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EEUU y la ONU en pos de un fraude electoral en Irak

Mientras se negocia un virtual fraude electoral en Irak, con la anuencia de los países que forman el Consejo de Seguridad, Ghadaffi se aprovecha de un desvencijado nacionalismo árabe y del populismo electoral de Bush para dar prueba de buena conducta.


La noticia estaba en primera plana y era uno de los lei motiv del discurso de Bush de ayer. El tema de un Ghadaffi prometiendo desarme e inspecciones no pasó inadvertido, y escondía la otra noticia; la que en estos momentos se construye en una oscura negociación a espaldas de los iraquíes para que no haya, en el futuro inmediato, elecciones abiertas y directas. La ONU entró en el juego estadounidense y está a punto de legitimar una propuesta de proceso electoral que rechaza una mayoría de iraquíes, según los medios árabes y las agencias informativas.



Fraude no sólo es la afirmación de Mohhammed Al Houri, el ex embajador de Irak ante la ONU. Aquél que en las celebradas reuniones pre-ocupación en el Consejo de Seguridad insistía en que Irak no poseía armas de destrucción masiva. Terminó siendo la verdad.



También la postura de fraude electoral la sostiene el Ayatollah Al Sistani, el líder de la mayoría shiíta (60 por ciento), que el día domingo en una manifestación -que congregó a más de 150 mil personas- rechazó de plano la propuesta de las fuerzas de ocupación de elegir autoridades por medio de sufragio indirecto, es decir, elegir representantes territoriales.



La maniobra, según fuentes consultadas por El Mostrador.cl, tiene por objetivo impedir que, a través de una elección directa por medio del sufragio universal, triunfen -lo que es lo más probable- las fuerzas del partido Baas y los grupos congregados en inclinaciones religiosas.



"La operación es para continuar la erradicación del partido Baas y de las facciones religiosas que se oponen más tenazmente a la ocupación. En el sistema eleccionario indirecto, que se negocia actualmente en la ONU, la ocupación se perpetúa hasta que se erradiquen los opositores a la ocupación. La lógica es tenebrosa, por decir lo menos. Si la ONU apoya esta medida, probablemente no habrá paz para nadie, ni siquiera para los funcionarios de la ONU." dice a El Mostrador.cl, Mahmoud Amrad, desde Amman, un analista que ha colaborado otras veces con este medio.



Jonathan Freeland, en la edición de ayer del The Guardian, llega a una conclusión similar y recomienda que la ONU "no se entregue a una solución fácil, recomendada por una administración (Bremmer) que ya ha fallado en casi todas las medidas políticas adoptadas".



"Es una medida donde prevalecerá la fuerza aplicada a los miembros del partido Baas y a los grupos religiosos, mientras se construye un sistema electoral protegido o dirigido para legitimar la ocupación", señala Samir Ali, un iraquí que regresó a Irak desde Aman en un semi-exilio de 20 años.



"Es una medida para que Bush tenga el panorama más limpio en Irak, en las etapas claves de la elección presidencial" señala Ali .



Es la misma conclusión a la que llega Gary Young, un analista de The Guardian, quien sostiene que es una aceleración del proceso electoral iraquí para colocarlo en sincronía con las elecciones en los EEUU.



La visita del especialista en terrorismo a la ONU



La visita de Paul Bremer, el gobernador de facto de Irak, a las oficinas de Kofi Annan, logró un triunfo que ninguna otra autoridad de la ocupación, ni el mismo Colin Powell, había logrado hasta ahora en el episodio Irak. Obtuvo nada menos que un salvoconducto de la ONU -en este de caso Kofi Anan, no del Consejo de Seguridad- para llevar a cabo elecciones indirectas de autoridades iraquíes.



En el New York Times, un diplomático estadounidense explicó que cuando en el ambiente diplomático se anuncia algo como una posibilidad, se da por hecho que va a ocurrir. Esta fórmula indirecta consiste en elegir representantes en 18 Gobernaciones o territorios administrativos que a su vez elegirían el gobierno independiente de Irak.



EEUU asegura que la ocupación militar no finalizaría, pero que Irak estaría dirigido por un gobierno escogido por iraquíes. No es la elección directa a través de sufragio universal, porque esta tarea es imposible por las condiciones de seguridad actual y porque no se prevé un mejoramiento sustantivo de la seguridad en el corto plazo.



La idea que puntualizó Bremmer, en una breve conversación de su portavoz con los medios después de su visita a la ONU, es enfocar las elecciones como un proceso gradual, a partir de una etapa intermedia del gobierno iraquí de transición, donde la ONU avalaría el procedimiento.



El Consejo Provisional iraquí actual, cuyo presidente es A. Pachachi, concuerda con esta estrategia, pero insiste en que la ONU debe estar detrás de este procedimiento.



La cautela de Annan y el Consejo que no interviene



Tanto los rechazos del Ayatollah Al Sistani, como los entusiasmos del New York Times que propagan un triunfo de la diplomacia de Bush en esta fase en lo de Irak, no conducen a un análisis equilibrado.



Annan ha manifestado su mesura habitual, y ha indicado que primero es necesario garantizar la seguridad para cualquier intervención de la ONU en el proceso electoral que plantea la ocupación.



"Para la ONU puede ser una verdadera trampa, de la cual -tal vez- no pueda salir fácilmente y puede tener altos costos"; señaló un diplomático que trabaja con uno de los países que forma parte en el Consejo.



Curiosamente, la reunión del Consejo de Seguridad para discutir precisamente el proceso electoral iraquí en sus detalles, no se ha llevado a cabo. Los que abogan que no es necesario otra resolución para darle el vamos a la propuesta planteada, acuden al argumento de la resolución de Octubre. Esta, supuestamente, entregaba un mandato a la autoridad de la ocupación para proponer un cronograma de acción que permitiera construir instancias democráticas que condujeran a elecciones libres y, finalmente, a poner término a la ocupación. Todo dentro de un plazo de dos años y medio.



"Todo está ocurriendo y no hay necesidad de otra resolución del Consejo", señaló un portavoz de la oficina del Secretario General. Según el Ayatollah A Ssiatani y una mayoría de iraquíes expresando su rechazo a la propuesta, el proceso electoral propuesto por el Consejo Provisional no es democrático y es altamente excluyente.



Con este procedimiento, EEUU intenta legitimar la ocupación, porque ese es un punto que aún quema en cualquier debate. Sadam demostró -más allá de los crímenes que se le imputan- consistencia política en cuanto a una postura firme con las posiciones más recalcitrantes, en su país, sobre todo las del fundamentalismo islámico. Los periódicos de la zona publican la últimas comunicaciones de Husein, atacando las posiciones del fundamentalismo religioso.



Entonces es explicable, que las mismas autoridades shiítas que rechazan el sistema electoral propuesto por los EEUU y el Reino Unido, están a su vez planteando la pena de muerte para Sadam Husein.



Esto demuestra la complejidad del campo político iraquí y que la propuesta estadounidense que la ONU está dispuesta a aceptar sin una nueva autorización del Consejo de Seguridad, no constituye un aliciente en la formación de bases de confianza para la estabilización. Los ataques en contra de la ocupación han continuado y, según una fuente local, en los últimos dos meses, las muertes por causas de ataques han aumentado en relación a los dos meses anteriores.



Mientras se proponen procesos electorales con alta permeabilidad al fraude, la situación en Irak sugiere la intervención Consejo de Seguridad. La discusión que el organismo ha descartado de plano es analizar en detalle una propuesta que ha sido ampliamente rechazada por los iraquíes.



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