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Deceso de Pilar Urrutia genera pugna por la alcaldía de Conchalí

Aunque la Concertación estima que tiene los votos para recuperar el municipio, la UDI aspira a mantener en cargo a alguien afín. Para ello, plantea el gremialismo, cuenta con una carta de triunfo: la concejala PS, María Guajardo, que no estaría dispuesta a votar por su colega PPD Carlos Sottolichio.


El deceso de la alcaldesa de Conchalí, Pilar Urrutia Aldunate (UDI), generó consternación en el gremialismo, ya que además de tratarse de una "pérdida irreparable", según aseguraron dirigentes del partido, deja un vacío nada menor en una comuna eminentemente popular, porque cálculos más o menos en primera instancia debería retornar a manos de la Concertación.



Pese a que el oficialismo es mayoría en el Concejo del municipio de Conchalí, todo parece indicar que la elección del nuevo alcalde no será tan fácil para la Concertación. De hecho en la UDI no pierden la esperanza de que un concejal de sus filas termine el período de Urrutia. Pero concientes que eso no será posible sólo con pedirlo, los gremialistas se preparan para una ardua negociación en los próximos 12 días.



El escenario que generó el fallecimiento de la alcaldesa es complicado. Antes de elegir a sus sucesor se deberá llenar el cupo de concejal, al que debería subir la candidata de la lista de la Alianza por Chile que no alcanzó a entrar en las elecciones del año 2000. Se trata de María Fuentes Fuentes, militante de RN, con quien se mantienen inmutables las actuales fuerzas dentro del municipio.



Así, la Concertación continúa con cinco concejales y la Alianza por Chile con tres. En este contexto, la conformación del Concejo será la siguiente: Carlos Sottolichio, PPD (23,04 por ciento de la votación en las elecciones del 2000); María Guajardo, PS (10,63 por ciento); Alfonso Nilo, RN (8,13 por ciento); Héctor Áravena, DC (3,84 por ciento); Julio Arancibia, DC (3,41 por ciento); María Fuentes, RN (2,00 por ciento); José Porto, PPD (1,70 por ciento); y, Luis De La Maza, UDI (1,06 por ciento).



La pugna por la alcaldía



A pesar de este adverso panorama, la UDI apuesta a retener la alcaldía contando con el apoyo -según aseguran fuentes del partido- de la concejala del PS. María Guajardo no parece dispuesta a votar por el PPD Carlos Sottolichio, debido a que -agregan- considera que en su pasada gestión edilicia se habrían cometido una serie de "irregularidades", tanto que el ex jefe de gabinete de el entonces alcalde, Moisés Leyton, incluso estaría enfrentando una querella.



De concretarse este supuesto, a la hora de votar para elegir a la figura que reemplazará a Urrutia se debería producir un empate. Si esto sucede se va a una segunda votación después de la cual, si el empate se repite, el concejal más votado en las últimas elecciones municipales debería ser el nuevo alcalde. Por lo que, lo quiera la UDI o no, Carlos Sottolichio ocuparía el sillón municipal.



Ante este panorama, el gremialismo debería intentar convencer a otro concejal oficialista que esté dispuesto a impedir el ascenso de Sottolichio, dentro de los 12 días que existen de plazo para nombrar al nuevo alcalde.



En todo caso, es tanta la animadversión de la UDI en contra del concejal del PPD que están dispuestos -según una fuente- a votar por algún DC o por la concejala socialista, cuyo voto cuentan para sí.



Guajardo quiere ser alcaldesa



Mientras en la UDI defienden la "independencia" con que María Guajardo se ha manejado durante su gestión, en la Concertación la consideran casi una "traidora". Se apunta que María Guajardo desde hace un tiempo se ha acercado al alcalde Joaquín Lavín, con quien trabaja en el departamento de Educación Extraprogramática de la municipalidad de Santiago.



Fuentes de la Concertación apuntan que esto no le ha traido consecuencias a Guajardo con su partido, el PS, porque ella ha ganado repetidamente las elecciones locales internas de su colectividad.



Por otra parte, no descartan que la díscola concejala pretenda llegar a ser alcaldesa, ya que como se ha dicho la Alianza por Chile, y en particular la UDI, estaría dispuesta a darle sus votos, con tal de cerrarle el paso a Sottolichio.



Así el panorama, cualquier cosa podría pasar en los próximos 12 días, desde que la UDI logre mantener a un alcalde de sus filas en el municipio, hasta que sin mucho trabajo el oficialismo se lo arrebate a la Alianza por Chile, pues tiene en su contra las fuertes críticas que se le hicieron a la gestión de Pilar Urrutia, que estuvo a punto de enfrentar -hace unos meses- una acusación por notable abandono de deberes.



Las acusaciones en contra de la fallecida alcaldesa fueron encabezadas justamente por el concejal Sottolichio, quien en su momento aseguró contar con los antecedentes necesarios para solicitar su destitución.



También debió enfrentar denuncias por malos manejos de parte de la diputada de Conchalí María Antonieta Saa (PPD), quien acusó a la alcaldesa de cometer una serie de "irregularidades" financieras durante su gestión.

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