Publicidad

La terrenal pugna familiar por la sucesión del obispo Vásquez

Días difíciles vive la Iglesia Metodista Pentecostal. Hasta ahora se ha puesto énfasis en los conflictos espirituales sobre quién sucederá a la cabeza de la grey al octogenario obispo Javier Vásquez, quien falleció la noche del viernes. En el círculo más cercano al pastor hay una álgida disputa en torno a cómo serán los funerales y sobre todo, a quién corresponde su fortuna.


En medio de los preparativos para el funeral del obispo de la Iglesia Metodista Pentecostal, Javier Vásquez, quien murió el viernes en la Clínica Indisa, producto de una insuficiencia hepática, se da una dura pelea entre su actual esposa, Olga Henssen, y el hijo mayor del pastor, Jorge Vásquez, que no sólo tiene que ver con la sucesión en el alto cargo espiritual, sino que, además, se disputa dónde debe ser velado, sepultado y quién es el legítimo heredero de su cuantiosa fortuna.



Desde antes de su muerte, el delicado estado de salud del presbítero de 87 años, llevó a su núcleo más cercano a analizar el destino de sus restos. Su hijo Jorge Vásquez manifestaba su intención de que su padre fuera velado en la iglesia que construye en Maipú y que sea sepultado junto a su primera esposa, la pastora Mariana Daza, en el cementerio Parque del Recuerdo. Deseo que chocó con el resto de la parentela y la mayor parte la comunidad protestante.



La esposa en segundas nupcias de Vásquez, Olga Henssen, planteó que le lugar idóneo para velar el cuerpo de su marido era la Catedral Evangélica ubicada en la calle Jotabeche y posteriormente enterrado en el flamante cementerio evangélico "Camino a Canaán", uno de los mayores logros de la Iglesia inaugurado hace unos meses. Al menos Henssen logró el primer objetivo, pero no pudo impedir que la «familia» de su marido impusiera la decisión de enterrarlo junto a su primera esposa en el cementerio católico «Parque del Recuerdo».



Según afirman los detractores del primogénito de Vásquez, éste aspira, veladamente, a tomar las riendas por la línea de "sucesión divina o de sangre" tal como lo propusieron dos diáconos que, a la vez, son parientes del pastor fallecido.



Pero los pastores se opusieron a las intenciones iniciales del círculo del primogénito por 18 votos contra cuatro. Así, el jueves determinaron que el sucesor al cargo debe salir de una "elección democrática" por la vía de los estatutos legales de la iglesia. Esta elección se haría 60 días después de la muerte del obispo y mientras una junta de pastores -liderada por Eduardo Durán- regirá la comunidad.



Al interior de la Iglesia Metodista tratan de bajar el perfil a la situación. El vocero de la corporación, el pastor Roberto López precisó a este medio que la sucesión se dará según los estatutos de la comunidad y no "por vías que han planteado algunas personas".



Disputa y certificados



La idea del hijo de Vásquez de sepultar a su padre en un cementerio católico no cayó bien en la comunidad. Incluso, los más duros detractores de Vásquez hijo han llegado a afirmar que pretende llevar a su padre a un cementerio no evangélico como una forma de "negociar" con los pastores la posibilidad de alcanzar el alto cargo que quedó vacante.



Jorge Vásquez aseguró a El Mostrador que no ha pensado ocupar el puesto de su padre, pero que la decisión de nombrar un representante interino que tomaron los pastores es "ilegal, por cuanto se instaló a una persona que no corresponde y se destituyeron a los diáconos que votaron contra la idea de formar una junta tras la elección".



A la vez, confirmó que proyecta sepultar los restos del pastor en el cementerio Parque del Recuerdo. "Es el lugar donde corresponde junto a mi madre, Marina Daza, y esperamos que el deseo de la familia se cumpla", aclaró.



El tenso ambiente se trasladado, incluso, hasta la clínica donde murió el pastor. Cercanos a la familia cuentan que "dos bandos" se disputaron el cuerpo de Vásquez y exigieron sendos certificados de defunción para retirar el cadáver y pagar la cuenta en el centro privado.



Un conocedor de la situación aseguró que con antelación se «conversó» con la dirección de la clínica la posibilidad de otorgar dos certificados: uno al hijo y otro a la esposa para llegar a una solución salomónica. Lo que finalmente ocurrió.



Vásquez y su madrastra han mostrado sucesivas discrepancias en los últimos días a propósito de la sucesión del cargo pues algunos están tras su propuesta y otros con la mujer. El clímax de esta mala relación se materializó cuando Olga Henssen fue desalojada de la casa de su esposo por el hijo, quien argumenta que la vivienda no está a nombre de ella.



Cercanos a esta pugna familiar aseguran que también están los intereses económicos del pastor. Así, a sus hijos no querrían "compartir" la herencia que posee y que se traduciría en numerosas propiedades y vehículos.

Publicidad

Tendencias