Quienes conocen la causa aseguran que, hasta ahora, el ministro en visita Sergio Muñoz no ha encontrado evidencias concretas que confirmen las declaraciones de la joven testigo. »El juez no sabe si miente, pero tampoco si dice la verdad», confidenció una fuente ligada al caso.
El ministro en visita Sergio Muñoz se ha concentrado en los últimos días a encontrar antecedentes que permitan comprobar la versión de Gemma Bueno, la testigo que dice haber vivido por siete meses en la casa del empresario Claudio Spiniak, quien se halla procesado por encabezar una red de pederastas.
De acuerdo a fuentes que conocen la causa, el magistrado está concentrado en esta diligencia porque, independiente de si cree o no en la versión de Gemma, hasta ahora no ha encontrado evidencias concretas que confirmen su versión.
De hecho, de las 30 víctimas que han sido interrogadas por el magistrado, ninguna la ha reconocido como asistente a las diferentes casas en las que el empresario organizaba sus orgías con menores.
Es por esto que el magistrado viajó esta semana a la Sexta Región a tratar de reconstruir los cabos sueltos y espacios grises de la época en la que, de acuerdo a las declaraciones judiciales, Gemma asegura haber mantenido relaciones sexuales con un senador de la UDI y haber visto cómo torturaron a Margarita, una niña que supuestamente también vivió en la casa de Spiniak.
"El ministro no sabe si miente, pero tampoco si dice la verdad", confidenció una fuente ligada al caso.
El lío de Muñoz
La ausencia de alguien que reconozca a Gemma como una de las asistentes a las fiestas de Spiniak, le ha generado un problema al magistrado, ya que el Servicio Médico Legal (SML), en los informes psiquiátricos que ha confeccionado sobre las víctimas de Spiniak, sostiene que la única testigo fiable precisamente es ella.
La joven, que otrora, según su testimonio, vivió en las "caletas" del centro, ha generado profundas dudas en el fuero investigativo de Muñoz. Algunas fechas no calzan, algunos espacios son más o menos ciertos y, otros, sencillamente contradictorios. Nada sirve para confirmar sus dichos.
Aunque la joven ha mantenido sus dichos, pese a las discordancias, y el magistrado debe dar "credibilidad" al informe del SML, de acuerdo a los antecedentes recabados por este diario, si los dichos de Gemma no pueden ser comprobados, la UDI podría hacer efectiva su amenaza de acciones legales contra quienes entregaron versiones falsas en el proceso que afectaron a la colectividad.
En materia procesal, en tanto, el ministro Muñoz está delimitando las responsabilidades de los proxenetas que están encausados, por lo que se estima que dictará nuevos encausamientos, aunque ahora por los delitos que cada uno de ellos cometió.
Citaciones sorpresa
En tanto, ayer el ministro interrogó por cerca de dos horas a la diputada RN, María Pía Guzmán. Esta es la primera declaración que presta ante el magistrado que reemplazó al sancionado juez Daniel Calvo.
Según trascendió, la declaración de la parlamentaria, quien denunció por primera vez la presunta existencia de parlamentarios de la Concertación y de la Alianza por Chile en la red de Spiniak, buscaba clarificar cómo obtuvo los antecedentes de su explosiva denuncia ante la prensa, en noviembre pasado.
Es decir, el magistrado estaría retomando los testimonios que, en su momento, tuvo el expediente el juez Calvo. De hecho, la jefa de la ONG Arasi, Claudia Fuentes, es otra de las citadas por Muñoz.
Durante la diligencia, el juez Muñoz dispuso de un contingente de funcionarios de Gendarmería, para impedir el contacto entre la legisladora y la prensa. La diputada ingresó al despacho del magistrado cerca de las 18.30 horas y se retiró, pasadas las 20.30 horas, por una de las puertas laterales del tribunal.
Aunque no quiso referirse al tenor del interrogatorio, afirmó que se encontraba tranquila frente a las versiones que apuntan a que sería desaforada, en el marco de la querella por injurias y calumnias que tramita el juez Juan González.
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