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Sara Larraín: «Acuerdo por Ralco es fatal para la democracia»

La ecologista dispara contra el reciente acuerdo entre las ñañas pehuenches, Endesa y el Gobierno que permite la construcción de la represa en Alto Biobío. Asegura que no existen todavía avances sustantivos en materia ambiental y que la autoridad sigue »manipulando» la Ley de Bases del Medio Ambiente para favorecer la inversión privada.


La ex candidata a la Presidencia de la República y actual directora del programa Chile Sustentable, Sara Larraín, no tiene reparos en calificar negativamente a los gestores de las políticas del Gobierno.



Reitera que nadie cree en los discursos que hablan sobre »cambios» y que la defensa que han hecho las administraciones de la Concertación de proyectos con una fuerte carga ambiental, como Trillium y Ralco, pasan por encima de las convicciones que dicen tener sobre la materia.



Por ahora, Larraín explica que hay que concentrarse en definir las áreas pendientes, como el uso de energías renovables en el país. Además, remarca que la clase política debe tener conciencia de que los recursos se agotan y que la única alternativa es la producción "sustentable".



El programa Chile Sustentable, iniciado en 1997, encabezado por Sara Larraín, esta conformado por el Instituto de Ecología Política, la Red Nacional de Acción Ecológica y la Universidad Bolivariana. Su objetivo: impulsar y elaborar una propuesta de sustentablilidad para el país, en que se promueva una transformación social, política y económica. Tarea que no es fácil, en un país en que desde Lagos para abajo tienen nota roja en lo ambiental, dice.



– Usted se ha planteado muy crítica a la solución del conflicto Ralco. ¿Qué piensa del acuerdo definitivo que ase suscribió esta semana?
Este acuerdo nos deja choqueados: es malo para Chile y no aclara, para nada, el status legal de la legislación ambiental e indígena. No olvidemos que desde el año pasado estamos ante un dictamen de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dice que Chile ha denegado justicia, puesto que no ha respondido al recurso de nulidad de las familias pehuenches. Tiempo después el Sexto Juzgado estableció la nulidad de la autorización ambiental del proyecto.



El acuerdo es negativo para el país en la medida que no clarifica cuál es el estatus legal en que queda el proyecto. Desde nuestra perspectiva sus condiciones de aprobación deben ser revisadas.



El convenio es pésimo en términos económicos, puesto que Endesa sólo compensa a las cuatro familias afectadas directamente. Los afectados indirectos son compensados por todos los chilenos. Estamos pagando más del 50 por ciento de las compensaciones del proyecto Ralco. Esto debió haber sido asumido por la empresa.



El Gobierno no se hace cargo ni de su responsabilidad política ni de la responsabilidad que debe asumir la hidroeléctrica. Estamos frente a un precedente fatal para la democracia en el país. Al igual que con el aumento del IVA para compensar la baja de aranceles, que afecta a la clase media y popular.



– Frente al escenario ambiental negativo que plantea, el Gobierno está reformando la Ley de Bases del Medio Ambiente ¿Qué puede decir de ese avance?
Veamos los casos que hay sobre la mesa, pues en los discursos nadie cree. Hay que medir la ley ambiental en cuanto a lo que ha pasado en los hechos. Desgraciadamente, es un instrumento que ha sido manipulado durante el período de los presidentes Lagos y Frei. No nos olvidemos del proyecto Trillium, en el que si bien los servicios públicos lo rechazaron, la Corema de la Duodécima Región le dio luz verde. En el caso Ralco pasó lo mismo. Queremos que la legislación ambiental sea manejada por un organismo que dé garantías técnicas. El espíritu de la ley es para prevenir los daños ambientales. No hay que seguir aprobando proyectos pasando por encima de las convicciones ambientales y después mitigar los daños con plata.



– Un tema que usted ha planteado es el de las energías renovables, que sigue postergado…
Corresponde a la Comisión Nacional de Energía establecer las prioridades de la política energética. Hoy Chile es vulnerable en esta área y, especialmente, en el sector eléctrico. Dependemos de hidroelectricidad. Tuvimos racionamientos por factores climáticos y si no tenemos los embalses llenos no hay electricidad. Se diversificó esta área al gas natural, que es importado, y hoy hay problemas de abastecimiento en Argentina.



Por eso presentamos un proyecto de ley al Congreso y a la Segpres, para que se diversifiquen las fuentes de energía: la geotermia, la energía eólica y el uso de caudales pequeños que se pueden emplazar en la cordillera.



– Frente a las tareas pendientes que plantea ¿Cómo ha visto el rol del presidente Ricardo Lagos en esta materia?
Creemos que el avance en la política ambiental está estancado. En los inicios de la administración del presidente Lagos, un grupo de abogados presentó un proyecto de reforma a la Ley 19.300. Nadie sabe en qué quedo. Se ha avanzado en establecer cuáles son las áreas prioritarias de conservación de la biodiversidad tanto terrestres como marinas, pero en lo demás no hay avance.



La política ambiental está estancada y no sólo en lo que respecta al mejoramiento de la vida de la población sino que en los planes de descontaminación. Hoy la nota que hay que ponerle al Presiente Lagos en política ambiental es roja.



Cargos, ambiente y política



– En los últimos días se ha dicho que el proceso de selección de la dirección de la CONAMA RM fue político y no técnico ¿Qué opina?
Los cargos siguen teniendo en Chile un 80 por ciento de cuoteo político. Debiéramos ir reduciendo este porcentaje hasta tener cargos en forma permanente con gente muy capacitada. Dentro de las personas de los partidos políticos puede haber una selección técnica. No conozco al nuevo director de la CONAMA RM, no sé cuál es su perfil, y qué ha hecho.



El fracaso de la política de descontaminación en Santiago se debe a que se ha tratado de maquillar situaciones estructurales, como por ejemplo la expansión que ha tenido la ciudad en los últimos años. No se puede seguir saturando una cuenca si no asumimos una solución en transportes o en la ubicación del sector industrial.



– ¿Cree usted que se toma en cuenta la opinión a las organizaciones ecologistas en las decisiones en esta materia?
Estamos retrasados en este ámbito también. Hoy la protección del medio ambiente se ve como competitiva con el crecimiento económico. Este país insiste en buscar ventajas comparativas en el mercado internacional a través de la externalización de los costos ambientales: llega con un producto mas barato afuera, pero no incluye costos en procesos mas limpios.



– ¿Qué proyectos concretos posee el programa que usted lidera?
Estamos trabajando en la Ley de Energía Renovable. Debemos diversificar la matriz energética con energías que el país posee, como la geotérmica, eólica y la solar. Hoy dependemos de pocas empresas y de muy pocos combustibles. También estamos trabajando en proyectos vinculados a la biodiversidad y al desarrollo sustentable, específicamente en la Región Metropolitana. Además colaboramos con el Gobierno en el reglamento de áreas silvestres protegidas de privados para dar status legal a las iniciativas que tiene la gente.



– A la luz de las tareas pendientes que usted plantea, ¿cómo debiera ser el desempeño de quienes ocupen cargos ambientales importantes en los próximos gobiernos?
El país debe darse cuenta de que la clase política debe tender a cuidar sus recursos naturales, pues si no lo hace no hay futuro. Realmente, esperamos que haya una apertura en la mente de las personas del sector político para que entiendan que madera, pescado, cobre y agricultura son sinónimos de cuidado al medio ambiente. Si no se disminuye la presión sobre nuestros recursos naturales, estos se acabarán.



En la planificación de su desarrollo, Chile debe hacer un ordenamiento territorial del país y regular cómo se usan los recursos. Lamentablemente, tenemos pendientes una ley de bosque nativo, una legislación minera y una pesquera que garantize un sistema de reproducción de las especies.



Chile debe ubicarse como un país que genera productos limpios y ecológicos. Las autoridades no han mirado lo que sucede afuera en esta materia, quizás por falta de educación. Un ejemplo claro en esta área es la construcción de la Central Topihue en un sector agrícola. Las autoridades deben tomar un curso rápido sobre la relación de medio ambiente y desarrollo en las distintas áreas productivas del país.



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