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UDI expone en la web antecedentes sobre maniobra del caso Spiniak

Con frases como »no olvide esta afirmación» o »juzgue usted», el gremialismo intenta concatenar los hechos. La confusión es total. Nuevos sospechosos salen al ruedo. Hasta el nombre de un quincenario sería evidencia del complot: Plan B, »el plan alternativo para lograr el objetivo político: causar un grave daño al proyecto de la UDI».


En un nuevo desesperado esfuerzo por demostrar a la ciudadanía que tras las denuncias que vinculan a legisladores de la UDI con la red de pedofilia liderada por Claudio Spiniak existe un complot, el partido que encabeza Pablo Longueira elaboró un documento que, más que aclarar la supuesta operación, confirma la confusión total de la UDI.



Con una serie de videos, recortes de medios de comunicación y declaraciones de más de 20 personajes que se han referido al caso, la UDI da forma al documento "Camino a la verdad: los hechos de la maniobra", que ayer publicó en su sitio web.



Los antecedentes contenidos en el dossier son ahí calificados como los "más relevantes" de una acción "sin precedentes para intentar destruir al que hoy es el partido político más grande de Chile", pero, advierte a sus potenciales lectores, no incluye todos los que el partido tendría. Eso, por si alguien, tras leer los que sí se publican, sigue dudando.



El partido, al consignar sus 21 páginas de interpretación de los hechos, se reservó "sólo aquellos que, por la magnitud de lo que prueban, deben ser puestos en conocimiento previo de los tribunales de Justicia". Las "pruebas" más contundentes que tendría la UDI, entonces, continúan en suspenso.



La recopilación gremialista intenta demostrar tres cosas: que la diputada María Pía Guzmán "ha faltado a la verdad"; que la operación fue planificada por el periodista Víctor Gutiérrez y el quincenario Plan B; y que en toda la charlatanería participaron como cómplices los diputados Guido Girardi, María Antonieta Saa y Antonio Leal.



Frases como "no olvide esta afirmación" o "juzgue usted", sirven para que la UDI concatene los hechos acaecidos con posterioridad a la denuncia de la diputada Guzmán y que, a su juicio, revelan la operación, urdida supuestamente por el periodista Víctor Gutiérrez.



Con esforzado escudriñamiento, el partido descubrió una entrevista otorgada por el reportero a una estudiante de periodismo "hace varios meses atrás". En ella, Gutiérrez se explayó sobre ética periodística y trabajo investigativo, e informó que se encontraba preparando un reportaje contra la UDI.



La interpretación que hace el gremialismo para sus lectores, sin transcribir lo que dijo Gutiérrez, es que "la afirmación, hecha durante la mencionada entrevista con la alumna de periodismo, en el sentido de encontrarse trabajando ya hace varios meses atrás en un tema sobre la UDI destinada a causarle graves daños, queda hoy en clara evidencia que apuntaba al propósito de relacionar a parlamentarios de ese partido con delitos de carácter sexual".



Tras el «montaje», por cierto, están los periodistas que trabajaban Plan B. Y aquí viene la vinculación. Introduciendo las sospechas con un sutil "es importante considerar", dan cuenta que el abogado Adil Brkovic Almonte, uno de los 14 miembros de la sociedad Piñenco, propietaria del último medio, representó a "uno de los autores del asesinato del senador Jaime Guzmán, el miembro del Frente Manuel Rodríguez (sic), Ricardo Palma Salamanca". Así, un nuevo sospechoso del montaje salió al ruedo.



Otros hechos no huelen bien para la UDI. Los periodistas del quincenario están, definitivamente, en la mira, e incluso el nombre del medio sería un indicio. El dossier reseña la crisis que vivieron los ex reporteros de La Nación Domingo cuando el director de ese medio les censuró un artículo sobre supuestas malversaciones de fondos en INDAP. "La DC exigió la salida de los responsables de la publicación dominical. Así nació Plan B, que como lo dice su propio nombre, no era sino obviamente el plan alternativo para lograr el objetivo político" de "causar grave daño" al gremialismo.



La página inaugurada ayer viernes, asegura que con Plan B se dio inicio a una campaña para denostar a personajes e instituciones públicas. Incluso, y a posteriori, los ideólogos de la web UDI afirman que en los primeros números de la revista ya se "atacaba" a empresarios, al Opus Dei y al director de La Tercera, Cristián Boffil, lo que permitía "atisbar el montaje" que vendría.



Estrategia militar



Los hechos mirados con los lentes de la UDI no sólo desvinculan a la diputada Pía Guzmán de la conspiración, sino que terminan por concluir, paradójicamente, que fueron sus denuncias las que permitieron al gremialismo darse cuenta que, tras todo, existía una "maniobra".



Como dice la página, «no olvide esto»: Plan B publica el 9 de octubre el mentado reportaje de Guitiérrez donde se incorpora un párrafo que hace referencia a "un senador de la Alianza por Chile". Aunque sin nombrarlo, el artículo se refería a Jovino Novoa. Luego, al día siguiente, la diputada denuncia que dos parlamentarios del conglomerado y uno de la DC aparecían en los videos. Entonces, Guitérrez aprovecha el "blanco de oportunidad" y hace emerger maliciosamente el testimonio de L.Z., menor que habría sido influenciado por oscuros personajes (Guido Girardi, María Antonieta Saa, Antonio Leal, Mario Aguilera, José Valdivia y quién sabe quién más) para involucrar al senador Carlos Bombal. En suma, el rifle apuntó a un pájaro e hirió a dos.



A mayor abundamiento, L.Z. fue "apadrinado" por Gutiérrez, hecho del que la UDI se enteró gracias a la revelación que hiciera Mario Aguilera, periodista de TVN, también parte del complot.



Todo muy confuso para la UDI, también para el lector. A los conspiradores se les desmoronaba el testimonio de L.Z., pero había un "plan alternativo", pues una acción planeada hacía "varios meses" no podía sino tener un plan b.



Recurrieron, entonces, al sacerdote José Luis Artiagoitía, director de la Fundación Nuestra Señora de Guadalupe. El cura del que sospechó Jaime Guzmán, tras ser invocado por Longueira, ya tenía a la joven "G", con su versión de haber sido prostituída por "un senador de la UDI".



El compendio de antecedentes no aclara las razones que tuvo el sacerdote para hacerse parte de este montaje. Tampoco, si formaba parte de él desde sus inicios. Para la UDI un sólo detalle aclararía la relación: la joven «G» había sido acogida primeramente por la iglesia del Sagrado Corazón, dirigida por Alfonso Baeza, "casualmente también socio fundador de Margen".



"Nuevamente los hechos y acontecimientos parecen no ser casuales. El estrecho círculo y la intervención de cada persona, convergían siempre donde mismo. La Fundación Margen, y desde Margen", sostiene el documento.



Como si se tratara de una estrategia militar, la UDI afirma que los hechos demuestran que con todo este «montaje» se intentó «torpedear» su proyecto político. Afirma que gracias al dossier elaborado y la investigación realizada ya está limpia la honorabilidad de los imputados. «La maniobra -señala el documento- ha sido develada».



Juzgue usted.





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