Mientras Pedro Sabat intentaba llegar a un acuerdo con sus pares de la UDI para terminar con el paro de los ‘basureros’, el Intendente se reunió con ocho ediles de la Concertación y la Federación de Trabajadores del Aseo, poniendo fin a la movilización. Esta actitud de Trivelli dejó sin piso y enojado al presidente de la Asociación de Municipalidades.
La contrariedad provocada en la UDI luego que el Gobierno sucumbiera a las presiones de la Democracia Cristiana en materia de Rentas Municipales y revocara el acuerdo Longueira-Insulza, alcanzado en agosto del año pasado, generó que el gremialismo anunciara su rechazo a la Ley de Rentas II que será votada hoy en el Congreso.
Para coordinar esta oposición, Pablo Longueira se habría reunido ayer en la tarde con el presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, Pedro Sabat (RN), quien hasta ese momento apoyaba la iniciativa del gobierno por considerar que aportaba recursos frescos a los municipios. Bajo esta premisa, el alcalde de Ñuñoa se había convertido, para la UDI, en un escollo difícil de salvar por la influencia que ejerce su cargo entre los ediles.
Así, aprovechando la presencia de Sabat en la sede de la UDI, hasta donde concurrió para buscar una salida conjunta al conflicto de la basura, Longueira habría tratado de convencerlo para que se sumara a su colectividad en la cruzada contra la Ley de Rentas II presentada por el Gobierno.
El argumento del gremialismo para revertir la posición de Sabat es que la Ley de Rentas II de La Moneda no aportará recursos a los municipios sino hasta fines del 2005. Pablo Longueira se habría encargado personalmente de explicárselo al presidente de la ACHM y de pedirle su apoyo.
De este modo, junto con alinear a sus alcaldes, el timonel gremialista se aseguró de que no habrá eventuales rebeliones entre los ediles de la Alianza por Chile y que parlamentarios y jefes comunales se cuadrarán tras el rechazo a la polémica Ley de Rentas Municipales II.
Sin embargo, lo que finalmente habría gatillado el cambio de actitud de Sabat para pasar a apoyar la negativa que adoptarán los parlamentarios de la derecha, fue la forma en que el intendente de Santiago, Marcelo Trivelli, manejó el conflicto de la basura. Esto, porque la autoridad metropolitana pasó por encima de la ACHM para lograr un acuerdo con ocho alcaldes de la Concertación y con la Federación de Trabajadores de Aseo, Jardines y Rellenos Sanitarios.
Tras el anuncio oficial del Intendente respecto al acuerdo alcanzado por la recolección de desperdicios, el alcalde Sabat señaló a El Mostrador que la ACHM "se siente liberada del compromiso" de apoyar la Ley de Rentas II. Según explicó, porque la iniciativa no aportará recursos inmediatos a los municipios, conclusión a la que habría llegado tras estudiar detenidamente el proyecto del Gobierno. Ante dicha constatación, añadió, le solicitará a los alcaldes de Renovación Nacional que no respalden la normativa.
La UDI se cobra revancha
Mientras tanto, la UDI tuvo ayer un día agitado. La directiva no cejó en sus esfuerzos para alinear en torno a la posición del partido a sus alcades, algunos de los cuales estaban convencidos que el proyecto del Gobierno les significaría mayores recursos frescos, lo que no ocurrirá sino hasta fines del año 2005, explicó el jefe de bancada de la UDI, Rodrigo Álvarez.
El parlamentario, que integra la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, fue el encargado de explicar a los alcaldes más proclives a la propuesta de La Moneda que ésta no les significará "ni un nuevo peso para los municipios, hasta el 2005". Para probarlo, Alvarez comparó la iniciativa acordada entre Longueira e Insulza con la que actualmente promueve La Moneda.
Por su parte, el secretario general de la UDI, Patricio Melero, advirtió que sólo están dispuestos a aprobar el proyecto "si se recupera el acuerdo que había alcanzado Longueira con el Gobierno, que tenía justas compensaciones para los sectores más modestos del país".
Sin embargo, en la UDI están concientes de que a estas alturas un acuerdo en ese sentido es imposible, por lo que el partido finalmente se ha ordenado tras el rechazo a la iniciativa, en la que votarán en contra de los artículos relativos a las alzas de impuestos y analizarán en su "mérito" aquellas referidas a materias de gestión municipal.
Melero fue enfático al clarificar la posición de su partido, destacando que la UDI no apoyará una iniciativa que vuelve a aumentar impuestos, "después que el Gobierno ha subido el IVA, que afecta a los más pobres del país". Recordó, además, que el proyecto que en agosto del año pasado acordaron Longueira e Insulza contenía una serie de compensaciones que beneficiaban a los sectores más pobres, cosa que a su juicio no contempla el del Gobierno que se somete a votación hoy.
Este argumento es respaldado por la mayoría de los ediles de la UDI, pero no por todos ellos. Hay sectores que ni siquiera consideran tal posibilidad, pues estiman que uno de los principales aspectos de esa propuesta estipulaba que el Fisco aportaría al Fondo Común Municipal (FCM) ingresos similares a los que entregaran los privados. No obstante, dicen, ahora eso no es posible porque no habría recursos para ello.
En este sentido, hacen hincapié en el "efecto IVA", señalando que si el Gobierno aumentó este impuesto porque no tiene recursos para cubrir sus necesidades, menos aun los tendría para cumplir con el compromiso de aportar más ingresos al FCM, por lo que tampoco sería viable el acuerdo original.
Así las cosas, en la UDI aseguran que mantendrán su posición de rechazar aquellos artículos del proyecto que aumentan los impuestos y que la Concertación deberá hacerse cargo de su aprobación, porque al contrario de otros requieren quórum simple. En este contexto, aseguran, junto con pagar los costos de una nueva alza de impuestos, el oficialismo deberá hacerse cargo de las consecuencias de haber echado por tierra el compromiso asumido por el ministro del Interior con la UDI, el año pasado, cediendo a las presiones de la DC.
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