Publicidad

Marcelo Ferrari: «Tenemos que hacer un cine distinto»

Basada en la historia que Baldomero Lillo escribiera en torno a la explotación del carbón en Chile, esta súper producción nacional -ambientada casi en su totalidad en Lota- aúna la potente y a la vez sensible visión del escritor con la solvencia cinematográfica de su realizador, conformando una fuerte historia de contenido social y humano.


Inspirado en la particular y reflexiva visión de Baldomero Lillo sobre la explotación del carbón en 1890, su realizador, Marcelo Ferrari plasma en Subterra los dramáticos rigores de la vida minera y el insólito proyecto de Revolución industrial de los Cousiño-Goyenechea en los confines del mundo.



Concebido como un filme fielmente de época, la reconstrucción de Lota y la participación de sus habitantes como extras, quienes entregaron toda su voluntad para dejar impresa en el celuloide la historia de su ciudad, jugó un rol fundamental a la hora de dar veracidad al relato, trasmitiendo las costumbres, modos de vestir, modismos en el lenguaje y su realidad social.



La cinta está basada en los cuentos de Lillo, "El Chiflón del Diablo", "La Compuerta Número 12", "El Día de Pago" y "Los Inválidos" donde participaron 500 extras, 42 personajes secundarios y 18 principales, entre los cuales figuran Francisco Reyes, Paulina Gálvez, Héctor Noguera, Consuelo Holzapfel, Cristián Chaparro, Patricio Bunster, Gabriela Medina, Berta Lasala, Alejandro Trejo, Mariana Loyola, Ernesto Malbrán Nicolás Saavedra y el actor de 8 años Danny Foix.



"Nosotros estamos haciendo una apuesta atrevida, compleja, valiente, nos puede ir bien o nos puede ir mal, pero yo confío en saldremos airosos porque estamos realizando el filme precisamente para ser una aporte distinto y esperamos que el público chileno responda. Pretendemos que la gente entienda que las películas nacionales van a ser más y mejores en la medida que nos atrevamos y empecemos a hacer un cine distinto", comenta su director, Marcelo Ferrari.



¿Cómo se origina la idea de adaptar la obra de Baldomero Lillo al cine?
– Este es mi primer largometraje, y nos atrevimos con la productora Nueva Imagen a hacer una película de época dando una salto gigantesco y muy arriesgado en cuanto a cinematografía se refiere. Yo he realizado tres cuentos chilenos para Televisión Nacional de Chile, dos de ellos basadas en los cuentos de Baldomero Lillo y en ese sentido me venía preparando en todos los aspectos, artísticamente, en términos de producción y por lo tanto sentí que una vez hecho dos de estos cuentos chilenos, había llegado el momento de hacer la gran tarea y llevar la obra completa de Lillo al cine. Creo que podemos contar historias nuevas cuando nos atrevemos a tomar grandes obras literarias en donde hay temas importantes pero actualizados. Para mí es muy importante que la gente sepa que Subterra es una película muy moderna; esta ambientada en 1890 y está basada en un libro que se escribió en aquellos años, pero nosotros la agarramos de ahí y la trajimos acá y lo que vamos a ver es una historia de mucha actualidad, donde hay conflictos, amor y enfrentamientos. Esa gente se mueve entre la luz y el infierno como lo hacemos todos hasta el día de hoy y yo creo que así se desarrolla la vida y se va tejiendo la historia de Chile.



¿Hay cierto temor en términos de taquilla por la temática que desarrolla el filme?
– Mira yo te diría que nosotros estamos haciendo una apuesta muy valiente por muchas cosas, una es levantar una producción tan compleja, de tantos extras, de tantas escenografias, tantos vestuarios, etc y a la vez es una apuesta valiente porque creemos que los chilenos pueden encajar de manera muy potente también con historias que no solo hablan de temas como la sexualidad y la marginalidad sino que también se pueden conectar con esta historia. Confiamos en el público chileno, confiamos que la gente se pueda compenetrar con argumentos que les hablen de su patrimonio histórico y vital. Yo me sentí muy tranquilo cuando el año pasado se emitió por Televisión Nacional un cuento chileno que se llama "El Pozo". Es una historia basada en un cuanto de Baldomero Lillo que nosotros ambientamos en el campo chileno y por lo tanto era una película campestre, muy chilena, intensa y sacamos el más alto rating de ese día.



¿Está el cine chileno en deuda con su historia?
– Yo creo que el cine chileno hace un esfuerzo por sobrevivir que es bastante difícil, y yo entiendo que hay que buscar las fórmulas que convoquen público porque de esa manera uno puede hacer una y otra película y en ese sentido yo no me atrevería a culpar al cine nacional de no retratar su historia. Nosotros estamos haciendo una apuesta atrevida, compleja, valiente, nos puede ir bien o nos puede ir mal, pero yo confío en que saldremos airosos, porque estamos realizando el filme precisamente para ser una aporte distinto y esperamos que el público chileno responda. Pretendemos que la gente entienda que las películas nacionales van a ser más y mejores en la medida que nos atrevamos y empecemos a hacer un cine distinto.



¿En que medida la película sigue la línea de la obra literaria?
Subterra tomó los principales cuentos del libro, extrajimos de ahí los personajes más reconocibles, "El Cabeza de cobre" del cuento "El Chiflón del diablo", "Pablito" de "La compuerta número 12" y tomamos, además, las historias de esos cuentos y las transformamos en distintas escenas pero creamos una sola gran historia central, interpretada por Pancho Reyes y Paulina Gálvez que tienen una historia de amor prohibida, intensa y muy apasionada que nos da la posibilidad de contar un relato central y entremedio uno se va enterando de los cuentos principales.



¿Por qué Subterra es la mayor producción cinematográfica que se ha hecho en Chile?
– Por varias razones. Por un lado aquí hay un elenco muy grande, muy destacado y de muchos actores, porque estamos contando muchas historias, y además trabajaron más de 1.200 personas como extras, a quienes se les fabricó un vestuario y se les produjo un peinado de época. Pero lo más complejo fue el hecho de que Lota hoy está llena de modernidad y nosotros teníamos que poner en escena al pueblo de 1890, por lo que tuvimos que construirlo entero. Eso no se ha hecho nunca en la historia del cine chileno.



¿Cómo fue el proceso de construcción de personajes?
– Yo como director de cine me entusiasmo y me entretengo mucho con el trabajo actoral. Es una de las partes que más me apasionan y por tanto en la construcción de actores y en la búsqueda del intérprete preciso, con quién me gusta mucho compartir, es donde más me compenetro. Acá me preocupé de encontrar a los actores más adecuados para el personaje y más adecuados también por el tipo de energía que yo sabía que podían regalarle a la película. Todos los actores de Subterra entregaron mucho más que el de un trabajo profesional clásico, ellos entregaron también esfuerzo y cariño y eso se vio en los ensayos.



Por último, ¿Subterra cuánto tiene de Baldomero Lillo y cuánto de Marcelo Ferrari?
– Yo diría que la película tiene la esencia del escritor, la esencia de su mirada, de su escritura, de su pasión y tiene la mirada espaciosa de Marcelo Ferrari para darle cabida a esa maravillosa literatura, pero en donde invité a participar a otras energías. Convoque a participar a los Cousiño y a los actores y en ese sentido se creó un espacio mucho más abierto como es este país, donde todos convivimos, cada uno con su propia verdad y ninguno tiene necesariamente la última palabra.

Publicidad

Tendencias