Pese a mencionar los aspectos en los cuales la actual administración no ha logrado cumplir sus promesas de campaña, la tienda de Longueira puso especial énfasis en aquellos positivos, como los acuerdos alcanzados entre la derecha y La Moneda durante el primer semestre. Invitó a la autoridad a retomar este sistema de trabajo conjunto.
Lejos de lo esperado, la evaluación que efectuó ayer la UDI respecto de la administración del Presidente Ricardo Lagos -se refirió al resultado de los cuatro años de su gestión- fue bastante moderada. De hecho, el gremialismo fue más crítico con la coalición oficialista que con el Ejecutivo, reconociendo los logros del gobierno de Lagos, "en cuanto a los esfuerzos del Presidente, no siempre acompañado de los partidos de la Concertación".
En una fecha en que los balances son esperados nerviosamente por La Moneda, ya que no han faltado oportunidades en que incluso las colectividades oficialistas se han mostrado un poco drásticas con el Gobierno, la UDI sorprendió con una actitud conciliadora, influenciada no sólo por el espíritu navideño de estos días, sino también por la ‘generosa’ evaluación realizada por el vocero de Gobierno sobre la actuación de la tienda de Pablo Longueira durante el 2003, pese al caso Spiniak.
Mientras el ministro Francisco Vidal no titubeó en asegurar que "en la UDI ha primado una percepción de Estado para enfrentar el caso Spiniak", pues terminó por dejar el proceso en los tribunales de Justicia, el gremialismo no dudó en invitar al Ejecutivo a reimplementar durante el 2004 la política de los acuerdos, que tantos beneficios habría traído al país el primer semestre del 2003.
Sin ir más lejos, el senador Juan Antonio Coloma admitió que los balances son complejos de realizar, porque los gobiernos hacen cosas buenas malas, por lo que habría sido necesario para el gremialismo evaluar todo el período y no solamente el último año de gobierno de Lagos.
En este contexto, el vicepresidente de la UDI no pudo dejar pasar las "señales" que en el ámbito netamente político se manifestaron durante el 2003 y que, a su juicio, es necesario consignar.
Así, Coloma criticó al conglomerado oficialista destacando que, el año que termina, la Concertación tuvo "más desencuentros que nunca en la historia". Para el dirigente, esto demostraría "una importante falta de acuerdo al interior de la coalición" oficialista, encargada de respaldar las política del Gobierno al que ayudó a llegar a La Moneda, por tercer período consecutivo.
Política de acuerdos Gobierno-oposición
Pero, paralelo a lo anterior, el dirigente gremialista recordó que "también se ha encontrado un nicho de acuerdo, en materias de Estado, que cuando se explora es positivo para Chile". Producto de estas políticas de acuerdo, Coloma destacó que se concretaron los tratados de libre comercio que nuestro país suscribió con Estados Unidos, la Unión Europea y Corea, entre otros.
En opinión del parlamentario opositor, no habría sido posible para Chile concretar tales acuerdos internacionales sin el concurso de todos los partidos políticos, que colaboraron en promover, cuando fue necesario, las bondades que significaba en suscribir convenios con Chile y que, posteriormente, los aprobaron en el Congreso. Esa política, recalcó Coloma, "fue positiva para el país".
En este contexto de situaciones positivas, la UDI destacó también su más ‘publicitado’ logro: el acuerdo legislativo entre la derecha y el Gobierno, del que el gremialismo fue uno de los principales promotores, justo cuando se espera -señaló Coloma- que la tienda opositora le "negara la sal y el agua" al Ejecutivo.
No obstante, la UDI optó por ayudar a La Moneda en la resolución de los conflictos que estallaron a fines del 2002 y que decían relación con temas de corrupción. Para solucionar estos problemas era necesario llegar a un acuerdo que contemplara "enfrentar la corrupción y la modernización del país, como no se había hecho en muchos años".
Los resultados de esa política fueron, a juicio del gremialismo, exitosos para Chile, por lo que invitaron al Gobierno a retomar esta fórmula de trabajo con la oposición. Materia con la que sin duda esta de acuerdo La Moneda, considerando que desde hace a lo menos un par de meses está enviando señales en igual sentido hacia la derecha. Junto con ello, el Ejecutivo también ha valorado los resultados obtenidos con este mecanismo de colaboración.
De allí que sea muy probable que en enero próximo se repitan las visitas de dirigentes de la UDI al palacio de Gobierno, aunque esta vez no habría incendio alguno que apagar. No obstante, es imperativo avanzar en una serie de materias que preocupan tanto al Gobierno como a la oposición, en particular al gremialismo, que ya presentó su Agenda de Modernización II con el fin de avanzar en los temas pendientes.
Para ello, la UDI no sólo se contactó con el ministro Francisco Huenchumilla, a quien a mediados de diciembre entregó su agenda de Modernización II, sino que además está haciendo lobby con distintos sectores sociales para encontrar apoyo a los proyectos que ella contiene. Así lo hizo, por ejemplo, la semana pasada cuando se reunió con la CPC, encabezada por el empresario Juan Claro.
Así las cosas, todo parece indicar que tanto el Gobierno como la UDI se están preparando para la segunda versión de la política de los acuerdos. Esto, a pesar que el 2004 tiene una connotación distinta, ya que comienzan dos años de contiendas electorales, que terminan el 2005 con la presidencial. Por eso, está por verse si las buenas intenciones de unos y otros, y las señales que se envían mutuamente, se concretarán en el Congreso.
Aunque suaves, hubo críticas
Aunque la UDI se tomó la molestia de dejar explícitamente claro que está dispuesta a colaborar con el Gobierno, no por ello dejó de mencionar los aspectos en los que estima que la administración Lagos ha fracasado, en los cuatro años de gestión.
Para el gremialismo, La Moneda -pese a sus "promesas de campaña"- no ha solucionado la delincuencia, ya que "de los planes anunciados en los últimos años, ninguno ha dado resultados". En cuanto al empleo, en la tienda de Pablo Longueira estiman que el promedio de desempleo, en los últimos cuatro años, "no aumenta, pero no se recuperan los empleos perdidos", y se ha mantenido en alrededor de un nueve por ciento. Por eso plantean que es necesario establecer condiciones que hagan compatibles un mayor crecimiento del producto con un aumento significativo de los puestos de trabajo.
El gremialismo destaca además que pese al incremento de los presupuestos de Salud y Educación, el primero se ha quintuplicado y el segundo ha crecido de manera importante, los resultados demuestran que no ha habido mejorías importantes en ninguno de estos sectores.
Además opinan que la reforma de la Salud también está muy retrasada, de lo que culpan a los partidos de la Concertación que no habrían mostrado interés en aprobar los proyectos que concretarían el Plan Auge. En cambio, en la reforma de Educación que está andando, la UDI estima que tampoco se han visualizado logros y que "la igualdad de oportunidades no es posible porque la mala calidad de la educación lo impide".
A juicio de la UDI, "la rentabilidad por peso gastado va disminuyendo", en materia educacional, porque "todos los esfuerzos que se han hecho con la reforma no han tenido un impacto concreto en los alumnos".
En materia de corrupción, la visión gremialista no es más alentadora. A este respecto señalaron que durante los gobiernos de la Concertación se ha cuestionado el uso de unos 500 millones de dólares, "de los cuales alrededor del 41 por ciento corresponden a los últimos cuatro años, durante el Gobierno de Lagos".
Además se destaca que en hechos de corrupción, este último año, no sólo se han visto involucrados funcionarios políticos de menor grado, sino que también "parlamentarios, ex ministros, ex subsecretarios, seremis e importantes autoridades de la Universidad de Chile, lo que hace que la situación (en materia de corrupción) sea aún más grave".
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