Mientras una de las hijas fue excluida de una postulación a un puesto en Mc Donald’s, a la descendiente de su primera mujer sólo le está permitido ingresar al colegio para rendir exámenes. La medida fue adoptada por las autoridades del establecimiento John Dewey pocos días después que el dueño del Go Fitness fuera detenido.
Todo tipo de discriminaciones estarían sufriendo los familiares del empresario Claudio Spiniak en las últimas semanas. Desde que el caso estalló el 30 de septiembre pasado, los hijos del primer y del segundo matrimonio, e incluso los de su ex pareja, han sentido los efectos, en sus trabajos y colegios.
La primera damnificada fue Dominique Spiniak, periodista titulada en la Universidad Diego Portales y encargada de las comunicaciones del gimnasio Go Fitness, de propiedad de su padre. Como quería independizarse, había recientemente enviado currículos a distintas empresas. Antes de que estallara el caso, recibió respuesta positiva de una de ellas.
La misma semana que el nombre de su padre acaparó la atención de los medios, la joven tenía una entrevista con la cadena de comida rápida Mc Donald´s, donde postulaba para desempeñarse en la sección comunicaciones. Había logrado pasar las últimas etapas de selección, pero un funcionario del departamento de recursos humanos le informó que no podían contratarla. No le dio mayores explicaciones. Entonces otra funcionaria le dijo la verdadera razón por la cual no iba a quedar en la empresa. "No podemos contratar a una Spiniak", le dijo, según confidenció un cercano a la familia.
Mc Donald´s no se refirió oficialmente al tema, pero extraoficialmente se informó que Dominique Spiniak estaba en las últimas etapas de selección y que las razones para no contratarla fueron otras -»motivos internos no revelados»-, ya que la empresa mantiene una política de no discriminación.
Si bien la empresa afirma mantener una política institucional de no discriminación -por raza, sexo, religión, tendencia política o discapacidad, a lo largo de todo el mundo-, de acuerdo a las fuentes consultadas, en este caso eso no se cumplió. Además, al interior de la empresa se indicó que Mc Donald´s prefiere «desvincularse» de todo lo relacionado con el caso.
Exclusión escolar
Los más pequeños del núcleo familiar de los Spiniak también han debido soportar exclusiones. La media hermana de Dominique, Paloma Contador, tuvo problemas en el colegio, al punto de que hoy sólo va a rendir las pruebas. Pero esta situación no se produjo por las previsibles burlas escolares, sino por una decisión institucional.
Paloma no es hija de Claudio Spiniak, sino que de la pareja conformada por la ex mujer del empresario, Verónica, y su segundo marido. La joven cursa cuarto medio en el colegio John Dewey de Las Condes, y no le está permitido asistir a clases.
La medida fue adoptada por las autoridades del colegio pocos días después de que la jueza Eleonora Domínguez procesara a Claudio Spiniak por estupros reiterados y producción de pornografía infantil. La subdirectora del John Dewey la llamó a su oficina para comunicarle que ya no cumplía con las expectativas del establecimiento y que, a partir de ese momento, sólo tenía que ir a rendir las pruebas.
No hubo más explicaciones. Ni siquiera sus compañeros conocen la verdadera razón de la ausencia de la estudiante. "Ella no es una alumna de promedio siete, pero tampoco la han pillado en nada malo", dijo uno de ellos. Pese a la insistencia de sus compañeros de curso, cada vez que han consultado sobre los motivos de la expulsión tácita han obtenido la misma respuesta: que se trata de un problema personal y que no pueden hacer comentarios.
Consultada sobre el tema, la directora del establecimiento, Merea Pe, dijo que «en este colegio nunca se ha suspendido ni expulsado a los niños por su religión ni condición social». Agregó que «en este colegio no se expulsa a los niños por lo que hacen sus padres, sino que por lo que hacen sus hijos». Y enfatizó que los problemas con la estudiante venían desde antes y «que esto (el caso Spiniak) haya pasado entre medio no es culpa nuestra».
Respecto de las causas por las cuales la joven ya no asiste más a clases, dijo que ése es un tema que sólo puede comentar con la familia.
Tras recibir un llamado de la directora del establecimiento, el padre de la joven se comunicó con El Mostrador.cl y le entregó su apoyo a ésta. Dijo que su hija tenía algunos conflictos en el colegio, por los que no asistía más a clases. Pese a esto, otras personas muy cercanas a la familia afirman que Paloma no era una estudiante problema y que no existe ninguna razón para que sólo deba asistir a dar las pruebas.
Distinta es la situación de las hijas de la segunda mujer del empresario, Adila Venegas. Son cuatro, están inscritas en el Colegio Apoquindo y sus edades fluctúan entre 9 y 15 años.
Las niñas siguen yendo a clases y la familia reconoce que han sido bien acogidas por las autoridades del establecimiento. La madre, incluso, recibió un llamado del sacerdote John O’Really, director espiritual del colegio, perteneciente a la congregación Legionarios de Cristo, para brindarle su apoyo moral.
Aún así, la permanencia de las niñas en el establecimiento ha sido cuestionada por apoderados del colegio. Incluso algunos de ellos se habrían reunido a espaldas de la madre para discutir la situación. Adila Venegas dijo no estar informada de ese encuentro. "Si hubo una reunión, yo no me enteré", afirmó.
Aunque explicó que las autoridades han brindado "todo el apoyo" necesario a sus hijas, reconoció que no asistieron a una premiación realizada hace un par de semanas, donde tres de las cuatro niñas iban a obtener un galardón. Adila Venegas explicó su decisión, diciendo que no quería "causar más conflicto".
La situación de los hijos de Spiniak y los de su primera mujer está siendo seguida de cerca por la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE). Hasta ayer esa institución no conocía el caso de Paloma Contador.
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