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Exclusivo: CDE abre proceso en Chile por compra de Mirages-Elkan

El Consejo de Defensa del Estado decidió el martes iniciar una investigación propia en Chile. Hasta ahora, las pesquisas estaban siendo llevabas por la justicia belga y los tribunales nacionales sólo tramitaban un exhorto. La decisión marca un hito en la indagatoria.


El Consejo de Defensa del Estado decidió el pasado martes abrir un proceso en Chile para investigar el pago ilegal de comisiones por la compra que hizo la Fach de los aviones Mirage-Elkan.



La denuncia, conocida en exclusiva por El Mostrador.cl fue presentada por la abogada Blanca Alarcón el pasado viernes en el Primer Juzgado del Crimen de Santiago.



La decisión del CDE marca un hito en esta indagatoria, que es sustanciada por el juez Daniel Frensen en Bruselas, Bélgica, desde mediados de los 90. La causa es conocida en ese país como El dossier Agusta.



La presentación judicial del CDE servirá para que la jueza subrogante, Sandra Rojas, decrete las primeras diligencias en este proceso.



La apertura del proceso en Chile tiene dos objetivos fundamentales para el CDE. Primero, tratar de obtener una copia oficial de los antecedentes que existen en el país europeo. Segundo, «protegerse» ante la eventualidad de que sus pares belgas decidan condenar «en ausencia» a uno de los eslabones chilenos que pudiera haber participado en la recepción y triangulación de las comisiones que se pagaron.



El hecho que el CDE haya decidido dar este paso da cuenta de que el organismo tiene presunciones importantes de que durante el proceso de compra se pudo haber afectado el patrimonio del Fisco.



El exhorto belga fue enviado hace unos meses para indagar el pago de comisiones a los agentes chilenos que participaron en esta compra, como también la presunta participación del ex comandante en Jefe de la FACh y actual senador designado, Ramón Vega, y su yerno Bernardus van Meer, quien fue uno de los "gestores" de esta compra de varios millones de dólares.



En sus declaraciones, el "gestor" indicó que las comisiones pagadas a los empresarios chilenos estuvieron dentro de las cláusulas de los contratos y que, por lo tanto, no hubo irregularidades a ese respecto.



Recientemente, el equipo diligenciador del Departamento V de Investigaciones viajó a París a interrogar al jefe del departamento de Inteligencia Económica del gobierno francés, Bernard Carayon, ya que habría recibido comisiones en la venta de estos aparatos de guerra.



Historia de la investigación belga



A principios de 1995 la Justicia belga inició una investigación sobre la compra fraudulenta de 46 helicópteros italianos Agusta por parte de la Fuerza Aérea de ese país en 1988. El escándalo involucró el asesinato de un ministro y la posterior condena de altas autoridades políticas de Bruselas por corrupción.



Entre los investigados por ese caso, se encontraba el general Jacques Lefebvre, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea belga cuando se produjo la compra de los helicópteros. Desde entonces, Lefebvre había pasado a retiro, transformándose en los primeros años noventa en representante de la empresa italiana Agusta y de la francesa Dassault. Además, había creado una lucrativa compañía dedicada al comercio internacional de armas, Europavia.



Fue el propio Jacques Lefebvre quien viajó a Chile en repetidas ocasiones, en 1992 y 1993, para tomar contacto con las personas indicadas en las diligencias decretadas por la jueza del Primer Juzgado del Crimen de Santiago. El ex general de la Fuerza Aérea belga no sólo los contactó, sino que logró, a través de ellos, convencer a la FACH de que la compra de los 25 cazas Mirages, dados de baja por Bélgica, eran la mejor opción para renovar la dotación aérea de la institución.



Cuando los investigadores belgas encargados de las pesquisas del caso Agusta incautaron documentos de Jacques Lefebvre en los primeros meses de 1995, descubrieron que entre éstos existían pruebas incontestables de que se había pagado una comisión de 15 millones de dólares por la venta de los Mirage a Chile. Esta comisión despropositada había sido depositada en el Clariden Bank de Zurich.



Al ser interrogado sobre este hecho, Lefebvre contestó a la policía anticorrupción belga en un memorándum escrito: «Los documentos relacionados con Chile de los que me preguntan son confidenciales. Su divulgación sería catastrófica puesto que pondría en evidencia a nuestra contraparte chilena y nuestros agentes se verían en serias dificultades».



El 7 de marzo de 1995, la noche siguiente de redactar esta nota, el general (r) Jacques Lefebvre se suicidó en su departamento de Avenue Louise, en Bruselas.







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