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Tensión interna en la DC: senador Pizarro fue pasado al Tribunal Supremo

Aunque el parlamentario acostumbra a emitir declaraciones rudas, nunca antes se había considerado pasarlo al Tribunal Supremo por alguna de ellas. El tema puede quedarse en una instancia meramente doméstica, pero también es posible que a partir de esto se reavive la disputa interna dentro de la DC entre los partidarios de Zaldívar y la disidencia.


«Espero que alguien tenga la gentileza de avisarme. En principio me parece muy raro que toda la prensa sepa antes que yo que estoy pasado al Tribunal Supremo, como usted dice, y a mí el Tribunal Supremo no me haya informado». Con estas palabras reaccionó el senador DC Jorge Pizarro ante la decisión del mencionado organismo de pasarlo a la instancia disciplinaria a propósito de recientes declaraciones de Pizarro en las que criticó a la Comisión Económico Social (CES) de la Democracia Cristiana, al Cardenal Errázuriz -a propósito de la ley de divorcio- e incluso, al propio TS.



La medida tiene una arista adicional que trasciende lo puramente disciplinario. Jorge Pizarro ha sido durante el último año la cara visible más importante de la oposición a Adolfo Zaldívar en el PDC. Desde este punto de vista, el hecho que el senador Pizarro sea pasado al TS podría ser interpretado como una «agresión política» desde el adolfismo hacia la disidencia.



Por esta razón es que desde el círculo más cercano al presidente de la DC se puso especial énfasis en precisar que no fueron la mesa directiva ni Adolfo en particular qienes pidieron que Pizarro fuera pasado al TS, sino que fue este órgano el que decidió autónomamente aplicar la medida.



Qué fue lo que dijo



En días recientes, Pizarro ha sido prolífico en críticar al partido en diversas áreas, aunque cabe decir que sus críticas se han mantenido dentro del estilo directo y sin muchas delicadezas que caracteriza al senador.



El parlamentario se lanzó así contra la subcomisión creada al interior de la CES para investigar las cuentas fiscales del ministerio de Hacienda. Pizarro consideró que esa subcomisión -anunciada por Adolfo Zaldívar- no tenía más alcances que los publicitarios. «Me parece ridículo crear subcomisiones chiquititas que son asesoras de otros entes asesores. Cada parlamentario sabrá si le parecen pertinentes los comentarios de los expertísimos que hay en estas comisiones», dijo.



Luego se pronunció sobre la polémica sobre la ley de divorcio que enreda a los parlamentarios DC que se sientes comprometidos con los postulados de la Iglesia Católica. Pizarro le respondió a los planteamientos del cardenal Francisco Javier Errázuriz diciendo que son los civiles y no la Iglesia quienes saben cómo funcionan los matrimonios.



A estas palabras que pudieron sonar rudas a los DC más cercanos a la Iglesia, Pizarro sumó otras declaraciones en las que cuestionó a la directiva del partido de tener carta blanca para tomar decisiones en la DC «porque tiene a su disposición a un Consejo Nacional con un mandato vencido hace años y a un Tribunal Supremo que no ha sido elegido por una Junta Nacional, sino que fue nombrado a dedo por la mesa y que obedece exclusivamente a los criterios del presidente del partido».



Tensiones



Sobre todo esto último es lo que habría llevado a los miembros del TS a sesionar el jueves por la noche, cita en la que decidieron por 10 votos contra uno, citar al senador Pizarro para que entregue explicaciones por sus dichos. Hacía ya un par de años en que un militante de la DC no era llamado al orden por sus exabruptos verbales. La medida es todavía más inusual si se considera que Pizarro normalmente hace declaraciones de este tenor.



La medida no ha sido formalizada, y el afectado estaba ayer en el valle del Elqui, zona que pertenece a su circunscripción senatorial. Por esto es que no se extendió sobre el punto ni sobre lo que piensa hacer para enfrentar la situación: si circunscribir el tema a lo meramente normativo dentro del TS, o abordarlo desde una perspectiva más amplia buscando apoyos dentro de la disidencia DC. Si Pizarro decide llevar las cosas a ese plano, sabe que no cuenta con apoyo dentro del Consejo Nacional, donde Adolfo tiene la mayoría. Pero se calcula que la mitad de la bancada de diputados y la mitad de los senadores podrían cerrar filas en apoyo a Pizarro.



Quien sí se explayó sobre el conflicto que afecta a Pizarro fue el ex ministro Claudio Huepe, la otra figura disidente de importancia. «Se supone que el TS debería contribuir a pacificar el partido, a estimular la convivencia interna, en vez de agudizar las tensiones», dijo Huepe.



Explicó que recientemente ha habido dos resoluciones controvertidas del TS. Una fue intervenir en la elección de la JDC imponiendo un par de integrantes en el Tricel de esos comicios, y la otra es la que afecta a Pizarro.



A raiz de la intervención del tricel de la JDC un centenar de jóvenes se tomó la noche del jueves la sede del partido.



«Voluntaria o involuntariamente, porque considero que Eric Campaña, el presidente del TS, es un caballero y una persona decente, lo que se está haciendo lleva a que el TS parezca una extensión política de la mesa directiva. Y eso no puede ser», dijo Huepe.



Pizarro fue lacónico: «esto es lo que cabe esperar del »adolf-ismo».

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