir la realidad. Por lo demás, que Africa pueda anidar a cabezas terroristas está escrito en más de un dossier de los desvencijados sistemas de inteligencia, los mismos que probaron su futilidad en la pasada guerra de Irak.



Existe otra razón potente para incorporar a bastiones africanos en la estrategia global contra el terrorismo. Esta tiene que ver con los recursos minerales que provienen de Africa, recursos que pueden llegar a alimentar la construcción de armas de destrucción masiva. La presunta exportación de uranio de Níger a Irak, sacada a la luz pública en los preámbulos de la invasión a Irak -versión rápidamente tildada de "fabricación" por Hans Blix-, igual obliga a una mirada más profunda del continente africano de modo de evitar situaciones como esa a mediano y largo plazo. Si bien esa conexión no tuvo consecuencias comprobables, entregó una pista respeto de un territorio que había sido descuidado en la estrategia global contra los enemigos de la Pax Occidental.



Los safaris en Africa se reanudan en gran escala, con el propio Presidente de más poderío bélico del mundo partiendo como se acostumbra: de arriba hacia abajo. Senegal es la punta de lanza.



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