El depósito pretende incrementar los precios en 35 por ciento a siete comunas del Sur Poniente. Ejecutivos explican que exigencias de autoridades derivaron en transformaciones sustanciales. Municipios alegan que los cambios al proyecto debieron haber sido contemplados.
Alegando que es el único relleno sanitario del país con exigencias tales que han encarecido en millones de pesos el proyecto, el relleno sanitario Santa Marta anunció que subirá sus precios en un 35 por ciento a las comunas de La Florida, La Granja, La Pintana, Lo Espejo, El Bosque, San Ramón y Macul, municipalidades adscritas a la Empresa Metropolitana de Residuos Sólidos Domiciliarios (Emeres) y que arrojan miles de toneladas de desechos en el acopio de Talagante.
De los cinco mil 524 pesos que se cobraba por tonelada el 2003, la nueva administración de Santa Marta decidió que por los gastos en que ha incurrido el vertedero se deben cancelar mil 970 pesos más por tonelada, lo que implica un aumento de un 35 por ciento en las tarifas para las municipalidades.
La Florida, por ejemplo, que deposita unas 10 mil toneladas de desechos mensuales, debería desembolsar ahora hasta 74 millones de pesos, veinte más que lo que pagaba este año. San Ramón, comuna que arroja la menor cantidad de basura -2760 toneladas-, debería pagar con los nuevos precios más de 20 millones de pesos, cinco más que hoy.
Como salida al problema, las partes determinaron que se inicie el periodo de mediación estipulado en el contrato -que lo harían representantes de la Cámara Chilena de la Construcción- y luego un arbitraje en caso de que éste no dé resultados. Lo mismo está haciendo Emeres con Coinca, administradora del relleno Santiago Poniente de Maipú.
Santa Marta sugirió que mientras se llegue a un acuerdo definitivo se cobrará una suma adicional provisoria de mil 100 pesos desde los primeros días de enero del 2004. Si los municipios no pagan, hasta se podrían cerrar las puertas del acopio para ellos. Según confirman en Emeres, el consorcio envió una carta informando las nuevas tarifas, donde se sostiene que, de no haber acuerdo, Santa Marta fijará un precio en forma unilateral, que será comunicado a las autoridades para una eventual discusión.
El gerente técnico de Emeres, Patricio Riquelme, en conversación con El Mostrador.cl , explicó que esta tarifa provisoria tampoco ha dejado satisfechos a las municipalidades, debido a que no consideran que los gastos que ha tenido el consorcio justifiquen el alza. De hecho, Emeres estableció que la tarifa de diferencia provisional es sólo de 346 pesos más por tonelada, cifra a la que llegó un comité técnico que estudió el problema.
La municipalidad de San Ramón fue la primera en responder al ultimátum del consorcio y sólo pagará los 346 pesos adicionales que estima correcto Emeres. El resto de las comunas tomarán una decisión hoy lunes, luego de una reunión del directorio de la empresa municipal.
Riquelme aseguró que esta alza se vería reflejada en la cuota de extracción de basura a los usuarios que se cobra trimestralmente a los vecinos. En particular esto golpearía a La Florida y Macul, a cuyos habitantes se les cobra por este concepto debido a que poseen viviendas de mayor valor que en el resto de las comunas de Emeres.
No más pérdidas
Luego del cambio de administración del relleno en julio pasado, los ejecutivos decidieron que las exigencias ambientales de la autoridad aumentaban sus costos y, por ende, esto debía reflejarse en las tarifas. Los cambios al proyecto, derivados en las exigencias adicionales de las autoridades y del reordenamiento de las comunas que depositaban en el acopio, significaron una perdida de 500 millones de pesos.
Las imposiciones a las que se refieren los ejecutivos del relleno y que habrían generado más costos son las cuatro piscinas de líquidos percolados, el sistema de detección de fugas, transporte de líquidos a la planta El Trebal y la norma ISO 14.000.
El gerente general de Santa Marta, Rodolfo Bernstein, aseguró a El Mostrador.cl que el cambio de tarifas se debe a que los gastos en que se ha incurrido son mayores de los previstos. "No estamos dispuestos a perder otros 500 o 600 millones de pesos como el año anterior. Ninguna empresa puede operar bien con este tipo de situaciones", dijo.
"Si no hay una respuesta satisfactoria de los municipios, no podemos seguir recibiendo basura. Una medida más drástica (cerrar las puertas a algunos municipios) la debemos evaluar con las autoridades: Sesma, Conama y la intendencia", aclaró.
La asesora jurídica de la empresa, María de Los Angeles Coddou, dijo que este es el proyecto con mayores exigencias en el país. "Hoy vemos que a ningún relleno se les hacen estas exigencias, las que sin duda, generan un gran costo en inversión que no estaba previsto", dijo.
Las bases de licitación contemplan un aumento de tarifas del relleno en caso que el proyecto se modifique "sustancialmente". Emeres considera que no han existido estos cambios, pues se debieran haber contemplado al comenzar el proyecto.
El 2004, probablemente en marzo, Santa Marta comenzará a negociar con municipios extra Emeres, tales como Isla de Maipo, Paine, San José de Maipo y Pirque, que son comunas que generan menor cantidad de basura. También, con Puente Alto, municipio que arroja residuos sólidos similares a La Florida.
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