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Sebastián Rodríguez amenaza con revelar nombres de políticos gay

Aunque su credibilidad ha disminuido notoriamente desde que apareció denunciando al juez Calvo de concurrir al sauna gay que él mismo administraba, el candidato a alcalde por Valparaíso »emplaza» a los poderes a expulsar al magistrado o asegura que »arderá Roma».


Sebastián Rodríguez, el candidato a alcalde por Valparaíso, el ex regente de un sauna gay y el responsable de la caída de ministro Daniel Calvo amenazó con revelar nuevos antecedentes mucho más comprometedores para el magistrado, si el próximo lunes el pleno de la Corte Suprema resuelve aplicar una sanción contra el juez que no sea la expulsión del Poder Judicial.



Según Rodríguez, una decisión favorable al ex ministro en visita del caso Spiniak -un traslado o un cargo de menor rango- respaldará la tesis de la supuesta extorsión de la que Calvo habría sido víctima, causa que actualmente investiga la ministra Gabriela Pérez.



Las amenazas de Rodríguez parecen responder a un afán de protagonismo que cuesta explicarse, más que a una razón de fuerza que suene coherente. Pero el ex administrador del sauna gay que echó por el suelo la carrera de Calvo persiste, y asegura que él se encargará de revelar a la luz pública antecedentes sobre la doble vida del suspendido magistrado que, según dice, ya entregó a la ministra Pérez. Esto, porque a su juicio, el juez no puede seguir impartiendo justicia.



«Yo puedo demostrar lo que sé, pero lamentablemente la señora ésta (la ministra Pérez) no tiene interés en verificar mis denuncias porque quiere proteger a su amigo. Lo que digo es la verdad y puedo probarlo, pero antes esperaré que él haga un gesto y renuncie a su cargo en la justicia», sostiene.



Sin embargo, aclara que su intención «en ningún caso» es perjudicar a Calvo, sino seguir hasta el final con su deseo de velar por aquellos niños que han sido abusados. Asegura que el juez Calvo le mintió a la opinión pública: "no fue capaz de reconocer sus idas a varios saunas y, menos, se atrevió a denunciar que estaba recibiendo presiones cuando investigaba el caso Spiniak". Presiones que, según Rodríguez, "todo indica que provenían de la UDI, si no es cosa de revisar lo que ha salido en la prensa: la reunión que tuvo en un hotel con Longueira. Lo peor, es que eso está en lo que grabó Chilevisión cuando yo entré a su despacho, además de otras cosas, pero no lo mostraron".



Sebastián Rodríguez defiende su actitud de seguir revolviéndola en tribunales. Reconoce que, en cierto modo, un dejo de "heroísmo" lo mueve a pelear "para que se haga justicia".



"Temo por mí, porque si a Daniel -como prefiere referirse al magistrado- no lo echan de una vez por todas, esto va a dejar de importar a los medios y a mi me harán pebre y eso no lo aceptaré. Aquí se ha pretendido instalar la idea de que un juez que asistía a un sauna con menores y otros acompañantes no es un delito. De acuerdo. Si hasta yo creo que eso no es un delito, pero aquí hay quienes han ejercido presiones para impedir que se conozca la verdad y se valieron de la escandalosa revelación sobre la visitas del magistrado a un sauna. Lo peor es que el juez, el principal afectado, no tuvo el coraje de decirle al país quiénes lo presionaron", asegura.



– ¿Te prestaste para que Calvo saliera del caso y, de esa forma, la atención se iría para otro lado, como a la larga ocurrió durante un buen rato?
– De eso que se hagan cargo los que desde hacía rato le conocían la doble vida que llevaba Calvo y se reunieron con él en un hotel. Que se haga cargo Pía Guzmán y los de Chilevisión, que además no mostraron toda la conversación y más encima la entregaron editada, cosa que yo le dije a la ministra Pérez. Incluso me pasaron una pauta de preguntas para que ese día se las hiciera a Daniel, pero no las hice todas porque me sentí como el forro de saber que eso lo hundiría.



– ¿Cuál pregunta no le hiciste?
– Si acaso había ido al sauna con menores.



– ¿Eso estaba pauteado?
– ¡Sí pues!. Pero si cuando los de Chilevisión fueron a decirle que tenían registrada la conversación, lo primero que preguntó: «hablé de menores». Pero yo no le hice esa pregunta porque me dio pena.



– ¿Y habló de menores?
– No, nunca.



– ¿Y quiénes los están presionando, la UDI?
– Eso lo han dicho todos menos yo. Pero me acusan de extorsionarlo, me meten preso, me incomunican. Y él no fue capaz de reconocerlo.



Sebastián Rodríguez se niega a revelar mayores datos de lo que dice saber del juez y de otros, incluidos algunos políticos, porque prefiere esperar que la Corte Suprema "tenga el valor de sacar a Calvo" de la judicatura.



Ante la insistencia, menciona a algunos personeros políticos "de las más variadas bandadas" (sic) que hicieron cuanto pudieron para que Calvo no pudiera avanzar con la investigación y entonces provocaron su salida del caso.



"Ese es el delito, pero ni Daniel ni esta señora (la ministra Pérez) están dispuestos a que se sepa quiénes son, ¿por qué? Porque aquí todos se protegen entre ellos", dice con un aire de congoja (medio actuado).



– ¿Entonces por qué dijiste que la UDI te necesita más que tú a ellos?
– Yo no dije eso.



– ¿Será porque te están utilizando para complotar contra Calvo?. Aunque, claro, el juez ya salió de escena, dejó de ser un "obstáculo" si se quiere.
– Yo podría reconocer a muchos políticos que iban a mi sauna y otros más.



– ¿A quiénes?
– Eso lo voy a revelar el lunes, si a Calvo no lo echan.



– Pero eso no te lo cree nadie, tienes que demostrarlo. Y viniendo de ti, que estás procesado por entrar con una cámara oculta a la oficina de un juez, menos.
– Por eso digo que las cámaras ocultas deben seguir siendo utilizadas.



– ¿Como lo dijo un ejecutivo de Chilevisión, a El Mercurio, el domingo pasado?
– Yo con esos de Chilevisión, ¡nada!



– ¿Y entonces cuando cumplas tu amenaza, si Calvo no es expulsado, probarás tus dichos con otra cámara oculta?
– Tengo testigos, prostitutos que fueron con Daniel al sauna. Y no sólo con él. Le he ofrecido a la jueza que me muestre fotos de jueces y políticos, pero ella dice que no. No me cree.



– ¿Pero cuál es el delito, tú mismo acabas de reconocer que no lo es?
– Que estos señores anden como locos queriendo tener sexo a cada rato. Yo con tres veces a la semana quedo bien, pero Daniel es enfermo, está mal de la cabeza y los mismos señores de la Suprema lo admiten, según leí en La Tercera.



– ¿Y no sería mejor que te olvides de todo esto y, aprovechando que te soltaron, te vas de vacaciones?
– No. Por ningún motivo dejaré de ir al Palacio de Tribunales para exigir que se haga justicia.



Rodríguez dice estar confiando en que hará prevalecer su verdad tarde o temprano, aunque para ello tenga que ir todos los días hasta el Palacio de Tribunales, donde ya se ha ganado el desagrado de varios. Sólo el tiempo dirá. Después de todo, para el lunes faltan poco más de 48 horas.

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