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Insulza en la OEA: un duro para un organismo light

Aunque en el póker de la OEA las cartas no han terminado de repartirse, El Mostrador quiso auscultar algunas opiniones autorizadas para saber cómo se le presenta el camino a la eventual candidatura del hoy minisro del Interior a la Secretaría General del organismo interamericano. Si el resultado no llama a festejos, convengamos en que tampoco lo sería para llorar.


La figura política con mas trayectoria de los gobiernos de la Concertación, probada en casi todas las áreas y circunstancias, sorpresivamente parece decidido a postular como candidato a Secretario General de la OEA. A ojos de los observadores políticos, del público y de sus pares, Insulza ha demostrado ser el político con mayor amplitud de espectro para abordar situaciones críticas.



Al extremo que no son pocos los que comentan que bien podría ser un candidato natural a la más alta magistratura del país; tampoco faltan los que opinan que Insulza debe "salir de Chile" para no estorbar o empalidecer trayectorias y habilidades de otros posibles presidenciables de la coalición de gobierno.



Cierto o no, uno de los corresponsales extranjeros acreditados en Santiago, manifestó que probablemente Insulza hubiera sido un candidato obvio a la presidencia en el sistema político estadounidense. Su personalidad y capacidad de manejo de situaciones y seriedad para encarar el diálogo con franqueza, hace lógica dicha opinión.



Por otra parte, en esta etapa de potencialidades y fragilidades que surgen y desaparecen en un orden mundial de franca transición, el perfil de Insulza para dirigir la OEA, en un estricto sentido, es el apropiado. No obstante, tal como señaló una fuerte cercana al secretariado de la OEA contactada por El Mostrador.cl, "a la larga, el candidato a elegirse es el que le acomoda a EE.UU. Hay que tener presente que EE.UU. sostiene al organismo con un 50 por ciento de su presupuesto".



No es el anterior un juicio solitario. De alguna manera la oferta de prestamos, créditos y dádivas conforman un marco habitual en las relaciones entre EE.UU. y América Latina. Ocurrió, por ejemplo, cuando Costa Rica retiró su candidato -permitiendo la elección de Gaviria, actual secretario- a cambio de un jugoso préstamo estadounidense.



El efecto TLC, salida al mar y mareo en Chile por el aislamiento



"Es una candidatura complicada e inoportuna" piensan algunos cercanos a la Secretaría General del organismo interamericano. "Más allá de que la OEA es considerada un tipo de órgano multilateral light, la candidatura ofrece flancos porque no existe un bloque sólido y expandido que la sostenga frente al bilateralismo en las relaciones que impulsa en la región EE.UU.".



El verticalismo aplicado por Chile en la negociación del TLC, sea por un exceso de ansiedad o por la vulnerabilidad natural en un país que estuvo aislado por casi dos décadas, le juega en contra a la hora de reunir votos claves. Y no queda a la zaga el tema de la salida al mar de Bolivia. La experiencia chilena en candidaturas es variada. Ha tenido apoyo para algunas consideradas "técnicas", como en la FAO en 1996, -donde fue derrotado Rafael Moreno- y en la OIT, oportunidad en que Somavía triunfó en 1999.



La candidatura al Secretariado General de la OEA es estrictamente política, en especial en una etapa en que -aunque el órgano sea light,como apuntó nuestra fuente y señalan no pocos observadores- puede comenzar a gravitar sobre el sistema multilateral degradado si el período que se avecina la obliga a ser menos liviana. Esta misma fuente opina que la elección de Insulza se ve "más que complicada" no sólo por una eventual presión de los EEUU, sino por los alineamientos internos que existen en Centroamérica, donde Chile no tiene presencia a pesar de los esfuerzos de cooperación internacional de los últimos años.



"Cuba por ejemplo tiene una influencia mayor en los países del Caribe de habla inglesa por sus vínculos en materia de salud, educación y turismo. Y Venezuela anunció su apoyo al candidato de Costa Rica. Además se abrió una brecha en Uruguay. La delgada chance de Insulza depende de si los países centroamericanos con candidatos, Costa Rica y El Salvador, no se ponen de acuerdo y dilatan la discusión". A lo anterior bien puede sumarse el efecto de la vuelta al primer plano del secular reclamo boliviano por una salida al Pacífico, cuyo eco no ha sido menor en la región.



Otras voces



Con el objetivo de intentar dilucidar algunas incógnitas y reformular algunos planteamientos nos acercamos a tres voces periodísticas solventes y a una fuente de información y análisis que opera en los corredores del Edificio de la OEA en Washington.



Los interrogantes a despejar fueron tres: viabilidad, posibilidades de la candidatura de José Miguel Insulza a la Secretaría General de la OE; cómo se ve el futuro del organismo en un contexto de degradación del sistema de relaciones multilaterales y, por último, qué grado de conocimiento existe sobre el actual ministro del Interior chileno.



Respondieron Mónica López Ocono, editora de información internacional y cultura de la revista Noticias, de Editorial Perfil de Buenos Aires; Marcelo Ambrosio Escobar, editor de política internacional del Jornal Do Brasil, de San Pablo; Jorge Souza, director de política internacional del Grupo Milenio -que maneja 10 periódicos en México- y editor internacional de Periódico Publico, y Santiago Pedraglio, sociólogo, analista internacional, columnista de Peru21 y panelista de Rueda de Noticias de Canal 8 de Lima.



¿Qué posibilidades de la candidatura de Insulza?



Mónica López Ocono:"No hay indicios de que la elección de Secretario General en la OEA -y que la candidatura de Insulza en particular- adquiera protagonismo en los medios. Eso no significa que el gobierno argentino no pueda apoyarla. Lo más probable es que así sea, dado los lazos estrechos entre ambos países.



Respecto a quién podría ser el elegido, no tengo mayores antecedentes, pero por trayectoria lo habitual es que el elegido sea el candidato que apoya EE.UU. Personalmente no estoy segura si Insulza es del gusto de los EE.UU.; no tengo datos ciertos al respecto.



Marcelo Ambrosio Escobar: En primer término, Brasil no tiene restricciones para apoyar una eventual candidatura del candidato chileno. El tema del TLC entre Chile y los EE.UU., está superado para Brasil y si se manifestaron algunas diferencias en el curso de los acontecimientos éstas también quedaron atrás.



El gobierno del Brasil piensa que se debe apoyar a la OEA y su utilidad quedo demostrada en la instancia de extrema inestabilidad de Venezuela, hace poco, cuando Brasil propuso formar un grupo de países amigos para superar la crisis. La propuesta brasilera fue apoyada por la OEA y se demostró que ésta en el futuro puede aportar como un foro importante para el manejo de este tipo de crisis. La OEA tiene un espacio en las negociaciones que no ha sido aprovechado en toda su extensión. En cuanto a la diplomacia de Brasil, el Gobierno actual como se dice en el hablar del fútbol, quiere jugar la bola hacia delante y no quedarse en la media cancha.



En este sentido, y por sus antecedentes, Insulza representa un candidato de personalidad y que va hacia el frente. Puede aportar a que los equilibrios en el organismo sean reales y no ficticios. Es una alternativa interesante y, repito, Brasil no tiene restricciones para apoyar su candidatura.



Jorge Souza: Insulza ha demostrado tener manejo diplomático, experiencia política, y la preparación para ser un buen candidato a la secretaria de la OEA. A pesar de que a Chile se le ve como un país alineado con los EEUU por el TLC, eso no daña su candidatura en un sector de naciones que buscan una equidistancia mayor de la OEA respecto de EE.UU. para que la OEA no sea vista, y lo expresa buena parte de la opinión política latinoamericana, como un instrumento de los EEUU. Insulza podría traer un cierto equilibrio.



A Chile también le interesa plantearse en una instancia de mayor integración con el continente, dado que se le observa como llevando a cabo un sendero unilateral en sus negociaciones comerciales con Europa y los EEUU. En este sentido la candidatura de Insulza puede resultar en una mayor integración de Chile, o mejor dicho en construir plataformas más integradas para futuras negociaciones que resulten en beneficio de relaciones más regionales latinoamericanas.



Santiago Pedraglio: Insulza es un buen candidato por su trayectoria política y académica. Puede garantizar independencia en el manejo del organismo, lo que requiere una personalidad propia, que el ministro tiene.



Su candidatura se comenta en círculos políticos, aunque no se manifiesta al publico las preferencias del gobierno peruano respecto a los candidatos. Hay que destacar que, en la elección a Secretario General, va a haber más de una votación, y no se percibe un ganador anticipado.



¿En el contexto de un multilateralismo degradado, cómo se ve el futuro de la OEA?



MLO:El multilateralismo hay que reconstruirlo. Esto lo tiene claro la Argentina, y trabaja en sus relaciones internacionales en todos los sentidos aplicando esta óptica. La OEA seguirá siendo un organismo light en la medida que su accionar continúe dependiendo del dictamen de los EEUU. Este carácter deberá también reformularse.



La doctrina de seguridad de Bush es una dicotomía. Se lanzó a una guerra para acabar con el terrorismo, pero el terrorismo aumentó y hay más tensión global. Su doctrina es impopular y la opinión pública la rechaza. Existen gobiernos, en distintas regiones del mundo, que tal vez están comprendiendo que no pueden alinearse con esa doctrina, porque es impopular. Por supuesto que EEUU tiene mecanismos para buscar aliados, que son los acuerdos de libre comercio o ayudas económicas. Por otro lado el expediente de la lucha contra el comunismo como el gran lobo que aglutinaba países en torno a EE.UU. ya no existe y el terrorismo no sirve como sustituto para inculcar un gran miedo. En Irak las políticas de Bush y Blair quedaron al descubierto, y por supuesto se expusieron los que los apoyaron.



El multilateralismo deberá replantearse en la medida que los países se replanteen sus democracias. Esa falla, que se observó en Irak, responde al estado de esas democracias en el mundo. Le gente desconfía de las instituciones, y EE.UU. en cierto modo se aprovecha de las circunstancias. En este sentido la Argentina tiene un largo entrenamiento en decepciones políticas. Kirchner le ha hecho un planteamiento al país, y simultáneamente al mundo para reconstruir las confianzas. Es el mismo planteamiento en los dos ámbitos. Él plantea de que hay que construir confianzas sobre bases reales, y al hacerlo se abre como un presidente para la Argentina y no como un presidente peronista. Ese es un rasgo que se debe tomar en cuenta para analizar la generación de estabilidad en los gobiernos.



El tema de la seguridad de la Argentina es también un asunto generalizado en América Latina y está imbricado en la formación del poder político. Kirchner ha dicho lo que se quería escuchar. Otra cuestión es que esas cosas se hagan con la velocidad a que aspira la gente. Aunque el índice de apoyo a su gobierno sea de un 75 por ciento o más, también hay que responder a esa imagen. El tema consiste en hasta dónde se puede avanzar con ese voto de confianza, considerando los problemas por resolver. No olvidemos que Argentina tocó fondo. Por más que Kirchner no pueda hacer todo lo que se espera de él, ese fondo que Argentina tocó no es de su responsabilidad. El presidente, con todo, ha planteado un diseño realista, y lo habla de frente. Ese es el rasgo principal de su Gobierno.



MAE: No se trata de una reforma a la OEA. Se trata de cómo se harán las cosas en el futuro. En un sentido practico y concreto. Brasil concibe como un espacio que existe, y que hay aprovechar en esta coyuntura de la globalización, para que los países de América Latina salgan de su aislamiento y dependencia de los poderes centrales que manejan las cuestiones esenciales hoy. Ya se han visto nuevas asociaciones como en la OMC, o en el mismo Consejo de Seguridad. El viaje de Lula al Norte de África es en verdad una aproximación a Oriente Medio. Brasil quiere formar parte de los diálogos que afectan a todo el mundo. Por ejemplo, la cuestión de Irak atraviesa todas las clases de personas y países. Es la cuestión transversal del momento.



Brasil está en campaña para tener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad. Las cuestiones del Oriente Medio en el código de la globalización han dejado de ser atributos de algunas potencias. Lo que sucede en el Golfo Pérsico afecta a todos los países, y lo que sucede en Rusia también, porque repercute en las economías más poderosas y Brasil es una economía poderosa.



Por ello a la OEA hay que observarla en clave de globalización y pensando en un cambio de cómo se debiera negociar. Lo de Irak no debe ser el modelo. Por eso la OEA ya es un foro bastante útil, interesante y necesario. La OEA está para acompañar y observar el sistema de relaciones entre países, que a raíz de lo de Irak parecen estar muy alteradas. La OEA tiene en el futuro un importante rol, sobretodo en la gestión de crisis de polarización interna, como la ocurrida en Venezuela.



JZ: Hay que tomar en cuenta el peso crucial de los EE.UU. en la OEA en lo económico y en lo político. Hay una clara tutela en ese sentido. Ahora, el curso que tome la OEA dependerá, en gran medida, de que EE.UU. puedan aceptar el rol que se plantee. Sin embargo en el caso de Venezuela, cuando hubo la crisis de polarización de fuerzas, se produjo una instancia que antecedió a la OEA que actuó para intermediar en ella, que ni los EEUU ni la OEA pudieron dirimir. Fue cuando se creo el grupo de países donde estaban México y Brasil para intermediar. La OEA acompañó a ese proceso y actuó como el órgano que ratificaría lo que se había avanzado en una instancia entre países que no existía antes. No todas las situaciones pueden controlarse desde un poder centralizado y se necesita de instancias de negociación de otra dimensión, y nuevos procedimientos.



Ahora bien, los países sudamericanos necesitan de salir de su aislamiento y sacudirse el peso de EE.UU. Si la OEA se convierte en esa instancia dependerá de lo que los Estados acuerden. Hay que redefinir ese rol de la OEA, hay una tarea por delante. EE.UU. no va a perder su peso en este tipo de organismo mientras los demás países no busquen otras formas de asociarse, no en forma paralela, sino en la convergencia de objetivos comunes.



SP: Al multilateralismo hay que reconstruirlo por completo, y ese es un compromiso esencial con la globalización; no se la concibe sin organizaciones multilatarales. Los Estados hoy tienen gran peso, pero a pesar de ello el multilateralismo falló, como lo demuestra la situación en Irak. Los países pequeños y medianos son los que más necesitan del sistema multilateral, necesitan recuperar su dignidad y recobrar sus identidades. Lo de Irak es un anuncio de que la vuelta al multilateralismo es urgente.



La OEA es el organismo en que EE.UU. tiene más peso. Y ahora su control será aún más gravitante en un escenario donde el multilateralismo aparece quebrado, como sucede hoy. EE.UU. se han arrogado en la OEA un derecho para disponer como en pocos organismos. El multilateralismo no se recuperará si EE.UU. no se convence de que es la única salida para la globalización.



¿José Miguel Insulza es conocido en el ambiente político de su país?



MLO: No es una figura que esté en primera plana en la Argentina. Su candidatura no es objeto de discusión en los medios, no se le conoce mucho a nivel continental. Pero, como le señalé, no veo ningún indicio de que el gobierno argentino no pueda votar por él en la eventualidad de que se concrete su candidatura en las próximas elecciones de la OEA.



MAE: Insulza no es conocido en Brasil, excepto en algunos sectores políticos. Se conoce muy poco de Chile en Brasil. Se sabía más durante la dictadura, por los hechos que generaba. Será el precio por su estabilidad y cierta prosperidad: los países se dan a conocer por sus desastres. Por ello conviene resaltar que el tema Irak, como ya señalé, es transversal, lo mismo que el de Al Qaeda y el terrorismo, asuntos que restan espacio a la información verdaderamente internacional. Chile, con todo respeto, no es parte de la avalancha noticiosa que, repito, es Oriente Medio. El viaje del presidente Lula a esa zona responde a una política de salir del aislamiento y empezar participar en los grandes temas que desequilibran los sistemas internacionales de relaciones.



Pero estimo que Brasil no tiene restricciones que le impidan, eventualmente, no votar por la candidatura de Insulza.



JS: En la cúpula política es conocido. Aunque se debe reconocer que dejó una huella en México durante su exilio y gabó un respeto académico. En un espacio mas publico no de le conoce, pero no hay evidencias que demuestren que México no podría votar por Chile. Al comienzo hubo algunas conjeturas de que México estaría por otro candidato, Rodríguez, de Costa Rica, o Flores, de El Salvador. Pero ahora la situación ha cambiado y no se observan impedimentos para que México pudiera votar por el candidato chileno. Además, hay destacar las buenas relaciones que siempre han existido entre los dos países.



No obstante, también hay tener presente de que Chile esta en la mira por su mayor alineamiento con EE.UU. si consideramos a otros países de Sudamérica, como Brasil y Argentina. Esto puede jugar a favor como en contra de su candidatura. Venezuela manifestó su inclinación por el candidato de Costa Rica.



SP: Insulza es conocido en el mundo político, pero no en el resto de los ámbitos sociales. En cuanto al voto del Perú, no ha habido en los medios mucha discusión respecto al voto peruano. No hay indicaciones en un sentido u otro. O sea: el voto del Perú esta abierto todavía, o al menos así se le hace sentir a la opinión pública.

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