La decisión del CDE se tomó el pasado jueves en la reunión del Comité Penal, donde tras analizar el contenido del sumario que sustancia la titular del Primer Juzgado de Crimen de Puente Alto, Gabriela Gómez, se estimó que era necesario un ministro de Corte para llevarlo a buen término. La presentación ante el máximo tribunal la realizará hoy la abogada María Inés Horvitz.
Basándose en la declaración de la nieta política de Augusto Pinochet, Loreto Tapia, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) solicitará, hoy a la Corte Suprema, la designación de un ministro en visita para investigar el homicidio del coronel Gerardo Huber Olivares. La causa tiene, además, varios testimonios de ex compañeros de armas del uniformado que entregan importantes antecedentes que, por ahora, se mantendrán en reserva para el buen éxito de la investigación.
La declaración de Tapia, fue obtenida por El Mostrador.cl en una fuente judicial.
La decisión del CDE se tomó el pasado jueves en la tradicional reunión del Comité Penal, donde tras analizar el contenido del sumario que sustancia la titular del Primer Juzgado de Crimen de Puente Alto, Gabriela Gómez, se estimó que era necesario un ministro de corte para llevarlo a buen término. La presentación a la Corte Suprema la hará hoy la abogada María Inés Horvitz.
La profesional ha insistido en que este proceso requiere de un juez con prerrogativas especiales para que llegue al fondo del asunto y logre dar con los asesinos del uniformado.
El mes pasado, con sólo tres meses de investigación y una docena de nuevas declaraciones, la jueza cerró el sumario y dejó al CDE virtualmente con los "crespos hechos". Tras esto y para evitar que se venciera el plazo, el organismo apeló ante la magistrada y le solicitó una serie de diligencias, se comentó en el tribunal. El intento del CDE se encontró con una cerrada negativa de la jueza.
Gerado Huber Olivares estuvo involucrado en el traslado ilegal de armas a Croacia en 1991, país que estaba en guerra contra Serbia. El escándalo estalló en diciembre del mismo año cuando la policía húngara halló en un avión de la línea Aeroflot, proveniente de Santiago una carga bélica caratulada como "ayuda humanitaria".
El coronel Huber, que en ese período ejercía como Jefe de Adquisiciones de Famae, debía declarar en enero de 1992 ante el ministro en visita Hernán Correa de la Cerda, a cargo de la investigaba el tráfico del armas. De hecho, el magistrado decretó su arraigo.
El 29 de enero de 1992, Huber desapareció misteriosamente de la casa un amigo en el Cajón del Maipo. A las horas de haber perdido su rastro, su automóvil apareció a un costado del puente El Toyo. Su cuerpo sin vida, con el cráneo destrozado, fue hallado tres semanas más tarde, 27 kilómetros río abajo. A lo largo de más de 12 años de investigación, sus restos han sido exhumados en dos ocasiones.
La conexión con Pinochet
La jueza, pese a cerrar tempranamente la indagatoria, logró información acerca de los intentos de la inteligencia del Ejército, como también de la Justicia militar, para que Pinochet no fuera mencionado en las declaraciones de una sobrina de Huber, Loreto Tapia, en ese tiempo casada con Hernán García Pinochet, nieto del ex gobernante, quien poco antes de la muerte de coronel se encontraba, junto con su marido, en la casa del Cajón del Maipo desde dónde desapareció el coronel. Más tarde, la joven fue forzada a omitir información en su declaración.
"Las personas que fueron de la Fiscalía Militar a tomarme declaración no me dejaron hablar con la Policía de Investigaciones. A esa fecha yo tenía sólo 17 años", recordó.
También detalló que la misma justicia militar, como también el BIE, intentaron evitar que apareciera en el expediente el nombre del ahora desaforado Augusto Pinochet.
"Lo que se omitió a fojas 206 fue el hecho de que (cuando visité esa casa) yo dije que iba (camino) a Bucalemu a la casa de Augusto Pinochet. Ese día tuve la percepción de que el tío Gerardo Huber no quería que nos fuéramos", rememoró.
Asimismo, Loreto Tapia recordó la presencia en el lugar de extraños autos. "Hernán, mi marido, manejaba hasta que llegamos al puente El Toyo. Pude ver tres vehículos que estaban bajando a la orilla izquierda. Estos autos eran oscuros y pude ver que sus vidrios estaban empañados, lo que me pareció extraño pensando que para ir a pololear no podía hacerse en esas circunstancias. ¿Tres autos juntos a la entrada del puente El Toyo? Era extraño. Entonces me di cuenta que se me había quedado la cartera, así es que volvimos a la casa donde habíamos dejado a Huber y él ya no estaba", señala. La pareja decidió regresar a Santiago.
Al día siguiente, (es decir el 30 de enero) Loreto Tapia fue a la casa de Pinochet en Bucalemu. "Llegamos a Bucalemu en horas de la mañana, no recuerdo la hora. Estaba toda la familia de Pinochet reunida y algunos militares. Ese mismo día, Pinochet me llevó a su oficina en la casa y me hizo sentarme frente al escritorio, donde me manifestó que había desaparecido mi tío Gerardo Huber. Me dijo que estaba todo solucionado y yo me puse a llorar", concluyó su relato judicial.
El Mostrador.cl se contactó con Loreto Tapia, quien confirmó sus declaraciones en el sumario de la magistrada.
"Está bien que todo esto se sepa, para la sanidad mental de todos", dijo escuetamente.
Más datos
Otro de los detalles interesantes de la indagatoria que realizó la jueza Gómez fue la declaración de la magistrada de Penaflor, Brisa Marina, quien años atrás tuvo el caso del asesinato de Huber en su poder.
Brisa Marina indicó que el perito Pedro León Rivera señaló en el tribunal "que la muerte de Huber fue un homicidio y que las huellas digitales habían sido borradas con un esmeril, datos que no quedaron consignados en el proceso".
"Cuando vino a declarar al tribunal llegó diciendo que estaba amenazado, huyendo rápidamente del tribunal", declaró Marina.
Sin embargo, estos no son los únicos detalles que el CDE consideró relevantes para realizar la presentación, sino también las contradictorias declaraciones del entonces comandante del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), Manuel Provis Carrasco, y las de otros compañeros de armas de Gerardo Huber, cuyo contenido este medio se reserva, por ahora.
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