Publicidad

Pasión sadomasoquista y obsesión delirante

Con la música a cargo de Ángelo Baladamenti, "el muchacho preferido" de David Lynch, este filme logra desconcertar al moverse continuamente de lo absurdo y previsible a lo misterioso, oscuro y perturbador. La secretaria intenta y por largos momentos consigue crear una atmósfera singular, inquietante, ajena y particularmente lúgubre.


Visiblemente perteneciente al genero de la comedia romántica, La secretaria combina dos destacadas interpretaciones con un acertado guión, que si bien tiene algunos baches, logra conformar poco a poco una dura, extraña y perturbadora relación que sabemos cómo va a terminar pero no cómo se desarrollará ni cómo tomará fuerza. Desde este punto es de donde la cinta se hace poderosa e interesante.



La película de Steven Shainberg maneja diestramente la relación entre sus dos personajes protagónicos, enganchando al público con la ingeniosas dosis de misterio que se impregnan en esta extraña historia de amor. Usando un humor directo pero discreto y bañando cada escena de un erotismo místico, La secretaria se trasforma en un baile de seducción bastante alejado de lo convencional pero que atrae y agrada por su atrevida propuesta.



La secretaria gira en torno a la historia de Lee Halloway (Maggie Gyllenhaal) una mujer peculiar, quién retorna a su hogar paterno después de estar internada en una institución siquiátrica. Ella se siente en desventaja con lo que es y hace de su vida.



Si bien Lee nunca ha trabajado, es contratada como secretaria en la oficina legal de E. Edward Grey (James Spader). En un principio el trabajo parece normal, pero entre su labor en la máquina de escribir, tomando notas y haciendo café, se embarca con su jefe en una relación mucho más personal, cruzando líneas de conducta hacia el dominio del placer y el dolor.



Cuando este complejo amor de oficina se vuelve obvio para la familia de Lee y su novio (Jeremy Davies), estos tratarán de llevarla de vuelta al mundo convencional. Pero es muy tarde para Lee, quién consciente de sus sentimientos ha descubierto lo que es, para ella, amar.



Basada en la historia «Secretary» de la colección aclamada por la crítica "Bad Behavior" de Mary Gaitskill, este filme nos embarca en un desconocido viaje de amor, sexualidad, intimidad, dolor y entrega total.



La secretaria desplega toda una gama de artilugios notables para no decaer a medida que avanza el filme. Desde la genial música de Ángelo Baladamenti hasta los perfectos y misteriosos decorados, pasando por una potente construcción de personajes y una acertada dirección, este filme -muy cercano a la película de Paul Thomas Anderson, Embriagado de amor, en donde Adam Sandler y Emily Watson sostenían un raro y confuso romance- viene a revitalizar el género de su concepción clásica, jugando con los tópicos, paseándose entre el suspendo y el drama, plasmando un ambiente de plena expectación, asombro y sobriedad, ajustando sus personajes a situaciones impensadas y materializando los sueños y delirios de quienes no tienen nada en la vida.



Tal vez la cinta de Shainberg cae en el error de trivializar las situaciones cerca del final del metraje, apoyándose en una resolución un tanto burda, chiche y sentimentaloide, pero que, sin embargo, no opaca el completo y complejo accionar de un filme sólido, delirante y valiente en todo orden de cosas.



Sin duda que esta interesante cinta independiente ha roto los esquemas en cuanto a comedias románticas hollywoondenses se trata, presentándose como un retrato sensible y por supuesto una comedia inteligente. Lo que hoy por hoy, se agradece bastante.

Publicidad

Tendencias