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Ex actuaria del juez Guzmán: «Todo esto es una intriga»

Millaray Durán sostiene que los hechos son distintos a cómo se ha dicho. «En el PC no existía ningún expediente computacional. No podía existir, porque las causas se tramitan en papel», dice. Sostiene que sólo se trataba de formatos de trabajo y que ellos estaban en disquetes.


Tras ser procesada como autora de "alteración, daño y destrucción maliciosa de datos contenidos en un sistema de tratamiento de información", la ex actuaria del ministro Juan Guzmán Tapia, Millaray Durán, quien hoy se encontraba trabajando en el 11° juzgado del crimen de San Miguel, habló por primera vez con la prensa sobre el episodio del computador.



En entrevista con El Mostrador.cl, la ex ayudante aseguró que no borró información crucial del PC en el que trabajó mientras prestaba servicios para el juez en la investigación de casos emblemáticos de derechos humanos y afirmó ser víctima de una "intriga" que busca desvirtuar la denuncia que presentó contra el magistrado ante la Comisión de Ética y el pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago.



Durán contó que, a pesar de haber recibido ofrecimientos de distintos sectores, aún no tiene asesoría de abogados para su defensa. Dijo que el tema la complica, pues no quiere que a los hechos se les atribuya una connotación política.



¿Cuál es su versión sobre los hechos?

– Preferiría no entrar en detalles por ahora, pero quiero aclarar que el ministro Guzmán, al regresar de un viaje a Arica, me pidió cuenta de las causas y me dijo que estaba contento pues consideraba que mi trabajo había sido satisfactorio. Esto fue el lunes 15 de septiembre. Yo recordé que debía oficiar a la Corte Suprema para dejar sin efecto mi prórroga de la comisión de servicios, una cosa que le venía pidiendo hacía tiempo. Ahí el me dijo que durante su viaje había decidido dejar sin efecto la comisión, pero no por razones de desempeño sino porque desde hacía un año estaba en conocimiento que yo había hecho uso personal de un papel que él había dejado firmado en blanco. Le planteé que eso era grave y que él debía materializar una denuncia en mi contra. Me dijo que yo estaba loca, y que también me iba a acusar de sabotaje.



Lo que no entiendo es por qué el ministro nunca cuestionó mi trabajo, si supuestamente hacía un año que estaba al tanto de esa situación. Por qué, entonces, en su última comisión me dejó a cargo de las causas.



¿Y qué pasó luego de que el ministro le dijera que debía cesar en sus funciones?
– Bajé al primer piso y pedí audiencia con el presidente de la Corte de Apelaciones, Alfredo Pfeiffer, para comunicarle que no me permitían seguir trabajando. Él no le dio importancia al asunto. Luego hablé con un ministro de la Corte Suprema quien me dijo que debía presentarme a mi trabajo y que si no me dejaban ingresar debía comunicarle los hechos al presidente Pfeiffer.



«Quiero dejar claro que mi comisión de servicios expiraba el 17 de septiembre de 2003 y que ese martes yo aún estaba cumpliéndola, por lo que sólo desempeñaba mi trabajo y en esa calidad podía efectuar operaciones en mi computador. La facultad de conceder o dejar sin efecto una comisión de servicios es de la Corte Suprema y, es más, hasta hoy no he sido notificada de un pronunciamiento sobre el cese de mis funciones.



«Así fue como el día martes regresé a mi trabajo en la oficina del ministro Guzmán. Ese día se había llamado a los funcionarios de computación para que cambiaran las claves de los computadores. Incluso, ahí yo hice ver que no era necesario que cambiaran la mía porque en mi máquina no había información relevante, pues estaba toda guardada en disquetes.



«Yo siempre usaba disquetes porque trabajaba mucho en la casa e iba modificando en ellos las cosas. Así, a veces las traspasaba al computador de la oficina y ese martes pensé que lo mejor sería traspasar algunas cosas a ese computador. Quise ordenar lo que estaba en esa máquina. Y ahí llamé a una funcionaria de computación para que borrara el material que había en el computador de la oficina, porque la actualización estaba en los disquetes. Cuando estaba traspasando los datos, las otras actuarias me dijeron que debía salir pues el ministro Guzmán no quería verme ahí, así que el trabajo quedó inconcluso».



¿Cuál fue el material que usted borró?
– Primero, yo no borré ni destruí nada. Todo está en los disquetes, que son como 40 y que están en la oficina, en manos de Malvina Pinto (la otra actuaria del juez). Si se habla de lo que yo hice en el computador, ahí sólo habían "diablitos", que son esquemas o bocetos. Es decir, formatos de trabajo que se usan para redactar los autos de procesamiento. Son textos que comienzan con: "Santiago…". Ellos incluyen los números de las leyes que castigan, por ejemplo, el homicidio o el secuestro. Sólo son bosquejos.



Pero también se habla de que usted borró, por ejemplo, resúmenes de las causas, que facilitan el trabajo cuando se dictan autos de procesamiento, pues especifican las fojas en que se encuentran las declaraciones y los informes evacuados al tribunal
– No tengo seguridad que eso haya estado guardado en el computador. Sé que el resumen de Caravana de la Muerte estaba, al menos, en los disquetes. Además, habían copias impresas de ellos, que estaban guardadas en un escritorio. El resumen de Caravana yo lo hice, por eso me acuerdo. Y lo hice estando en mi casa, durante un descanso post operatorio, por eso sé que está en disquetes.



¿Cuál cree usted que es el origen de estas acusaciones en su contra?
– La acusación en mi contra es una intriga entre Malvina Pinto (la otra actuaria del juez, quien actualmente se encuentra de vacaciones en España) y el ministro Guzmán. Los hechos son distintos a cómo se ha dicho. En el PC no existía ningún expediente computacional. No podía existir, porque las causas se tramitan en papel, con expedientes que se van cosiendo. Ese es el sistema. Además, todo lo que existía estaba resguardado en disquetes.



«Si yo hubiera querido causar daño, si hubiera querido hacer desaparecer información, habría actuado a escondidas y nunca habría llamado a una funcionaria de computación de la Corte. Yo no actué a escondidas, ni siquiera lo hice yo directamente».



¿Cuándo designará un abogado para que la represente?
– El tema lo estoy estudiando. Hay gente de todos los sectores que me ha ofrecido asesoramiento, pero es complicado porque no quiero que esto sea visto como un tema político, pues este asunto no tiene nada que ver con eso. Lamento tanto esta situación.

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