El plantel desarrolló un plan de marketing con revista y página web, a un costo de 100 millones. El proyecto también incluye asistencia a clases universitarias para alumnos de colegios como el Saint George’s y el Instituto Hebreo, las que serían autogestionadas. Dirigentes Fech rechazan la iniciativa y sostienen que se buscan alumnos que paguen.
Hasta la primera semana de diciembre, la Universidad de Chile continuará recibiendo alumnos de cinco colegios de Santiago en el marco de un plan piloto que busca acercar a escolares mediante la asistencia a clases en las distintas facultades, con el propósito de que conozcan in situ el ambiente que existe en esta casa de estudios superiores.
El programa, que fue lanzado en septiembre, tiene por objetivo captar a alumnos con los mejores puntajes en la PSU, luego que se detectara que muchos de quienes lograron un óptimo rendimiento en la PAA estaban prefiriendo las universidades privadas. Pero la selección de los colegios que se adscribieron al sistema no es del agrado de algunos dirigentes universitarios del plantel.
El desembolso de dinero se realizó en un proyecto de marketing más global, pues el plan piloto de "vivir la universidad" es sólo una parte del programa "U Joven", que en general también está planteado como una estrategia para captar a los mejores puntajes. Éste, entre otras acciones, contempla también la edición de la revista U Chat, la implementación y publicidad de un portal internet, la impresión de folletos y elaboración de pendones, todo con un costo programado de 100 millones de pesos.
Los establecimientos cuyos alumnos están asistiendo a la U son colegios privados tradicionales del sector alto: el Saint George’s, el Compañía de María de Apoquindo, el Instituto Hebreo, el Francisco de Miranda y el San Agustín. La iniciativa se extenderá a otros de este tipo, como el Verbo Divino, los Sagrados Corazones de Manquehue, el Cumbres y el Juanita de Los Andes, los que ya se inscribieron para una próxima etapa.
En la U. de Chile se reconoce "con mucho pesar" que en los últimos cinco años, una importante cantidad de alumnos de buenos resultados en la PAA, y provenientes de familias con solvencia económica, se han matriculado en universidades privadas, sobre todo en carreras de alto valor, como medicina y odontología, además de ingeniería civil e ingeniería comercial.
El rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, explicó que el plantel focalizó la atención en estos establecimientos debido a que son los "que más nos interesan, porque tradicionalmente son colegios de altos puntajes y son, en definitiva, establecimientos que deben tener una cabida en esta universidad".
Los resultados de la última Prueba de Aptitud Académica (PAA) confirmaron la persistencia de una brecha social entre los egresados de enseñanza media del año pasado y que estudiaron en los distintos tipos de establecimientos educacionales.
Es así que el 62 por ciento de los alumnos salidos de colegios municipales que rindieron la prueba no alcanzó los 450 puntos, mínimo para postular a las universidades del Consejo de Rectores. Mientras que esta cifra descendió notoriamente a sólo 16,5 por ciento en la educación particular y a un 48,6 por ciento, en la particular subvencionada.
Molestia de la Fech
Al requerir su opinión sobre el tema, el recién electo presidente de la Fech, Luis Felipe San Martín, se excusó de emitir un juicio. Señaló que tenía que recabar más antecedentes. Sin embargo, manifestó que, en comparación a otros planteles de educación superior, la inversión de 100 millones de pesos en este plan general de difusión institucional le parece "una cifra muy inferior".
Quien sí opinó fue el vicepresidente de la federación, Rodrigo Henríquez, quien pertenece a la facción de estudiantes independientes de izquierda. Para él, la cifra es exagerada. Dijo que el prestigio, la calidad y la excelencia del plantel son suficientes para atraer a los mejores estudiantes, por lo que calificó como "poco adecuado" que el plantel se embarque en un plan de marketing.
Según Henríquez, el dinero debió haberse invertido en extensión, investigación e infraestructura (mejoramiento de bibliotecas). Estas son las áreas que, a su juicio y además de lo académico, deben distinguir a la Chile.
El dirigente también expresó su molestia porque las autoridades no tomaron en consideración a la Fech como una instancia relevante para generar lazos con los alumnos secundarios y manifestó su escepticismo de que en el plan piloto de asistencia a clases universitarias haya significado costo cero para el plantel, según indicaron a este medio las autoridades.
"Surgen dudas y suspicacias de que se esté invirtiendo plata en estos colegios. Si las autoridades de la universidad dicen que no, les podemos creer, pero eso no nos debe dejar tranquilos. Tendremos que hacer las averiguaciones del caso" dijo.
En tanto, la secretaria general de la Fech, Sandra Saavedra, de las Juventudes Comunistas, tildó la iniciativa como una "lucha de las autoridades" de la Universidad de Chile por captar a la mayor cantidad de alumnos que puedan pagar el arancel completo "proveyendo de recursos frescos, que significan el 25 a 30 por ciento del presupuesto anual de la universidad".
Lamentó que las autoridades se hayan visto obligadas a entrar al "juego del mercado de la educación, como lo que sucede con las privadas".
Plan Colegio
A diferencia de este año, el 2004 la iniciativa abarcará a los alumnos de primero a cuarto medio. De este modo, se pretende que desde su ingreso a la enseñanza secundaria, los estudiantes interesados en proseguir una formación académica superior se "involucren" en el ambiente universitario, al cual podrán ingresar en la medida que consigan éxito en sus calificaciones escolares.
A futuro el abanico se abrirá también al Instituto Nacional y al Liceo de Aplicación, de la comuna de Santiago, y al Manuel de Salas, de Ñuñoa. Se incluyen además dos liceos industriales, de Maipú y de Rancagua, totalizando 14 entidades educacionales.
Este último antecedente es tomado como argumento en la Universidad de Chile, para asegurar el plan piloto no es un signo de discriminación, sino que un modo de acercar el mundo universitario laico a la comunidad estudiantil de colegios privados del sector oriente de la Región Metropolitana, con los cuales no se tenía casi ningún tipo de vínculo y que más bien estaban "alejados" de la ‘U’.
Incluso se señaló que la matrícula de primer año en la universidad responde a la lógica de los tres tercios, ya que está compuesta por una tercera parte de alumnos provenientes de colegios privados, otra de particulares subvencionados y una fracción igual de establecimientos municipalizados.
El vicepresidente de la Fech, Rodrigo Henríquez -que lleva ocho años como alumno de la universidad y está a punto de obtener el grado de magíster- cuestionó esa información y sostuvo que en los últimos cinco a seis años se ha incrementado de manera progresiva la matrícula de estudiantes de colegios particulares pagados y particulares subvencionados, en comparación a la de los estudiantes provenientes del sector municipalizado.
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